El Libertador Simón Bolívar… ¡si comió mangos! (I)

Buena parte de los escritores venezolanos, y también muchos historiadores criollos, afirman que el héroe venezolano, Simón Bolívar no llegó a comer mangos, porque y que la semilla de esta fruta fue introducida al país años después de la independencia de Venezuela; lograda con la Batalla de Carabobo el 24 de junio de 1821. Pero, después de estudiarse algunos documentos, debe darse por cierto que Simón Bolívar si disfrutó el delicioso sabor de esta fruta, el mango, de lo que no se pudo enterar fue si los mangos que saboreó Bolívar fueron de: Hilacha, Bocado, Manga, Pico e’loro o cualquier otra variedad. Vamos pues a contar parte de la averiguación sobre el mango y el por qué se asegura que nuestro Simón Bolívar si comió mangos. De esta sabrosísima y popular fruta, el mango, que tanto disfruta los niños venezolanos y nosotros los adultos también, en verdad muy poco se ha contado sobre su procedencia y las incidencias que puedo haber tenido en la historia venezolana, y hasta cuanto se le debe por saciar el hambre de mucha gente y entrar en nuestra dieta alimenticias, por lo que hoy estimado lector, le contaré algo sobre este manjar que Dios nos ha dado. Comencemos por contar como fue que el mango entró a nuestro territorio, veamos.

Fermín de Sancinenea era un marino nacido en la población de Fuenterrabía, provincia de Guipúzcoa, quien muy joven se embarcó hacia América en un barco de la Compañía Guipuzcoana y, después de varios años de servicio, logró en 1757 que el gobernador de La Española le otorgara el título de Capitán de Mar y Tierra del paquebote Nuestra Señora de la Concepción, con lo que mejoró notablemente su posición, ya que a partir de ese momento tendría bajo su responsabilidad el comando de un buque encargado de transportar pasajeros y correspondencia entre España y los puertos americanos. Por allá en el año 1789 Sancinenea hace constar a su superior, Antonio Valdés, en carta que le enviara el 29 de abril de ese año, que había logrado sembrar en Ciudad Angostura (hoy Ciudad Bolívar), con permiso del gobernador de la provincia, Canela, Clavo de Olor, Nuez Moscada, Pimienta y la del árbol de Mango, precisando que esta última planta es originaria de la isla de Ceilán, en la India. En el citado documento Sancinenea explica el modo cómo repartió las semillas a varios hacendados y vecinos de Guayana, entre quienes se hallaba su amigo Félix Farreras, a quienes les fue informando cuál era la mejor fecha y el método más adecuado para sembrarla y cuidarlas. La técnica de siembra y el cuido de estas plantas le había sido confiada por los hindúes de Cayena, a los que compró las semillas. En esa época los nacionales de la India emigraban en gran cantidad a la isla de Trinidad y a la región guayanesa que ocupaban los franceses y holandeses. Sancinenea se encargó de vigilar la suerte de las plantas cuyas semillas había distribuido en la zona, observando la buena adaptación que iban demostrando. En 1800 le toca atender al botánico alemán Alejandro de Humboldt durante su visita a la ciudad de Angostura.

Además existe otro dato importante y es que Sancinenea remitió al conde de Campoalange, consejero de Estado de Carlos IV, los certificados que avalaban la introducción del Mango en Guayana, estos certificados proporcionados por el gobernador y por el Cabildo de Angostura. La correspondencia la redactó en Aranjuez y fechada el 27 de mayo de 1795, mientras se encontraba en España, en la que aportaba datos de gran interés que le abrieron las puertas del Palacio Real siendo atendido personalmente por Campoalange, quien después de constatar la documentación que le fue consignada, procedió a felicitarlo y de inmediato tramitó su designación como Capitán de Puerto en la ciudad de Puerto Cabello, Venezuela. Años después, cuando se sintió envejecer, solicitó su pase a retiro a don Manuel de Guevara y Vasconcelos, Gobernador y Capitán General de la Provincia de Venezuela, quien accedió a ello y, en consecuencia, le escribió a Carlos IV pidiéndole que le concediera la jubilación requerida en carta fechada el l7 de diciembre de 1803. La solicitud fue aceptada por el monarca, lo que le permitió a Sancinenea regresar a España en edad avanzada, después de haber tenido una vida plena de hallazgos y realizaciones, entre las que se destaca la introducción del Mango en Venezuela.



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José M. Ameliach N.


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