Después de haber visto y leído los videos y cartas generados por los hijos de Tareck Saab y Nicolás Maduro, no me quedó más remedio que "meter mi cuchara" como decimos los que alguna vez hemos trabajado en la construcción. Para mi generación, que vivimos y sufrimos completica la IV República, eso tiene que habernos afectado.
Llegar, como yó a los 77 años de edad, tener siete hijos y que seis de ellos estén identificados con tus enemigos históricos, con los que te mantuvieron y mantienen en la pobreza, te explotaron y te explotan; te vejaron y todavía te vejan; no solamente a ti, sino a tus padres y abuelos, lo que provocaría es ponerse a llorar y exclamar como el Libertador: "He arado en el mar". O exclamar al cielo: ¿"Que mal hice yó Dios Mío, para merecer este castigo? .Me imagino que muchos padres y madres venezolanos estarán pasando por este viacrucis.
Sin querer dármela de "macho, machote", quiero comunicarle a mi generación mi experiencias personal y como logré superar ese descrito estado anímico y emocional que puede generar el tener, sobre todo, hij@s escuálid@s "y mantener un equilibrio mínimo de armonía familiar. Para eso hay que irse atrás, cuando uno era joven y constatar como actuábamos ante las situaciones que vivíamos con nuestros hijos, recuerda que: "hijo de gato, caza ratón" y en esos tiempos también habían dos bandos: Oficialistas, guanabaneros, puntofijistas Vs. Termocéfalos o cabezas calientes, Comunistas, Guerrilleros, Izquierdistas. ¿Recuerdas en cual lado estabas?
Les confieso que yó era copeyano de "izquierda", siempre estuve en la oposición dentro de Copey y allí milité como trabajador hasta 1984, porque consideraba que sus dirigentes eran mejores personas que los adecos. Yo juraba que eran más honestos e íntegros y puros espiritualmente, pues iban a misa y comulgaban como yó. Mi posición existencial siempre fue la de estar en contra de los que detentaban el poder y de los que me explotaban como trabajador. Aún con muy poca conciencia de clase, yo intuía que existían dos bandos irreconciliables. Eso que Marx llamó Lucha de Clases.
¿Qué me puede extrañar el que ahora mis hijos piensen que yo y mi generación estemos equivocados y en el lado incorrecto, cuando ellos están sufriendo y pasando por vicisitudes parecidas o similares a las que nosotros pasamos?. ¿No nos verán ellos a nosotros como oficialistas derechistas y ellos se consideren ser los izquierdistas cabeza calientes?. ¿No les pasó lo mismo a los Adecos?. ¿Recuerdan al "chino Saher?
Para nuestros padres, la llegada de los adecos al poder, era lo mejor que pudo haberle pasado al país, después de haber sufrido tanta pobreza y represión con la dictadura perejimenista; no intuyeron que habían salido de "Guatemala, para entrar en Guatepeor". Ese "pelón" les costó a nuestro pueblo 40 años mas de dictadura disfrazada de democracia y le hundió más en la pobreza . Es muy posible y eso ya es culpa nuestra, que nuestros hijos hayan sacado las mismas conclusiones de nosotros respecto al régimen que aquí hemos instalado a partir de 1998 y expresen a viva voz que "con los adecos se vivía mejor".
Aun cuando me duele profundamente, que casi la totalidad de mis hijos no me estén acompañando en la construcción de mis sueños, eso no me desconsuela, pues ellos están haciendo lo que yo hice cuando era joven: Luchar, ser rebelde, estar en la oposición, no "calársela" y a mí me corresponde disfrutar la realidad de lo que yo he construido, que no es la de ellos, pues se guían por otros parámetros diferentes para hacer realidad sus propios sueños. Si así no fuera, mayor sería mi frustración como padre.
Jesús dijo que no había venido a traer "Paz" y que los hijos se enfrentarían a sus padres, debido al mensaje que él pregonaba, para que la humanidad se salvará. El Chavismo y la Revolución Bolivariana enuncian que la Paz verdadera sólo es posible cuando está fundamentada en la Justicia, la Igualdad y la Equidad y que lograrla en el contexto del capitalismo, pasa por la lucha de clases y generacional, en la cual los enfrentamientos son necesarios, para materializar las Síntesis según las leyes que rigen al Materialismo Dialéctico. "Así que aunque ahora estamos mal, vamos bien. Por lo menos visualizamos que hay una luz al final del túnel y sabemos quiénes son nuestros verdaderos enemigos.