I

La hora cero llegó. Está a las puertas del amanecer de un nuevo día. Mañana es 19 de Abril. Fecha histórica para Venezuela. Esa fecha huele a libertad, a soberanía y a independencia. Todo el mundo político nacional e internacional tiene la vista y los oídos puestos en la patria de Bolívar y de Chávez. Habrá un antes y un después. Los tiempos no dan más. La soga tampoco. Llego la hora para los verdaderos revolucionarios. Estén o no en la Avenida Bolívar y en sus alrededores. Estén donde estén. En cama, en silla de rueda, con bastón en mano, con cáncer, dolor de cabeza, catarro; estén en casa, en el hospital, en la playa, en la montaña, en el exterior, en fin, estén donde estén: aquí, allá, o más allá. Si pasa algo, según los planes de los cipayos, saldremos airosos. Si no pasa nada, también saldremos victoriosos. No hay manera de que el chavismo pierda. Conservará su esplendor. Su compromiso con el pueblo. Su dignidad y su fervor chavista, el cual va más allá de nuestras fronteras. El tañir de las campanas será para la gloria de un pueblo que siempre ha luchado por la paz.

II

Los cipayos van contra Rondón. Los primeros representan a los secuaces a sueldo, mercenarios y anti patrias. A los gorilas y a los vende patria. A los judas de siempre. Representan a ese lado oscuro del pueblo venezolano. En otras palabras, son quienes facilitaron que Álvaro Uribe y Andrés Pastrana, se reunieran con Donald Trump. ¿Para qué? Para que los tres busquen la manera de aplastar al chavismo y desaparecerlo del mapa. Pero, igualmente, son quienes andan llorando de un país al otro, pidiéndoles a los gobernantes de derecha que los ayuden a sacar del poder a Nicolás Maduro. Son esas personas, hombres y mujeres, que se arrodillan ante el funesto Luis Almagro para rogarle que impulse la aplicación de la Carta Democrática contra Venezuela. Son, además, parte de una dirigencia incapaz, cobarde y arrastrada. Con sed de venganza, producto de estados mentales negativos, destructivos y abyectos que los embarga. Son gente plenos de avaricia, de envidia y de odio. Tales emociones negativas, los lleva a poner en peligro la paz en Venezuela. Y lo peor: aúpan al imperio para que nos invadan y se cojan ese país y su riqueza. A ellos nos les importa con tal de ver fuera del poder a Maduro y al chavismo. De eso se trata. Todo está al descubierto. Públicamente descubierto. Ni siquiera han guardado un mínimo de recato. Sus bocas vomitan el odio que no sólo pueden destruir a Venezuela, sino a ellos mismos.

III

Rondón, representa a la dignidad de un pueblo. Representa al legado de Hugo Chávez Frías, y a las fuerzas bolivarianas. Rondón, si llega la hora, peleará por Venezuela, por la patria y por el futuro de sus hijos. Rondón es el pueblo en sí. El pueblo chavista. Quien llenará la Av. Bolívar este 19 de Abril. Es el pueblo decente, el pueblo trabajador, creador y luchador. Dirá ¡presente!, presente y consecuente en la defensa del legado de Chávez. Comprometido con la defensa de nuestra libertad, soberanía e independencia. Pueblo resteado con su presidente Nicolás Maduro. Resteado con los pobres invisibilizados durante la IV, que rescato Hugo Chávez, y los hizo visibles. En fin, Rondón encarna lo mejor de los hijos de Bolívar y de Chávez. Por eso luce listo para pelear por lo que cree… ¡Todos con Rondón! ¡Todos a la Av. Bolívar! ¡Todos rodillas en tierra! ¡Todos contra los cipayos y los traidores!... ¡Unidos venceremos!

Puerto Ordaz, 18 de abril de 2017.

Agregado:

Julio Borges, el "presidente" de la Asamblea Nacional, se fue a Estados Unidos, a denigrar de su país. El diputado, dijo: "Venezuela es una enfermedad contagiosa, plagada de narcotráfico, paramilitares, militarismo, y puede hacerle un daño a la región". ¿Este señor es venezolano? ¿Hasta cuándo se les permitirán a estos traidores denigrar del país y sus instituciones sin que les pase nada? Por otro lado, unos señores de la derecha más rancia, condecoraron al funesto Luis Almagro. ¿Qué locura? Aunque usted no lo crea, le impusieron la condecoración "Rómulo Betancourt". Dos de los jalabolas tienen asuntos pendientes con la justicia venezolana, por terroristas. Así están las cosas. ¡Pobre Almagro! ¡Fin de mundo!, caballero.