Luis Vicente León, el de Datanálisis, sostuvo que el peor de los escenarios para la MUD y el gobierno, que pudiera decirse para el país, según lo que piensa, es el surgido de las elecciones del pasado domingo. Tal apreciación, desde la perspectiva de cierta izquierda, pudiera ser deleznable, pues esta podría considerar que ahora el gobierno tiene mejor posicionamiento y hasta sería mejor si gana en Bolívar como dice haberlo hecho. Que de paso nosotros lo deseemos sobre todo por la "calidad" del candidato opositor.
Las predicciones de León parecen tener mucha lógica, pero parten de lo no real e invenciones, acomodos, lo que no niega las dificultades que se avecinan pese lo sucedido realmente. Según él, la oposición se negará a acatar los resultados, pues tal como son, parecieran resultar de una triquiñuela del CNE. Es decir León, quien en veces parece ser un analista serio y hasta comedido, por no atreverse a asumir la verdad, la que emanó de las urnas, tal como pasó en las recientes elecciones Constituyentes, las mismas que predijeron estos resultados, por el cansancio de la gente ante la política impuesta por el sector más violento de la MUD y factores exógenos, aquellos que hablan por la voz de Luis Almagro y otros, que ahora nada disimulan, optó por decir lo que los opositores y sobre todo los violentos quieren que se diga, que este domingo 15-10 también hubo un fraude como cada vez que la oposición pierde; tal como dijo el candidato perdedor en Ecuador.
Pero en su breve análisis, aparte de lo dicho, pintó un cuadro que pareciera no estar lejos de lo que se avecina. Primero lo que está planteado, la oposición no acatará los resultados porque no hay forma que ella admita la realidad. ¿Cómo asumirse perdedora y tan feamente sobre todo ante aquellos que le ha ofrecido sacar a Maduro y al chavismo tempranamente? ¿Cómo ponerse esperar confiada y embargar a los suyos del mismo espíritu hasta las elecciones presidenciales después de este marasmo?
Pero más allá de la MUD están las fuerzas externas, por cierto muy "enternecidas", como el gobierno panameño, el canadiense y hasta de la Comunidad Económica Europea, que no lo hacen ante los pequeños países caribeños, como Dominica, casi destruidos por huracanes, pero sí por Venezuela, a la que por cierto no le ofrecen ayuda para remontar la crisis sino "medidas económicas" para agravarla. Esto que todo el mundo sabe porque lo que tienen como meta esos países, encabezados por Estado Unidos y el señor Trump, es deshacerse de este gobierno y cualquier otro que estorbe sus planes de dominio, usando el método que sea, hasta la guerra.
Los resultados del 15-10, que no son un invento de Tibisay Lucena, sino la decisión del pueblo venezolano, al margen de lo que uno pueda pensar del gobierno de Maduro y sus dificultades, obligan a sus opositores, los de dentro y fuera a redoblar sus fuerzas para destruirlo a menos que este opte por entregar las llaves, las claves y hasta el catre. Maduro no podrá siquiera cantarle "el catre yo no lo vendo", porque las aspiraciones de aquellas fuerzas son insaciables.
Los resultados del domingo 15 próximo pasado que se tradujeron en un enorme fracaso del sector opositor por las razones que ellos bien conocen y que con detenimiento nosotros y centenares de articulistas han expuesto, pudieran generar, sin dificultad ninguna, como bien lo dice León "más radicalismo o endurecimiento" en el sector oficial. Eso es una opción posible, como también lo es, que este fortalezca su idea que "no hay novedad", todo está bien y sigamos tal como veníamos, lo que en nuestra opinión es el mayor riesgo que corremos. Sin negar que pudiera atreverse a proceder como sería pertinente y aspiramos, dado este respaldo tan contundente. Pero León si cree que el sector más radical de la MUD – esto lo dice sin ambages- pudiera tomar el control del bando opositor y reiniciar, hasta con mayor violencia, las acciones del pasado reciente.
Si. Como dice León, esa es una opción. Pero pudiera haber otra. Las elecciones primarias de la MUD, por las razones que fuesen, se convirtieron en un rotundo éxito de AD y ahora, de las cinco gobernaciones que perdió el gobierno, cuatro las ganó el viejo partido de Betancourt. Esta fuerza que, pese lo que se pudiera decir de ella y el señor Ramos Allup, más UNT de Rosales, más ganados por razones de historia y cultura a complotar con militares y no para esas luchas que son "como más complicadas y riesgosas", pudieran si se insuflan ánimos y voluntad enrumbar sus luchas por la opción electoral, en la que también se mueven a gusto, en espera de mejores tiempos, en vista que los más recientes le resultaron ventajosos. Pero todavía falta por incorporar al análisis la posición actual de la tendencia o grupos que encabeza Henry Falcón, quien habiendo perdido las elecciones en Lara ha reconocido con gallardía su derrota, lo que lo enfrenta a factores de la MUD y hasta contradice las opiniones de León. En efecto, ha dicho Falcón, sin manifestar duda alguna, "responsablemente yo digo, nosotros perdimos, así de sencillo".
Lo determinante aquí, esto no lo dice el señor León, porque quien quiere vivir aunque sea en Venezuela, con toda "la calidad posible del mundo", no se mete en vaina, es que el rumbo que tomen los acontecimientos en Venezuela no lo va a marcar la MUD, ni los extremistas o radicales de ella, sino los factores exógenos, como el Departamento de Estado y los grandes intereses de EEUU, ni siquiera Canadá y la UEE , porque estas entidades sólo forman parte del cuerpo de baile. Pero tendrá al frente al pueblo de Venezuela, más allá de los grupos que gobiernan, que aprecian su soberanía, libertad y derecho a manejar sus asuntos sin injerencia extranjera.
Desde nuestra perspectiva el futuro inmediato pudiera coincidir y no con lo que dice el señor León, pero por motivaciones distintas a los resultados electorales y menos porque sea cierto lo que dice, sabiendo que miente, como que el domingo, en las elecciones de gobernadores, se consolidó un fraude. Este ya es no sólo un viejo cuento de camino, una monomanía, sino una como demasiado historieta infantil para que un encuestador acucioso como él la repita, para no chocar con la MUD y quedar bien dentro de lo que con posterioridad se decida allá en los altos cenáculos donde se diseña y decide la política opositora a seguir en Venezuela que tiene a los integrantes de aquella organización como carros chocones.
Además, lo que sucedió el domingo, fue la decisión libre de los venezolanos, sin poner en duda que no siempre la libertad es absoluta, aquí y en ninguna parte, como tampoco aquélla resultó de un fraude. De manera que no estamos obligados a producir un resultado que le guste a determinada gente. Simplemente las urnas lo arrojan; unos son beneficiados y otros no. Y en ese estado el perdedor debe sujetarse a lo que decide el soberano. De manera que el venezolano no estaba ni está obligado a producir un resultado que le guste a la MUD, al señor León y menos a Míster Trump. Por eso, decir que el escenario es complicado para ambos y explicarlo con que hubo un fraude, no es más que intentar dibujar las cosas para complacer a quienes no satisfizo la suma de las urnas.