Hoy, como dijese el Chino Varela Mora, "amanecí de bala. Amanecí bien magníficamente bien todo arisco". Justamente por esto, haber amanecido arisco, intratable y dispuesto a todo, me acordé también de mi viejo amigo Caupolicán Ovalles y de aquel arrogante y hasta desafiante poema suyo, con una pregunta como ingenua, al parecer nada arisca ¿Duerme usted señor presidente?, que haría yo a éste y a quienes en el gobierno con él están, que como le juegan la camonina.
No voy a ponerle calificativo al gobierno en esto de anunciar que anunciará más tarde para terminar no anunciando nada, porque tendría que volverme un artista diciendo lo que bien vale sin que ofenda a quienes ahora se muestran victoriosos. Además es un asunto tan repetitivo en el gobierno que uno tocando el asunto se avergüenza de ser también repetitivo.
Los triunfadores hasta escriben la historia y quienes les acompañan, aunque hayan metido las patas hasta el cuello, como tanto de eso abunda, se pegan a la carroza y pasan desapercibidos, o mejor, porque suele ser así, terminan siendo héroes, aunque de pacotilla, pero eso. Pero en verdad, eso de victoriosos, estratégicamente hablando, no lo parecen tanto, como sí la oposición con las tablas en la cabeza por la torpeza e incapacidad que allí predomina. En este bando el desconcierto es tal, y no es para menos, que por primera vez en mucho tiempo, abundan las declaraciones de ellos en las cuales se contradicen y asumen claramente posiciones disparejas. Por ejemplo, Guanipa habla de un fraude gigantesco, pero fue de los primeros en ir al CNE del Zulia a recibir su credencial. Esperemos; llueve y escampa, decía con frecuencia Carlos Andrés Pérez. Ramos Allup reconoce la derrota, según él, la percibió desde el domingo en la tarde viendo como los suyos se quedaban en sus casas. Además, cree innecesario, algo como seguir metiendo la pata, negarse a juramentarse ante el CNE; pero como no tiene el rábano por las hojas se limita a decir que cada quien decida, quien quiera hacerlo que lo haga.
Pero como en el gobierno, en ella tampoco hay capacidad o humildad para revisarse críticamente y confesar los errores, menos reconocer el fracaso y darle paso a nueva gente.
En el gobierno, en buena medida, pareciera prevalecer una unidad férrea y acrítica, sustentada ahora con esos resultados electorales, en mayor medida provocados por la torpeza del adversario. Salvo la crítica, como visceral y "foquista", hecha por Iris Valera a Vielma Mora, por la pérdida en el Táchira; pues según ella, esos resultados se produjeron por la ineficiente gestión del gobernador. Declaraciones que a uno aparte de parecerle deterministas y simplistas, para no decir otra cosa, porque carecemos de información necesaria, sugieren más bien una arrugada factura.
Ya estamos más allá de la primera mitad de octubre y más de dos meses atrás cuando el gobierno ofreció una lista de Precios Acordados. Nunca ha dicho con quien, porque en verdad pudieran ser unos fantasmas. Quizás por esto mismo esa lista que se le llamó P-50, apelando a una clave, tal como le gusta al gobierno, como aquellas de "Proceso", "Transición", "Sacudón y Revolcón", no aparece por ninguna parte y, como las ofertas anteriores envueltas en muchas de esas claves, no aparezca por ninguna parte. Me da la impresión que eso ya también es clavo "pasao".
Como diría una vieja amiga, en el gobierno parece una "ceba" eso de ofrecer o anunciar lo que no cumplirá nunca, lo que como dije en otra oportunidad, suele recordarme al personaje "Dr. Pensamos", del brillante comediante venezolano José Díaz "Joselo", mediante el cual denunciaba con habitual gracia a los demagogos de la política, no sólo quienes ofrecen "villas y castillos" sino, dado el caso, reparten irresponsablemente lo que no es suyo.
Tal es el vicio o la "ceba", que días atrás, creo unas 24 horas antes de las elecciones, el presidente anunció un plan, no sé si lo llamó así o misión, "navidad feliz" que en uno imaginó hallacas y perniles de cochino. Pero cuando hizo el anuncio se denunció así mismo. Dijo el presidente, palabras más o menos, "esto no es un simple anuncio sino algo que se hará realidad". Eso sí, agregó, estará dirigido a los más necesitados.
Es decir, al anunciar eso, que sí creo cumplirá apenas en un pequeño porcentaje, porque no es extraño que esos perniles y los condimentos para nuestro principal plato navideño de inmediato, como por atavismo, tomen rumbo para Colombia donde se venden a mejores precios. ¡Claro! Advierto, no se ocupará de eso el presidente. Al contrario lo harán a espaldas suyas y hasta causándole dolor. De eso se ocuparán, como es frecuente, funcionarios de confianza actuando por su cuenta y una larga fila de enchufados y hasta de "rodilla en tierra".
Recuerdo hace un mes casi que el vice presidente Aissami anunció para el día siguiente los precios acordados en cuatro productos entre ellos café y carne. Pocos días después, de eso nada se supo. El ministro Lobo, con esa cara de tristeza y hasta de distracción que le asemeja a Elías Jaua, posteriormente volvió anunciar, con la misma premura, que ya saldrían. Mientras tanto, esos productos, cuyos precios según ellos habían sido acordados, daban saltos descomunales; para una muestra bastaría sólo hablar de carne.
De dónde uno sospecha que el gobierno, desde que Maduro es presidente, se la pasa todo el año jugando al día de los inocentes. Lo peor es que los venezolanos, cada vez caemos por eso y por pendejos. Hasta la oposición misma, que cuenta con el respaldo material, militar, mediático de los gringos y sus perritos falderos, no se cansa de caer y mete una y otra vez las dos patas en los mismos huecos.
¿Qué sabe usted de los precios acordados?
¿Y ahora que hablamos de esto sabe alguien de la ANC que no sea para que los nuevos gobernadores se juramenten?