Al filo de la medianoche, a las 11:55 p.m., la Comisión de Rectores del Plebiscito, en la voz de su emisaria la rectora Cecilia García Arocha, una vez contabilizada la voluntad soberana de los venezolanos en un 95% ha anunciado al mundo que 7.186.180 demócratas le han dicho SI, Si y si a Maduro, que traducido a su idioma pendenciero significa un triple y contundente NO queremos y rechazamos la imposición de una constituyente el 30J, NO queremos que tus fuerzas desalmadas nacionales continúen con su atropello al pueblo y NO queremos que nos gobiernes, demandamos de conformidad con la CRBV la realización de elecciones generales, pues como bien lo sentencio el Dr. Domingo Alberto Rangel: "El socialismo oficial venezolano es una pirotecnia demagógica para encubrir las lacras que sobrelleva el país; el burladero detrás del cual se refugia una camarilla que no está con los explotados, pero sí con los explotadores"(1).
En 1999 Chávez logró que 3.516.558 venezolanos respaldaran su propuesta constituyente y ahora 18 años después el doble 7.186.180 rechazan a Maduro su constituyente socialista. Esa votación casi iguala los 7.726.066 votos obtenidos por la MUD en las parlamentarias del 2015 y los 7.270.403 votos de Capriles en las presidenciales del 2014, con la diferencia que en las elecciones parlamentarias del 6D – 2015 se distribuyeron 14.515 centros de votación y se instalaron 40.601 mesas electorales. En el Plebiscito del 16J – 2017 sólo 2.023 puntos soberanos en espacios públicos abiertos y 15.000 mesas, en tan sólo 15 días con poca publicidad, pero funcionó el radio bemba. Que tanto en el 2014 y en el 2015 los empleados públicos y los integrantes de los cuerpos de seguridad del Estado votaron libremente. Además es importante destacar que del total anunciado 693.789 votos el 9,65% corresponden a venezolanos que viven su exilio en diferentes países del mundo. En definitiva fue una jornada cívica sin CNE, sin plan república y sin el apoyo de los grandes medios de comunicación nacionales, donde ganó la DEMOCRACIA y se demostró que las elecciones son de carácter civil y ninguno de los actores antes nombrados hizo falta.
A partir de este 16 de julio, Venezuela revive un futuro esperanzador, por eso tomo prestadas las palabras de un Mártir de la Democracia que murió consumido por un cáncer en las cárceles de la dictadura, cuya vida y legado deben ser "Símbolo de la Venezuela combatiente"(2), para significar la importancia de este 16 de julio, porque ayer como hoy tiene vigencia lo expresado el 24 de diciembre de 1952 por Alberto Carnevali (1914 - 1953) en su memorable manifiesto intitulado "A la Rebelión Civil…": "Debemos iniciar con audacia una implacable ofensiva de rebelión civil en todos los campos de la vida nacional. Todos los partidos, todos los hombres y mujeres, todos los venezolanos dignos debemos desatar una coordinada y certera acción multitudinaria hasta lograr poner a la tiranía… en la mortal disyuntiva de reconocer la soberanía o aniquilar sangrientamente a todo el pueblo venezolano"(3)
Señor presidente, el pueblo venezolano se ha expresado mayoritariamente, ahí tienes la encuesta de que tanto te burlaste, definida en una sola palabra: aplastante versus tu feria electorera escuálida. En la primera la gente fue libremente y en la segunda obligada, amenazada y chantajeada en su gran mayoría, quien te aconsejo medir fuerzas de manera separada el mismo día es tu enterrador y del chavismo también Q.E.P.D.
Llego la hora del despertar de la conciencia dormida del venezolano(a), parafraseando a González Prada debemos decir nuevamente aunque suene áspero y lapidario, ha llegado el momento de: "Los jóvenes a la política; los viejos a la tumba". Ya basta de politiqueros insepultos que con actitud descreída no entienden que su tiempo paso, que son parte de la historia a la que no queremos ni debemos volver. Aunque en Venezuela hay muchos hombres y mujeres de edad prolongada, pero con juventud de espíritu y sin vicios. A estos últimos todavía es necesario tenerlos al lado nuestro.
La obra que está por iniciarse en Venezuela debe ser emprendida por hombres jóvenes, pues debe ser una labor optimista, de fe y sobretodo de confianza en las grandes posibilidades de nuestro país y su gente. Ante ese reto deben los señores senectos y calculadores (dígase: Henry Ramos Allup, Julio Borges, José Vicente Rangel, Andrés Velázquez, William Dávila, Ramón Guevara, Jesús Alberto Barrios y pare de contar, sin mencionar los actores locales (en Tovar) que están bastante desteñidos) que desconfían de lo que está haciendo la juventud venezolana y de manera especial los estudiantes, hacerse de lado, buscar su querencia con honor. Lo dijo Don Rómulo Betancourt, a propósito del golpe de 1945: "Somos un pueblo que puede ser gobernado impersonalmente, no por régulos imperiosos, no por gente despótica, sino por hombres que en la gestión de la cosa pública actúen apegados a textos legales (A la moribunda)".
Una de las tareas principales en lo inmediato, constituido un nuevo gobierno de amplitud es revertir la condición de un ejército que sirve a ambiciones personalistas, en un ejército nacionalista en el verdadero sentido de la palabra que esté dispuesto a respaldar las instituciones y mantener una posición política no deliberante sino de resguardo de nuestras fronteras, que controle el narcotráfico, que meta en cintura al contrabando y garantice la seguridad ciudadana. A partir de hoy somos un pueblo que está irrevocablemente dispuesto a hacer su propia historia y ya nada ni nadie lo detendrá.
Referencias:
- Ramón Hernández: El suicidio de la izquierda. Conversación con Domingo Alberto Rangel. Editorial Libros Marcados. Caracas, 2010. pág. 106.
- Así lo definió Manuel Alfredo Rodríguez. México, mayo, 1955.
- Manuel Alfredo Rodríguez en: Alberto Carnevalli. Vida y acción política. Reedición homenaje de José Agustín Catalá. El Centauro, ediciones. Caracas, 1999. pág. 63.
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