Alternativa coyuntural Importación pareja y CLAP

Mientras nuestros cultivos agrícolas, metalmecánicos y artesanales en general comiencen a darnos suficientes cosechas para el consumo productivo y consuntivo de ciertos meses con reservas para otros tantos, el gobierno debe asumir una postura importadora de bienes terminados a todo trance para acabar definitivamente con estas restricciones de oferta de bienes y de comerciantes irregulares o especuladores.

Disponemos de bastante crédito internacional gracias a la reserva potencial de riqueza que nos caracteriza en materia de bienes de uso muy necesarios por parte de nuestros proveedores del comercio internacional latino, euroasiático, africano y australiano.

Cuando ocurren desgracias naturales, sólo las importaciones evitan la hambruna circunstancial, y esta desgracia actual, de índole contranatural y cacopolítica a todas luces, no tiene menos fuerza destructiva que las naturales.

En consecuencia, a importar de lo lindo, a competir con arrojo, a solicitar de cada venezolano honesto y patriota su colaboración en cayapa para el abastecimiento y blindaje de los CLAP sin mayores demoras y con mayor frecuencia en sus entregas. Los CLAP son un forma de produccion y abastecimiento coyuntural mientras pasa este aguacero,

Deben multiplicarse los centros de acopio de dichas cajas y bolsas de la cesta básica para, a manera de abastos donde acudan cualquier día los ciudadanos del entorno inmediato, y sólo ellos, una dos o tres veces al mes según su tamaño familiar, y preasignadas, según el CARNET de la PATRIA, de tal manera que cada familia pueda disponer o montar la olla con dichas cajas.

Complementariamente, el Seniat y el Carnet de la Patria son herramientas que perfectamente permitirían determinar el monto de la especulación sufrida por el consumidor venezolano durante los últimos 12 meses. Bastaría con cotejar el monto de ingresos declarados durante los 4 años anteriores.

Los estados financieros de ingresos y gastos permitirían detectar los costes basados en una paridad ilegal ajena al Precio Justo.

Cómo es de inferirse, el Carnet de la Patria pasa a ser el Carnet medular que remplazará en breve a la tradicional cédula de identidad que ya huele a obsolescencia.

Quienes carezcan de esa credencial pasarían a ser en un futuro casi inmediato, sencillamente, personas indocumentadas, ya que son credenciales excluyentes desde el punto de vista de la nacionalidad y de otros datos curriculares, sociales varios, pero, con omisión expresa de afiliaciones políticas de ninguna índole tal como lo ha sido la Cédula de identidad cuya dotación al ciudadano estuvo censurada descaradamente en favor de los gobernantes de otrora.

Por ejemplo, ya ningún venezolano ni venezolana podrían abrir cuentas bancarias sin esa credencial; no podrían registrar ninguna compraventa de inmuebles o de determinado valor en adelante; no podrían inscribirse en el sistema de educación, ni contraer matrimonio, ni viajar, cosas así.

De perogrullo, quienes desprecien el Carnet de la Patria estarían despreciando la patria misma, razón por la cual podrían perder todos los derechos constitucionales consagrados sólo para nacionales y/o debidamente nacionalizados.

El carnet de la patria simplemente actualiza la identificación ciudadana con abstracción de distingos de todo tipo de discriminantes sociales característicos de toda sociedad clasista aplastada por la correspondiente clase dominante, por ahora, y en especial, la burguesía comercial rentista y parasitaria que registra la Historia de Venezuela.



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Manuel C. Martínez


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