Carta abierta a la CANTV (II)

Hará como una semana que el vandalismo de la oposición, ese mismo que está participando en las elecciones para gobernadores, se ensañó con los cables de la CANTV. Las consecuencias para esta urbanización de 1500 viviendas no podrían ser más calamitosas. Y no sólo porque nos hemos quedado incomunicados, ya que no tenemos ni teléfono ni internet, sino porque además los puntos de venta de los negocios que existen en este conglomerado habitacional, tampoco funcionan. Y si se toma en cuenta que un elevado porcentaje de personas, debido a la crítica escasez de efectivo provocada también por la oposición,, utilizan la vía electrónica para efectuar sus compras, se podrá comprender la situación tan difícil que está viviendo esta nutrida comunidad. .

No ignoramos las serias dificultades por las que en estos momentos debe estar atravesando la empresa, la cual ha tenido que atender también, en otras partes del país, el sabotaje que los vándalos que se oponen al gobierno han estado perpetrando contra la red de fibras óptica, lo cual implica, como es de suponer, costosas pérdidas tanto para la empresa como para el país. Sin embargo, si por algo se ha caracterizado la CANTV ha sido por su comprobada vocación de servicio, lo cual la ha llevado a realizar una actividad de óptima calidad. Y han sido precisamente estas encomiables características, las que han hecho de ese ente público un modelo de eficiencia, digno de ser imitado por otras empresas del estado, entre ella la encargada de suministrarle el agua potable a los hogares de Maracaibo. De allí que no dudemos que más temprano que tarde este grave problema que confronta la Urbanización Rafael Urdaneta de Maracaibo, será satisfactoriamente solucionado.

Tan bien se ha venido desempeñando la CANTV después de la nacionalización, que esta es la segunda vez en muchos años que me dirijo públicamente a ella. Y no para cuestionarla sino para reconocerle esa excelente labor. Todo lo contrario de lo que sucedía anteriormente. Antes, cuando estaba en manos privadas y para colmo en manos extranjeras, apenas pasaban quince días sin que tuviera algo que reclamarle. Porque cuando no se caían las llamadas, eran las averías las que nos impedían comunicarnos. Y cuando no eran las averías que provocaban nuestras protestas, entonces eran las llamadas fantasmas al exterior o a celulares que jamás habíamos realizado. Con la CANTV ocurre algo muy parecido a lo que sucede con los árbitros en el béisbol. Porque si en un juego de este deporte no se mencionan a los "umpire", es porque su trabajo ha sido tan impecable, que ha pasado inadvertido, es decir, no han incurrido en sentencias dudosas.

Y en relación con los autores del robo de los cables, hemos podido conocer que los autores del mismo fueron quince sujetos jóvenes, entre mujeres y hombres. También nos pudimos enterar que viven u organizan sus operaciones de sabotaje que viven o planifican sus asaltos en el sector Arismendi de la parroquia Cecilio Acosta de esta ciudad de Maracaibo.

Y apropósito de sabotajes, sorprende, por decir lo menos, que un declarado enemigo del país, un agente convicto y confeso del imperialismo yankee, un sujeto, en fin, que tanto daño le ha causado a esta región con sus acciones terroristas, como lo es Juan Pablo Guanipa, alias perro de agua o tequeño crudo, esté optando a la gobernación del Zulia. Y sorprende, decíamos, porque ¿a nombre de qué se podría obviar hechos tan graves como la quema repetida de la sede de Vivienda Venezuela, donde incluso hubo muertos y heridos? ¿O la quema de personas vivas, como ocurrió en el Milagro con el chofer de un camión? ¿O la tala indiscriminada contra de la jardinería de la ciudad? ¿O el incendio de unidades del transporte colectivo con pasajeros adentro? ¿O este, que ha dejado incomunicado a una numerosa comunidad? No creemos que la tolerancia con los desafueros criminales de bandidos como este pueda llegar a tales extremos.

NOTA: como lo hemos venido pronosticando desde hace bastante tiempo, los controles de precios compulsivos no han servido para otra cosa que para crear distorsiones tan graves de nuestra economía, que rubros como un miserable bollo de pan esté costando 600,00 y hasta 700,00 bolívares. O que un kilo d azúcar se esté vendiendo en 20.000,00, y que un huevo 1.600,00. Afortunadamente, por fin el gobierno se ha dado cuenta, aunque un poco tarde, hay que decirlo, de esta situación, y ha decidido eliminar estos controles. Sin embargo, lo ha hecho para establecer en su lugar un concertado sistema de precios que por ser el mismo musiú con diferente cachimba no va a producir ningún cambio en cuanto al incremento desmesurado de los precios se refiere..

Ojalá que el gobierno se dé cuenta de la imperiosa necesidad de eliminar también este nuevo sistema de fijación de precios; sistema que lamentablemente tampoco va a impedir que continúe la explosiva escalada de los mismos. ¿Qué se debe hacer entonces? Según nuestra modesta e ignara opinión, lo que hacen todos los países del mundo, es decir, liberarlos. Pero en nuestro caso, acompañar esa medida con los claps. La cuestión es que este mecanismo debe mejorar un ciento por ciento, porque hasta ahora no ha servido ni siquiera como paliativo, y mantenerlo hasta que la economía comience a recobrar de nuevo su funcionamiento normal. ¿Ventajas? Varias, veamos: desaparición del contrabando de extracción; desaparición de los bachaqueros, fin del desabastecimiento, fin de la guerra económica. Aumento de la inversión y la producción; retoma de la senda del crecimiento económico; una notable mejoría del riesgo país y, sobre todo, se conserva el gobierno.

Por último, los únicos controles que se deben mantener son lo que controlan el sector panadero. Puesto que la mayoría de los dueños de panadería son, sin atenuantes, unos verdaderos malandros.



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Alfredo Schmilinsky Ochoa


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