Luis Britto marca una linea de opinión muy importante dentro de los revolucionarios. Su amplia cultura, su carácter minucioso y acucioso dan base a su merecido prestigio.
En uno de sus últimos comunicados, "Ante el retiro de Venezuela de la OEA", celebra junto a un grupo de intelectuales el retiro de Venezuela de la Organización de Estados Americanos. Dicha organización, tal como lo ha demostrado Britto exhaustivamente, tiene entre sus funciones principales ahogar cualquier intento progresista.
No hay duda, el prontuario de la OEA desde su nacimiento hasta hoy día es la linea de Washington.
La Carta Interamericana Democrática invocada hasta la saciedad por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, para desprestigiar al gobierno venezolano fue suscrita en el 2001 en su paso fugaz por la Cancillería venezolana, por Luis Alfonso Davila, quien después se convirtió en franco opositor de Chávez...pero esa es otra historia. En casi 16 años nadie quiso enmendar el "pequeño error", solo por guardar las apariencias de "cordialidad y sana convivencia".
Ciertamente, deslastrarnos de la OEA ha sido un gran paso. Pero esta decisión debe ir acompañada de una revisión total de nuestra política exterior, reconocer que la integración subregional con los capitalista, con las oligarquías es más bien complicidad. La verdadera integración bolivariana es la unión de los revolucionarios, de los humildes.
Pero llegó el día, con el agua al cuello, y nos tocó retirarnos de la OEA, endeudados (con unas cuotas de algo similar a un condominio), vilipendiados por países como Brasil, Argentina, Paraguay, Perú, Uruguay, Colombia, Chile, en las declaraciones de sus presidentes, que constituyen los pilares de UNASUR Y de MERCOSUR.
Y es allí que vemos con asombro uno de los fragmentos del comunicado de Luis Britto que reza:
..."CONFIAMOS: En las organizaciones internacionales de nuestra región que hemos creado sin la participación, la presencia ni la injerencia de las potencias imperiales, entes como la ALBA, UNASUR y la CELAC, que son defensoras de la convivencia, la cooperación, la soberanía y la paz entre nuestros países y de su armónica relación con los demás pueblos del planeta"...
Hace falta recordar que los mismos presidentes que se han pronunciado desde la OEA en contra del gobierno venezolano dirigen MERCOSUR y UNASUR. ¿Por qué habrían de cambiar su posición política al cambiar de organización, por qué los gringos dejarían de tutelarlos?
Por cierto, el presidente pro témpore de UNASUR es Mauricio Macri, quien a su vez es presidente pro témpore de MERCOSUR, de donde recientemente fuimos suspendidos, y a donde nuestra Canciller Delcy Rodríguez casi tuvo que entrar por la ventana, y al entrar todos se fueron. ¡Ah! Y también le sacaron el hombro en su intento.
Mauricio Macri no sólo es el presidente de UNASUR y MERCOSUR, sino que también es el director de los ocho consejos ministeriales de la UNASUR: entre los que se encuentra el CONSEJO SURAMERICANO DE DEFENSA.
¿En verdad creemos que la UNASUR en este momento va a defender la soberanía de Venezuela? No suena lógico eso.
Es importante entre los revolucionarios no mentir. No colocar aquello que son nuestras expectativas, nuestros deseos, como un hecho real existente. Digamos la verdad siempre. ¡Por fin estamos fuera de la OEA!, pero la diplomacia con la que enfrentamos la arremetida burguesa internacional está errada: Nos atacan por el recuerdo de Chávez, por lo que fuimos. Nos retiramos sin pena ni gloria, peleando con Almagro, pero no con el capitalismo trasnacional, mas bien apoyándolo en lo interno y basando nuestras esperanzas en los mismos países que nos adversan en la OEA.
Estamos fuera de la OEA, sancionados por el Mercosur, y con enemigos declarados dentro de la UNASUR. Preparemos la opinión de los revolucionarios para las dificultades, retomemos el Socialismo. Un ingenuo optimismo definitivamente no ayuda. No hay solución sin Socialismo, sólo así habrá pueblo que responda a las acciones del gobierno.