Otra farsa electoral, las municipales

Mi victoria
Me puse del lado de los indios,
Y me derrotaron;
Me puse del lado de los negros,
Y me derrotaron;
Me puse del lado de los campesinos,
Y me derrotaron;
Me puse del lado de los obreros,
Y me derrotaron;
Pero nunca me puse del lado de los que me vencieron;
Esa es mi victoria.

Darcy Ribeiro


Como regalo de fin de año 2017, en tristes y pausadas navidades, el gobierno, la dividida y descompuesta oposición, junto a un desfigurado CNE, nos han permitido, a su vera, como especie de Gracia Divina, participar en un nuevo evento electoral para elegir ¨democráticamente¨ a los afamados Alcaldes bolivarianos.

El público de galería como en las peores comedias de antaño, sigue apostando por la vida, dejando de lado, por una parte, a los violentos guarimberos fascistas, y por la otra, a los burócratas del erario público municipal, a los designados a dedo por las ¨máximas¨ autoridades de un partido protosocialista, y por la otra, siguiendo a gobernantes cada vez más desacreditados, al no resolver los inmanentes problemas de un pueblo ¨arrecho¨ y desesperanzado, al no encontrar solución a sus más inmediatos y urgentes problemas cotidianos.

Unos seguirán felices, son los que se creen desde arriba, con su retórica vacua y cansona, dejando de lado el legado del Comandante Chávez, y otros, quienes terminaran en el regazo del trumpetero mayor de la Casa Blanca, o en las faldas de un funesto Almagro, al servicio del Ministerio de las Colonias, esto es, la descolorida Señora OEA.

Vivimos el esperpento de una alicaída democracia, ya prostituida por las migajas de una renta petrificada de los hidrocarburos, y al unísono, condimentada con la inoperancia gubernamental, que todo lo achaca a una ¨guerra económica¨ imperial, de unos marines que no tienen necesidad de intervenir ante la presencia constante de paracos, de mercenarios de la guerra, o de los infiltrados vecinos interesados, dispuestos a dar la vida por el mejor postor.
Pero así es la existencia en estos aciagos tiempos, cuando unas jornadas son de cal y las otras igualmente severas, con soles que no aparecen hasta que el pueblo se rebele y sea capaz de mandar ¨largo y al carrizo…¨ tanto a unos fascistas anacrónicos, cuanto a unos supuestos gobernantes ignorantes, prepotentes y por demás impostores.
Que la rumba continúe, sin son ni ton, hasta que llegue el año dieciocho con la renovación presidencial, que de continuar como vamos, seguiremos en el infierno dantesco, hasta llegar a la quinta paila de este cálido clima tropical…

Amanecerá y veremos, desde esta trinchera, continuando sin cesar la lucha por una libertad verdadera, y por un genuino socialismo, por los cuales entregó su existencia plena, ese Comandante qué debe andar revolcándose en las catacumbas de algún purgatorio llanero…


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Jorge Giordani

Ex-ministro de Planificación.


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