En otras ocasiones me he referido al lenguaje del Presidente Maduro. Un lenguaje que, algunas veces, se sale de lo normal, para caer en lo chabacano, en lo barato, en lo callejero y en lo inapropiado. Usted, señor Presidente, es el jefe de Estado. Y un jefe de Estado debe guardar ciertas reglas y normas que lo hacen diferenciar de las demás personas. La palabra de mandatario debe ser, parafraseando a Miguel Ruiz, impecable. Sobre todo cuando se está frente a una cámara de televisión. Anoche lo observé en el Salón Simón Bolívar del Palacio de Miraflores, hablando delante de muchos jóvenes y personas mayores, como algunos de sus más cercanos colaboradores, sobre la constituyente, y, en especial sobre el tema de "Somos Venezuela". Entonces, innecesariamente, creo yo, tuvo que referirse a un gobernador de la oposición en un lenguaje inadecuado.
Señor Presidente, Nicolás Maduro, usted se merece el mayor de los respetos, como ser humano, pero sobre todo por su alta investidura, pero usted tiene que respetar a todos los venezolanos y venezolanas, independientemente que sean o no de su aceptación. Dice Miguel Ruiz: "…Lo que sueñas, lo que sientes y lo que realmente eres, lo muestras por medio de las palabras (…) No son sólo sonidos o símbolos escritos. Son una fuerza; constituyen el poder que tienes para expresar y comunicar, para pensar y, en consecuencia, para crear los acontecimientos de tu vida. Puedes hablar. ¿Qué otro animal del planeta puede hacerlo? Las palabras son la herramienta más poderosa que tienes como ser humano… Pero son como una espada de doble filo: pueden crear el sueño más bello o destruir todo lo que te rodea…".
En fin, señor Presidente, acudo a usted, por este medio, porque no tengo otro disponible para hacerlo. Espero su tolerancia y su don de oír críticas constructivas. Simplemente soy un humilde venezolano que no ve bien las palabras ofensivas con las cuales usted se dirige a algunos dirigentes de la oposición. Me despido esperando su comprensión y la aceptación de mi crítica, pero, sobre todo, su decisión para la corrección. Esto último es lo que vale.
Agregado:
Señor Presidente Nicolás Maduro, si en algo le ha molestado mi crítica, le pido perdón, ya que no ha sido mi intención. Usted es mi presidente, como lo es de todos los venezolanos y venezolanas, y, como es lógico, le deseo lo mejor de lo mejor en su desempeño como jefe del Estado.
Puerto Ordaz, 14 de junio de 2017