Ya llevamos 22 procesos electorales en 18 años de supuesta dictadura y la oposición política venezolana sigue cantando fraude, sin aceptar las 20 elecciones que han perdido, pero que extrañamente, cuando ganan es porque no hubo fraude.
Ese discurso manipulador y perverso, el de "yo no perdí, lo que pasa es que el otro me ganó con trampa", es cada vez menos creíble y ya entre los propios opositores se preguntan ¿Cuando la MUD van a reconocer las derrotas?...
Las verdaderas interrogantes van dirigidas a hacia que pasó con que en menos de dos años perdieron más de dos millones de votantes, que en ése diciembre de 2015, los hizo ganar el llamado voto protesta y que le sucedió a la oposición éste año 2017, que hicieron un disfraz de plebiscito y luego unas elecciones primarias para escoger sus candidaturas para las gobernaciones, y en ambos eventos políticos, le asistieron pocas personas.
La dirigencia opositora quiere desviar el epicentro político de la pública y notoria perdida de apoyo, para venderle al mundo, que el 15 de octubre hubo en Venezuela un gigantesco fraude, pero sin presentar ninguna prueba de que hay inconsistencia numérica entre la voluntad general en el ejercicio del sufragio y los totales emitidos por los boletines oficiales emanados por el CNE.
Hay que recordar que en todos los procesos de auditoria antes , durante y posterior a las elecciones, la oposición participa y ha firmado todas las actas en señal de conformidad, pero la derecha venezolana desprecia y subestima tanto al chavismo, que su orgullo y prepotencia les impide reconocer que han perdido y pierden de manera clara y transparente, la inmensa mayoría de los procesos electorales que se han realizado.
No puedo dejar de mencionar el lamentable papel jugado por la mayoría de las empresa encuestadoras que se equivocaron en sus proyecciones y pronósticos, prácticamente daban que la oposición ganaba la mayoría de las gobernaciones y la realidad demostró que fue exactamente al revés y hubo los casos en que decían, que iban a ganar todas las gobernaciones.
El chavismo ganó, pero no se puede navegar en el triunfalismo, el pueblo dejó una señal muy clara, seguimos apoyando el proceso revolucionario y bolivariano, pero el pueblo necesita que le resuelvan los terribles problemas económicos que estamos viviendo y sufriendo.