Nuestro Libertador Simón Bolívar, siempre estuvo claro en que la manera de ser de los gobernantes de Estados Unidos de América era el de tener socios, pero nunca amigos, jamás han sabido de amistad y solidaridad, para ellos solo existe el interés económico y así lo demuestran fehacientemente cuando en su unidad monetaria, el dólar, ordenan imprimir la frase en inglés, In God We Trust, queriendo ello significar que para los norteamericanos el dinero es su Dios. En Venezuela algunos historiadores, por pitiyanquis, han buscado comparar la personalidad del héroe norteamericano George Washington, con la de Simón Bolívar, sabiendo ellos que no hay comparación posible, pues la diferencia es del cielo a la tierra. Veamos. Mientras George Washington fue financiado por poderosos sectores económicos para la guerra de independencia y atraer soldados por la paga, Simón Bolívar apenas contó con un voluntariado de pueblo que luchó por el ideal bolivariano independentista. Mientras Washington hizo de aquella guerra un negocio para los ricos, Bolívar sacrificó toda su fortuna personal y la de su familia por lograr la libertad de sus hermanos sur americanos. Mientras que Washington acepta obsequios y donaciones de humildes ciudadanos, en recompensa a la labor cumplida, Bolívar rehúsa todas las riquezas que en agradecimiento le entregaban los pueblos liberados. Mientras Washington se niega a un tercer período presidencial, por retirarse y vivir la paz del guerrero y la admiración de sus conciudadanos, Bolívar acepta por tercera vez una presidencia que sabe complicada, y que termina en traiciones, demagogias y anarquías. Por último. Mientras Bolívar con los demás los libertadores venezolanos, y sus descendientes, libraron arduas luchas por conseguir el mayor bienestar de todos los habitantes del Continente Suramericano, Washington, los soldados que pelearon con él y sus descendencias, fueron anexando territorios para los Estados Unidos, actuando pocas veces por las buenas y la mayoría por las malas, hasta establecer sus dominios desde la Costa Este en el Atlántico hasta llegar a la Costa Oeste en el Pacífico, y a lo largo de este proceso se embelesaron en el exterminio brutal de los indígenas originarios del territorio norteamericano.
Los gobernantes de Estados Unidos no aceptaron la independencia de las colonias hispánicas hasta que el éxito de Bolívar fue un hecho cumplido en 1824. El mal comportamiento de los gobernantes gringos con los latinoamericanos, en el proceso independentista, hace que nuestro genio, el Libertador Simón Bolívar, se pronunciara duramente por tal proceder; y aquí se cita algunas de sus quejas. En carta en carta dirigida a José Rafael Revenga en 1820 … "Jamás conducta ha sido más infame que la de los norteamericanos con nosotros: ya ven decidida la suerte de las cosas y con protestas y ofertas, quien sabe si falsas, nos quieren lisonjear para intimar a los españoles y hacerles entrar en sus intereses"…, pero años antes, en carta dirigida desde Angostura al Señor Bautista Irvine, Agente de los Estados Unidos de la América del Norte, fechada el 12 de octubre de 1818, le dice …"Parece que el intento de usted es forzarme a que reciproque los insultos: no lo haré; pero si protesto a Ud. que no permitiré que se insulte ni desprecie al gobierno y los derechos de Venezuela. Defendiéndola contra la España ha desaparecido una gran parte de nuestra población, y el resto que queda ansía por merecer igual suerte. Lo mismo es para Venezuela combatir contra España que contra el mundo entero, si todo el mundo la ofende"… Estimado lector, esta es la última introducción que presentaré por motivo del escrito final en la exposición del análisis que se ha elaborado y del cual usted sacará su propia opinión. Adelante.
La notable desigualdad entre los países Latinoamericanos enlazados, ha impedido a los más pequeños y débiles sancionar a los responsables de tales agresiones, por carecer de la fuerza y compactación política necesaria, y por ello habría que preguntarse si el temor de Simón Bolívar con respecto a la preponderancia de los EE. UU., señalada con su pluma maravillosa y de forma profética en la carta a Patricio Campbell, no es la más clara expresión de que no es posible la unidad entre desiguales ¿No son estas ideas una clara negación de la concepción Panamericanista? ¿No constituyen estos planteamientos una explicación de la crisis del Panamericanismo representado por la O.E.A.? Bolívar aspiraba a la unidad de pueblos entrelazados por la misma tradición para que sin pretensiones imperialistas lograran el respeto que todo pueblo se merece. La unidad para el Libertador era un camino para la grandeza, sin el sacrificio ajeno; por esa unidad luchó y clamó hasta en víspera de su muerte. Los términos Hispanoamericanismo, Latinoamericanismo y Panamericanismo, presentan insalvables contradicciones; por lo cual su uso debe restringirse a la realidad histórica ideológica y a su preciso significado. La realidad contemporánea de los esfuerzos actuales de unidad Latinoamericana y la fragmentación existente abre un debate sobre estos aspectos. Es absolutamente necesario que en la actualidad se discuta este asunto para que en la conclusión se llegue al acuerdo de que deben existir dos continentes en América. Uno conocido como la América del Norte, de habla anglosajona y el otro conocido como la América del Sur, de habla latina.