En su momento los llamados papeles de panamá constituyeron una vía o medio, propagandístico, del gobierno estadounidense contra figuras, personalidades de la vida política latinoamericana, sudamericana. A través de esta documentación se buscaba señalar, enjuiciar y condenar ante la opinión pública a líderes de la izquierda sudamericana, no aliados a las políticas estadounidenses, por sus acciones delictivas contra el fisco de cada nación. El resultado, para sus promotores, fue catastrófico, en la acción aparecieron en mayor proporción y principalmente señalados figuras aliadas como Mauricio Macri y toda su familia, David Cameron..., [1] El estercolero fue tan grande que el caso desapareció de la escena propagandística.
Lo propio ocurrió con el caso Odebrecht, desde Brasil y su extensión por toda América Latina y el Caribe, en las primeras informaciones dejaba atónito al mundo. Hasta los Departamentos de Estado y del Tesoro tomaban acciones. La red de corrupción y sobornos a empresas y gobiernos era de proporciones inmensurables, sus tentáculos sirvieron para desprestigiar a Lula Da Silva y derrocar a Dilma Rousseff, sin importar desde luego, que quienes actuaban de acusadores, jueces y verdugos, eran parte de tan entramada y extendida corrupción. Al final eran los títeres al servicio de los más innobles propósitos. ¡Tomar el poder político de una nación por vías no electorales! En este caso, al igual que la trama y propósito de los Papeles de Panamá, en su auge se llegó a señalar la participación de figuras relevantes, aliados incondicionales, de las políticas interventoras estadounidenses, como Alejandro Toledo, Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos...
El caso Venezuela:
En los Papeles de Panamá como en el caso Odebrecht el propósito u objetivo planteado de culpar a Chávez y sus más altos colaboradores en la dirección del Estado resultó infructuoso. Directamente no se encontró relación alguna. Probablemente uno u otro funcionario de rangos y obligaciones medias que al final resultaron estar protegidos por amparos o asilos políticos del gobierno de los Estados Unidos. Lo que si ocurrió, en Papeles de Panamá y con los sobornos de Odebrecht fue el señalamiento e implicación directa de empresarios y dirigentes políticos opositores, ¡Julio Borges y Henrique Capriles, por ejemplo! Y, como en el caso Papeles de Panamá, en la trama Odebrecht, al aparecer señalamientos y vinculación directas de personalidades políticas y empresariales de la oposición venezolana, opuestas al gobierno chavista, madurista, la investigación fue perdiendo fuerza y espacio propagandístico, era necesario y de extrema urgencia su ocultamiento de la vida y el quehacer diario, su desvanecimiento del pensamiento e ideario colectivo. ¡Su olvido! [2]
Desde la Fiscalía General, Luisa Ortega, encargada de la investigación y posterior enjuiciamiento, guardó silencio, ¡en los Papeles de Panamá no dijo ni hizo nada! Lo propio y de igual forma ocurrió con su acción investigativa y acusatoria en el caso Odebrecht, al principio, cuando la propaganda inducia al señalamiento de Chávez, se le presionaba para que actuara, de regreso, de buscar información de la fiscalía brasileña, Luisa Ortega, la Fiscal General, encargada por mandato constitucional de solicitar averiguación penal y aplicación de la justicia contra los implicados, no sólo ¡calló!, esta vez cambió de dirección, de rumbo, de identidad ideológica, política. ¿Qué pasó en Brasil? ¿Por qué Luisa Ortega no actuó como Fiscal General?¿Por qué el silenció? Todo indica, hasta la propia investigación de la prensa estadounidense, que Henrique Capriles, sino el más, es uno de los más corrompidos por los sobornos de Odebrecht.
¡Hoy extraña la relación Capriles Luisa y el olvido del caso! ¿Qué será?
[1] Papeles de Panamá: ¡Cuándo Obama y sus mercenarios se ahogaron en su propio "chocolate"! www.aporrea.org/oposicion/a225916.html
[2] CNN en el rápido y violento derrocamiento de Maduro vs Sobornos Odebrecht www.aporrea.org/medios/a241635.html