El pensamiento capitalista pretende "en la forma", dicen ellos, "alejar el tema político de la ley", sin embargo, con las leyes hechas a su medida y en su beneficio aplastan los derechos de los pueblos y convierten "la ley para todos" en su ley. Una constitución es el popol vuh para los pueblos, es el tratado por el cual una sociedad se rige en lo político, lo social, lo económico, lo cultural, etc. Por esta razón, las constituciones no son inertes, actúan en la vida de todos; ejercen, para bien o para mal, una acción directa que nos involucra, nos afecta o nos beneficia. Hay quienes se horrorizan cuando se habla de una constitución clasista, pero ocultan, bien por ignorancia o conveniencia, que todas las constituciones elaboradas en la historia de la humanidad tienen un fondo que obedece a la lucha de clases y por lo tanto tienen una connotación política. Cómo lo señaló Marx... "la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases", así que, sería inocente pensar que al momento de surgir esa perenne batalla, en la sociedad esclavista por ejemplo, las leyes elaboradas en ese periodo histórico no tuvieran un signo clasista y en los subsiguientes modelos; feudalismo y capitalismo.
En este contexto nos encontramos en el momento actual de la Venezuela de hoy; el presidente Maduro convoca a una ANC para profundizar la revolución bolivariana, para darle rango constitucional a las misiones sociales, para darle poder a los pobres, para sacarlos de la pobreza y establecer en nuestro popol vuh la irreversibilidad de las conquistas sociales. La derecha nacional e internacional brinca despavorida y recurre a un método de engaño que es el de presentarse ante el mundo cómo los defensores de la actual constitución, la misma que rompieron y quemaron en vida del Presidente Chávez, hoy dicen ser sus "defensores", a esta operación de engaño se suma la fiscal y el converso Rodríguez Torres junto a otros tantos que tienen el tupé de decir qué defienden el legado de Chávez, paradójicamente dicen defender el legado de quien quieren tumbar, "cosas veredes mi querido Sancho" diría el Quijote.
Creo llegado el momento de llamar las cosas por su nombre, estamos en un momento de quiebre histórico y las fuerzas se confrontan en todos los espacios. La burguesía y el imperialismo usa todos sus mecanismos, "pone toda la carne en el asador", y se viene contra la revolución con todo su poder, para ello usa desde el saboteo económico a todos los niveles y en todas las áreas, hasta los comics "inocentes", pasando por los juegos infantiles. En la otra esquina, en la nuestra, en la del pueblo, se planta un obrero que ha demostrado tenerlas del tamaño de las circunstancias y a sabiendas de todos los riesgos se lanza al centro de la batalla asumiendo plenamente el compromiso que le dejara el Gigante Chávez, ese es Maduro, gústenle o no.
En el fondo no es la formalidad de quien convoca o quien no convoca, en el fondo lo que está en juego es la lucha entre la burguesía y el pueblo humilde y eso es lucha de clases. Entre los que se han apoderado históricamente de nuestras riquezas para acumularlas en pocas manos (Burguesía e imperialismo) y quienes hoy en el gobierno hacen un esfuerzo titánico por distribuir esa riqueza a todos y todas a través de pensiones, tarjetas de la patria, viviendas, salud, educación, servicios públicos, alimentos, etc.
Esa es la realidad y la esencia de esta batalla, lo demás es tratar de "perfumar la mier...", como dice Ali Primera en su canto. Siempre nos acusarán de excluyentes, violentos, malandros, mal vivientes, entre otros epítetos que el lenguaje burgués clasista nos lo ha sembrado cómo la lógica de hablar y decir "correctamente" las cosas. Allí los academicistas se regodean de "sabiduría", tanta que no saben qué carajo es lo que estamos viviendo. Los leguleyos recurren en su más refinado estilo a satanizar lo que es la realidad en el fondo; si estamos en medio de una lucha de clases señores ¿Quien lo puede ocultar? ¿Por qué no decirlo y anunciarlo como tal? Ah, a veces caemos en el error de dejarnos chantajear por el lenguaje burgués. Pero, de esta batalla se define el rumbo de estos pueblos, de estas batallas se encauzará la historia de siglos, vamos a decirlo por la calle del medio. Así cómo es menester desnudar a los traidores, a esos que con su cara de inocentones pretenden poner a dudar el liderazgo de Maduro y desde un escritorio bien cómodos, con bastante platica en sus cuentas y viajando por el mundo pretenden hacernos creer que "hay otro proyecto socialista" pero reciben satisfechos las caricias del ego por parte de los imperialistas. Los que han satanizado a Maduro y lo catalogan de bruto, torpe, por citar lo más suave, pero se dejan acariciar por la burguesía nacional e internacional, extrañamente dicen ser "chavistas", pero jamás han recibido amenaza imperialista, cosa que Maduro si recibe todos los días y cada segundo. Esos que escriben por allí y hablan de revolución y salen contentos con aplausos a la Fiscal traidora, o son unos tontos, que hacen el trabajo del imperio gratis, o son unos vivos y están recibiendo algún beneficio bajo cuerda que algún día saldrá a la luz.
Así que, no nos extrañemos cuando la burguesía hable de lucha de clases en la nueva constitución y nos acuse de promover la división... ¡Claro que es y será la nueva constitución reforzada un escenario de la lucha de clases! Solo con una diferencia, esta vez el pueblo elabora su ley, así será, no serán los grandes bufetes de la burguesía quienes harán el nuevo texto constitucional, será un pueblo orientado y guiado por su líder Chávez y Maduro. No hay quien haya demostrado ser más consecuente a Chávez que Maduro, quien lo niegue, o es un mezquino o un tonto. Llegó la la hora pues ¡A votar por la constituyente el 30!...