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Mala costumbre

Todo parece indicar que lo venezolanos nos estamos acostumbrando a oír el parte del ministro Reverol, o el parte de la pandilla de los 7 a través de las redes sociales (Henrique Capriles, Freddy Guevara, José Luis Oliveros, Lilian Tintori, María Corina Machado, Richard Blanco, Ramón Muchacho). En todo caso, no es nada saludable para una sociedad acostumbrarse a un parte macabro. Un parte donde los protagonistas son jóvenes. Inclusive menores de edad. Para un país de paz, reconocido a nivel internacional, encontrarse de repente incurso en un callejón sin salida y viendo caer a su juventud para nunca más levantarse, no es nada bueno. Lo peor para nuestro país sería el habituarnos a esos partes de muertos y heridos. En efecto, para un país con historia de paz. Para un país amante de la tranquilidad, el diálogo, la conversa franca y amable, así como practicante al máximo de la solidaridad interna y externa, encontrarse, de pronto, entre la espada y la pared, entre la mentira y las medias verdades, entre traidores y oportunistas, entre la vida y la muerte a diario, entre los malos y los buenos hijos, no es nada bueno. Nada edificante. Nada promisor.

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¿Quién le teme a la pandilla’

Pareciera que es el gobierno del Presidente Nicolás Maduro el que le teme a la padilla de los 7. Comprendo que el gobierno, legítimamente elegido por el pueblo para gobernar, tenga que cuidarse de no traspasar la línea amarilla en cuestiones de derechos humanos. Comprendo que el gobierno quiera tener una buena imagen internacional. Todo eso lo comprendo. Lo que no comprendo es que se deje chantajear por 7 desquiciados, al punto que se gozan al gobierno enrostrándole todos los males que padece el país, llegando a casos extremos de ofensas graves, al jefe del Estado, sin que pase nada. Que un grupito ofenda, en sus caras, a los Guardias Nacionales, los amenace, los escupan, les echan excremento, los matan, los queman vivos, y aquí no pasa nada. Ningún país y gobierno del mundo es sometido a un constante chantaje sin que reciban su castigo. Es una inmoralidad lo que vemos. Victoria en la ONU. Victoria en la OEA, pero en lo interno un grupúsculo de malnacidos mantienen en jaque al gobierno. Se burlan a través de las cámaras de televisión, y de las redes sociales.

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¿Quién paga los muertos?

Cuando vamos para tres meses de sometimiento a los caprichos de la pandilla de los 7, hemos perdido a 75 hombres y mujeres, casi todos jóvenes. Al país se le ha producido cuantiosas pérdidas materiales, hasta ahora son incalculables. La gente del gobierno podría decir: "No importa, ya viene la Asamblea Nacional Constituyente y hará lo que tiene que hacer". Por Dios, así no se gobierna. Ningún país permite un acoso como al que se ha sometido a Venezuela, sin que ninguno sus cabecillas este preso. Están pagando los pendejos: jóvenes engañados que los ponen de carne de cañón en las marchas violentas. Están pagando jóvenes de la Guardia Nacional Bolivariana, quienes son sometidos a presiones y ofensas de carácter mayúsculo y cuando se defiende, son inmediatamente acusados por el ministerio público. ¿Saben qué? La pandilla de los 7 no pagará ni un muerto. Esos ya tienen listos sus pasajes para cuando se instale la ANC, el día siguiente alzan vuelo hacia Miami. Y desde allí seguirán echándole vaina al país. Esa es la verdad.

Agregado:

El ministro Reverol afirma que el policía militar de La Carlota hizo uso de un arma no autorizada. Pregunto: ¿Por qué tenía este sargento un arma no autorizada? ¿Quién se la dio? ¿Con qué tipo de armas se les dota a estos militares? ¿Eso es verdad o una frase hecha para salir del paso? ¿Cuándo deben los efectivos hacer uso de sus armas? ¿Cuándo estén muertos? ¿Cuándo estén quemados? ¿Para qué dotan de armas a los Guardias Nacionales y a los policías militares? Eliminen el porte de arma de una vez, y dotan a los funcionarios de una pluma para que acaricien a los terroristas. Ábranles las rejas para que entren a los cuarteles y los destruyan, sin que nada se pueda hacer. Mejor dicho, abran la puerta principal de Miraflores para que entre Freddy Guevara y sus muchachitos inocentes y se erijan en gobierno, después de quemar a quienes estén allí. Y por último: ¿los Guardias Nacionales no tienen familia? ¿Esposas, padres, hijos, hermanos?. El Sargento de la policía militar de la Carlota no tiene familia. ¡Qué país tan bonito! ¡Tan chévere, pues!

Puerto Ordaz, 24 de junio de 2017.