La MUD, por medio de la Asamblea Nacional, realizará el 16 de julio un plebiscito, el cual ahora denominan "consulta ciudadana". De por si, éste es un hecho único en la historia política de Venezuela. Sería la primera vez que un grupo de partidos convocan a un plebiscito con los fines de derrocar a un gobierno democráticamente electo, ignorando todos los mecanismos de participación política establecidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Este plebiscito convocado por la MUD es la otra cara del plebiscito convocado por el dictador General Marcos Pérez Jiménez en 1957 con la finalidad de continuar en el poder desconociendo el mecanismo electoral previsto en la constitución entonces vigente. Podemos decir que son dos caras de la misma derecha. Hace 60 años fue usado un plebiscito ilegal, desconociendo los mecanismos constitucionales de participación política, para prolongar la dictadura; hoy la derecha propone un plebiscito, en las mismas condiciones de ilegalidad y de desconocimiento de la democracia, como excusa para instaurar una dictadura. A pesar de la ofensiva decidida lanzada por la derecha a favor del plebiscito, y de la inmensa cantidad de recursos con que cuenta para su realización, es clara la improvisación, la incoherencia en el discurso de los líderes y las contradicciones en las instrucciones dadas a sus seguidores, lo cual evidencia que se trata de una táctica impuesta desde afuera a las organizaciones políticas de la derecha. El plebiscito no fue una ocurrencia de las y los dirigentes nativos de la derecha, esa idea les fue propuesta, o mejor impuesta, desde el extranjero. Esta propuesta de plebiscito es "made in Spain".
Es público y notorio, aunque luego maquillaron el video, el discurso del diputado por Primero Justicia a la Asamblea Nacional Julio Borges llamando a la realización de un plebiscito. Le siguieron otros líderes de la derecha en ese llamado. Pero, como Acción Democrática no estaba en el grupo que recibió la orden de realizar el plebiscito, el anuncio le agarró desprevenido al rancio partido de la derecha. Y como la palabra plebiscito le traía un sabor amargo a la vieja guardia adeca, decidieron lanzar una una campaña por las redes sociales donde se hacia un llamado a la militancia de oposición a no hablar de "plebiscito" sino de "consulta", a no hablar de "mesas de votación" sino de "centros de consulta" y no hablar de "votar" sino de "opinar". La orden del extranjero los agarró desprevenidos, sin un acuerdo sobre el discurso.
En los laboratorios donde le diseñaron el plebiscito a la MUD no manejan la historia política de Venezuela. Para los estrategas extranjeros desde el punto de vista lingüístico no habría ningún problema con el término. Por un lado, se inspiraban en una experiencia española. Por el otro, no nos debe extrañar que recurrieran al Diccionario de la Lengua Española, donde un plebiscito es definido como:
1. Resolución tomada por todo un pueblo por mayoría de votos.
2. Consulta que los poderes públicos someten al voto popular directo para que apruebe o rechace una determinada propuesta sobre una cuestión política o legal.
3. (…) [No viene al caso] (ver : http://dle.rae.es/?id=TOBz1gN)
Basándose en esa definición deciden que, a diferencia de la experiencia española en la que se basaron, sea la Asamblea Nacional quien juegue el papel principal en la convocatoria. Recordemos que fue realizada una sesión especial el 5 de julio donde la Asamblea Nacional aprobó el plebiscito.
Pero, como ya mencioné anteriormente, los estrategas extranjeros no habían tomado en cuenta que el único plebiscito, que permanece en la memoria política reciente, fue convocado por un dictador para legitimar su dictadura. Y las y los líderes nativos de la derecha obedecieron la orden recibida sin someterla a ningún tipo de escrutinio y se lanzaron por ese tobogán. Luego que los pensadores extranjeros se percataron del problema decidieron cambiar de "plebiscito" a "consulta ciudadana". Veamos detalles de la experiencia española que le sirvió de inspiración a quienes dirigen con mando a distancia a la derecha venezolana.
En 2013, un grupo de organizaciones políticas españolas, entre las que se destacaba "Marea Ciudadana", convocaron a un "plebiscito ciudadano" para consultar al pueblo sobre temas relacionados con ciertas medidas económicas. La figura de plebiscito, al igual que en nuestro país, no está contemplado en la constitución española. Para justificarlo se basaron en los artículos 1, de la constitución española, donde se señala que "La soberanía reside en el pueblo" y 23 donde se declara que: "Los ciudadanos tienen derecho a participar en los asuntos públicos, directamente (...)". La versión venezolana de este plebiscito se basa en los artículos 5, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que dice: "La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, (...)", el 333 donde se establece que: "(…) todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia", y el 350 donde se señala que: "El pueblo de Venezuela, (...), desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos." Se olvidan en la versión tropical del plebiscito español que en el artículo 5 se señala taxativamente que la soberanía la ejerce el pueblo directamente "en la forma prevista en esta Constitución y en la ley", lo cual descarta automáticamente al plebiscito por no estar contemplado en nuestra legislación. No viene al caso comentar sobre los otros dos artículos porque realmente no sirven de base para el plebiscito sino para tratar de legitimar las acciones violentas que ejecutarán post-plebiscito. En este aspecto se diferencia la propuesta de la MUD de la de las organizaciones españolas.
Como en España no está reglamentada la realización de plebiscitos, las organizaciones convocantes redactaron su propio reglamento para establecer las reglas para su realización. Siendo esta una idea surgida del seno de esos movimientos, lo planearon cuidadosamente y se dieron meses de discusión para su preparación. Este fue el plebiscito en que se inspiraron los asesores que trabajan para lo jefes extranjeros de la MUD.
Para más detalles sobre esa convocatoria visitar, entre otros, los sitios: http://plebiscitovinculanteya.blogspot.com/ y https://plebiscitovinculante.wordpress.com/. Todos los parecidos de estas propuesta con el plebiscito de la MUD no es ninguna coincidencia.
Dada la premura, a la MUD no le dio tiempo de elaborar un reglamento para el plebiscito. Hubiera sido un movimiento muy torpe y revelador copiarse el reglamento del plebiscito español referido aquí. Situación que les ha llevado a una serie de contradicciones. Por razones de espacio mencionaré solo dos: 1) las mesas itinerantes y 2) la posibilidad de auditar los resultados. Sobre el primer punto, tenemos que el coordinador municipal de Voluntad Popular en el municipio Caroní, del estado Bolívar, Luis López Medrano afirmó que la MUD no ha designado a miembros para que recojan firma a domicilio ni tampoco mesas itinerantes (citado en: http://www.nuevaprensa.com.ve/VP%20activa%20su%20estructura%20para%20el%20plebiscito%20del%20domingo). Mientras que sabemos que si recolectarán firmas en las casas, en efecto, pareciera que están recogiendo firmas desde hace varios días. Sobre el segundo punto, tenemos que no será posible realizar ninguna auditoría independiente d elso resultados porque destruirán las planillas de manera conveniente. El diputado a la Asamblea Nacional por Acción Democrática, Negal Morales señaló que: "Después de haber sido registrado (el elector) y totalizada el acta (esta) va a ser quemada, porque no vamos a dejar que ningún funcionario del gobierno tenga acceso a los nombres y apellidos de la gente" (citado en: http://bolivarcucuta.com/gobierno-venezuela-se-alista-plebiscito-constituyente/)
La MUD no podía dejar de darle el toque de "república banana" al plebiscito. El totalitarismo está en sus genes. Sus sueños de una dictadura militar no le abandonan. Para la derecha, este acto político tiene, como lo publica uno de sus aparatos ideológicos: "(…) el fin de conmover (...) a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), a fin de que se coloque al lado de pueblo y de la defensa de la Constitución" (El Nacional, 4 de julio de 2017, ver: http://www.el-nacional.com/noticias/oposicion/claves-para-entender-plebiscito-convocado-por-mud-para-este-16j_191348). Lo cual se concreta en la segunda pregunta: "¿Demanda a la Fuerza Armada Nacional y a todo funcionario público obedecer y defender la constitución del año 1999 y respalda las decisiones de la Asamblea Nacional?" En la cual, dicho sea de paso, la MUD desconoce que nuestra fuerza armada es Fuerza Armada Nacional Bolivariana.