Nicmer Evans: un socialdemócrata más

Dice el oportunista: "Hoy el conflicto de Venezuela no se resume en un conflicto de clases, en especial porque aquí difícilmente existe una burguesía que enfrentar. Hoy lo único que hay que enfrentar es una cúpula corrupta y neototalitaria."

Nosotros no compartimos estas dos ideas porque creemos que precisamente es en la cultura del egoísmo, en la burguesía y sus valores de exclusividad, lujo y prestigio, donde nace, crece y se reproduce la corrupción y las inclinaciones totalitarias; estos son males del capitalismo.

Para él no hay una burguesía qué enfrentar porque debe estar muy cerca de ella ¿Cuál será el carácter fundamental en la propuesta de Nicmer, que lo distancia del PSUV, Primero Justicia o Acción Democrática, considerando que no cree en la lucha de clases? ¿Por qué su "carta abierta" es para la izquierda y el chavismo crítico y no para el chavismo y punto? Porque está más cerca de la derecha socialdemócrata.

Luego dice: "Un frente antitotalitarista debe superar el control de otra vieja casta política expresada en la MUD, para convertirse en un espacio despolarizado, que avance con un objetivo común: superar el neototalitarismo para la restauración de la vigencia de la CRBV y de la democracia."

Es el típico lenguaje electorero. Pero olvidando eso por un momento, aquí cabe una reflexión no tan superficial como las interpretaciones que hace Evans de Marx. Hoy no es la misma época de Marx, es cierto, hoy el capital se ha concentrado mucho más en mucho menos manos que hace cien años. Hoy la burguesía es más poderosa, más oligárquica; hoy hay más pobres y más pobreza (quiere decir que hay menos clase medie); más hambre, más guerras, y los gobiernos más totalitarios son los más capitalistas. Por ejemplo, en tiempos de la segunda guerra mundial el peor totalitarismo del mundo fue el Estado Nacional Socialista, Hitleriano, apoyado por una burguesía rancia, prusiana alemana, acereros, fabricantes de armas, traficantes de petróleo y recursos minerales, heredera de terratenientes provenientes de una aristocracia decadente y oportunista. Y apoyado por la burguesía y el capitalismo mundial, desde Henry Ford pasando por Exxón (Rockefeller), hasta la GM. Se trata de la misma burguesía que ahora le parece a Evans que es una clase inexistente, inofensiva, muy democrática cuando se lo propone; la misma que acompañó al tirano Juan Vicente Gómez, al tirano Marcos Pérez Jiménez, al tirano de Rómulo Betancourt sin preocuparse mucho por respetar alguna constitución a alguna elección democrática, por lo menos hasta que el "gran jefe del gran imperio", los EUA, se los ordenara.

La burguesía, es decir, esa clase social que en nada le preocupa a Evans, además de ser el sustento de toda "tiranía", dictadura, régimen neototalitario, o como quiera llamarlo es el corazón ideológico del capitalismo "salvaje", como lo apodaba el profesor Juan Nuño. Negar la existencia de clases sociales antagónicas demuestra una gran voluntad de ignorancia, ganas de no ver lo que está a la vista. Porque hay quienes no se percaten de las clases sociales antagónica por pertenecer a una y a la vez aspirar y vivir como si se pertenece a la otra "con la mirada siempre dirigida hacia lo alto", o sea, por problemas serios de personalidad. Pero eso no es ciencia, es un sentimiento confuso que hace a muchos creerse desclasados, por el solo hecho de vivir así: a sueldo y con la "mirada hacia lo alto".

Nosotros no somos tan ingenuos, por eso queremos hacer una revolución social contra la hegemonía ideológica, política y económica de la burguesía, o sea, contra la clase de los capitalistas. Defendemos la Constitución porque fue obra de un revolucionario que sí creyó en la lucha de clases y en el socialismo. Nosotros defendemos la Constitución porque fue impulsada por Hugo Chávez, que quiso hacer una revolución pacífica, pero hacer una revolución al final. Su propósito explícito fue cambiar de raíz la sociedad burguesa existente, derrotar al reformismo y a la socialdemocracia; con la Constitución no pretendió afianzar la democracia burguesa representativa, el show democrático burgués quinquenal, la alternabilidad del poder, lo que parece es la máxima aspiración democrática de la socialdemocracia.

Nicmer Evans es eso, un socialdemócrata pequeñoburgués disimulado de gente de izquierda, porque se le opone a otro socialdemócrata como él, que, como quiere ser como Chávez a como dé lugar (por lo menos dos años más, sin ninguna alternabilidad en el ínterin) el lo considera neototalitario, y además se opone, como renegado de la derecha es, a la MUD..

Lo cierto es que el llamado totalitarismo de Maduro nunca sería tan distinto al de cualquier otro (inclusive, así haya alternabilidad), mientras los que den las órdenes sean los capitalista, mientras los dictámenes vengan de la misma burguesía de siempre, a la cual el disculpa por creer que esos antagonismos de clases que ya no existen. "Cerrar filas" con ese señor sería peor que sufrir a Maduro y al Madurismo dos años más. Con Nicmer Evans nosotros no vamos ni a la esquina: somos socialistas y chavistas (como tampoco lo haríamos con el Maduro y el Madurismo que coquetea con la socialdemocracia, con la Mud, con la empresa capitalista y con la Clase burguesa); nosotros decimos ¡Horror a la oligarquía!: porque ese sentimiento demócrata burgués con su alternabilidad de poder y todo, así sea constitucionalista, representa lo mismo que siempre ha movido a la corrupción y al totalitarismo, o sea, la codicia; encarna todo lo que más odiamos en el mundo, representa al oportunismo, al capitalismo, a los ideales burgueses y a la pacatería pequeñoburguesa, todo eso junto.

¡Claro que existe una lucha de clases sociales! ¿O acaso ese señor cree que ser clase media y pequeñoburgués lo exime de pertenecer a una clase? Bien, el señor Evans es de la clase de los "desclasado" clase media, lo peor que hay en consciencia de clases, porque es un empleado a sueldo (o un pequeño empresario, no se sabe) que mantiene "la mirada puesta hacia lo alto"; lo llaman clase media, mediano, que vive en la medianía, en el promedio, mediocre, ni frío ni caliente, ni fu ni fa, ni malo ni bueno, ni esto ni aquello. No creo que su falta de definición convoque en el país algo bueno, o que valga la pena defender u apoyar; sin manifestar alguna definición de clase clara eso no es posible, él es como neutralmente de derecha.

Evans es otro oportunista más que está pescando dividendos políticos dentro de una marea de incautos y confundidos, igual como lo hace Maduro dentro del chavismo y la MUD dentro de la eterna clase media que Evans dice que no existe (o que es para él la única clase que existe, no lo sabemos).

Marcos Luna 07/08/2017

 

 



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

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