Confieso que escribo el presente a las cinco de la tarde del día domingo 16 de Julio de 2017, y el sentido de la fecha y hora está ligado al posible desideratum del resultado de dos eventos simultáneos, uno absolutamente legal, promovido por el Consejo Nacional Electoral, organismo que constitucionalmente está facultado para este tipo de actividad y por otro lado, un plebiscito que cambió de nombre antes de nacer al de "consulta popular".
El caso es que de acuerdo a informaciones preliminares el primero ha sido de una asistencia conmovedora dado que solo se trató de un simulacro, el otro dudo mucho conocidos los actores del mismo que surja información concreta y fiable, ya conocemos estos eventos llevados adelante como es este caso, bajo los efectos de la desesperación, independiente del resultado de este último podemos asegurar que la verdad sea de nuevo víctima y al ser de esta manera, la información surgida en cuanto lo que venderán a los medios nacionales e internacionales y con aval de las joyitas de expresidentes "observadores", será suficiente para continuar con el plan previamente concebido, lo que demostrará fehacientemente que la farsa se convertirá en combustible para arremeter con más fuerza en el intento de sacar de Miraflores al Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela.
Es decir que se impondrá la agenda del arrebato y no habrá manera de evitar lo que todos sospechamos a buen decir, la violencia tratarán de utilizarla en función de arreciar el desparpajo de una actuación política de claro signo insurrecional y golpista, creo que no esperarán el resultado de la votación del día 30 de julio, y tratarán bajo el espejo de la miradas y comportamientos de países y personajes del exterior, justificar las acciones que de antemano sabemos tienen planificadas.
La lección dada por el pueblo venezolano no será contención para sus intenciones, a través de lo que llaman un gobierno paralelo de clara desobediencia a la legalidad y bajo principios de guerra por todos los medios posibles, lo cual se debe traducir según ellos, en el fin del chauvinismo, ignorando ex profeso cualquier resultado constitucionalmente valido y jurídicamente inexpugnable.
Esto nos indica que debemos estar debidamente preparados en acción y reacción, ante las desventuras que esta gente que pareciera jugarse el cielo en esta oportunidad, están decididos aún disminuidos en lo cuántico, con fuerza en el financiamiento y apoyo internacional. Nos queda entonces, defender la Revolución ante tal amenaza y apoyar sin miramientos para los lados al Presidente Nicolás Maduro que ha dado demostraciones recurrentes de lucha por la paz y el bienestar del pueblo venezolano