Mayor asimetría es difícil de hallar.
En aquel sangriento 27/2, el Ejército asesino y antibolivariano, el que enfrentó al pueblo humilde, hambriento y saturado de opresión por parte de los puntofijistas de marras, estaba bien armado y muy desalmado.
Por el contrario, el Ejército bolivariano de hoy se halla muy desarmado, pero muy cargado de amor para todo-todo-el pueblo de ricos y pobres, de bien comidos y de los más humildes que siguen hoy sufriendo de la opresión impuesta por la misma burguesía que ayer disponía del ejército desalmado y requetebien armado.
Vemos que en unos tres años por segunda vez el pueblo humilde sigue poniendo los muertos, inclusive son parte del Ejército, al punto que estos lucen como carne de cañón cuando van a enfrentarse desarmados a "soldados" civiles bien armados y desalmados, a diferencia de los protestante hambrientos de aquel 27/2.