El nuevo sistema de compraventa celular

El alarmante caso de los puntos de venta dedicados al adelanto de efectivo lleva varios años. Todo comenzó por las colas largas y crónicas de la banca tanto privada como pública.


La banca no pudo adecuarse[1] oportunamente a las nuevas necesidades financieras de los millones de pensionados y otros usuarios que el gobierno del Presidente Chávez beneficia desde sus primeros años de mandato en una plausible manera de redistribución del Presupuesto Nacional.


El incremento violento y sostenido hasta ahora del nivel de empleo con la Gran Misión Vivienda Venezuela ha sido otro potente factor de crecimiento acelerado de la demanda de usuarios de los servicios bancarios sin que todavía se resuelva semejante desfase operacional. La banca y el comerciante se han limitado a a subir los precios.


El Presidente acaba de decir que definitivamente la circulación monetaria electrónica con dinero digital[2] sería la solución más adecuada-por ahora, agregamos nosotros-, y eso es perfectamente acertado. Falta saber si hay suficiente voluntad y capacidad técnica y moral burocrática para hacer cumplir con eficacia, eficiencia y oportunidad, esa nueva forma de compraventa.


Por este mismo medio alertamos sobre el daño social, la peligrosidad política, del manejo irregular o informal del circulante dinerario. La tardanza en tomar medidas con la oportunidad del caso[3], a manera de cultura burocrática heredada por la presente V República, se ha limitado a lo que comenzó como una solución transitoria, como sería el nuevo cono monetario con billetes y monedas mejor adecuadas al nivel de precios, lo que podría facilitar los retiros por taquilla y cajeros automáticos. No es lo mismo contar, ordenar, precintar, etc., mil bolívares en billetes de 10, que pagar con uno de mil. Hasta las máquinas contadoras electrónicas se tornan ineficientes con tanto volumen de circulante menudo e inadecuado al nivel de precios al detalle.


¿Por qué no se abre nuevas y más numerosas agencias o cajeros automáticos en las actuales parroquias y sectores correspondientes con las debidas medidas eficaces de seguridad y vigilancia permanente?


De la misma manera que puede haber bodegas y bodeguitas en cada esquina, en cada media cuadra, ¿por qué no puede habilitarse dos turnos bancarios y corridos con relevos de empleados mientras otros comen y descomen?


En resumen, además de este novísimo sistema de compraventa celular, la adecuación geográfica y la continuidad del servicio bancario debe ser un acompañante de aquel. Esta adecuación también debe regir para los comerciantes formarles, la mayoría de los cuales siguen abriendo sus angostas puertas con los mismos espacios métricos desde antes de esta gigantesca demanda de clientes y usuarios que la mejor distribución del Presupuesto Nacional y el reforzamiento de la economía nacional ha impulsado esta nueva Administración Pública, porque una cosa es clara: sin esta nueva demanda que crece a diario, no existiría ninguno de estos males monetarios.


1] Ninguna banca puede motu proprio adecuar su demanda de usuarios con la celeridad ni velocidad que mejore la inmediatez de sus servicios ya que si dispone de depósitos privados y gubernamentales, mientras más tarde en prestarlos, más ganancia deriva de ello. Está en su naturaleza lucrativa y crediticia.

[2] “Billetera móvil” con tel. celular.

[3] Presidentes del Banco Central inadecuados, los unos, inamovibles, otros, y últimamente nombrados y reemplazados, y todavía sigue sin aplicarse las acciones bancarias oportunas y eficaces. La razón de tal tardanza, entre otras, es que las cuestiones políticas suelen ir por un lado y las económicas por otro y con relojes desfasados respecto a lo económico y entre sí dentro de toda la administración burocrática, porque primero es la Economía y luego la Política. Cuando un Estado burgués asume alguna función social es porque ya la Economía fuerza a su toma. Por ejemplo, los gobernantes y las instituciones burocráticas ventilan miles y heterogéneas tareas sociales: educación, salud, seguridad, vialidad, etc., mientras la Economía centra, autorregula y decide autónomamente todo lo concerniente a producción, oferta, demanda, circulante monetario-oficial o improvisado-, montaje de fábricas y los correspondientes canales de distribución; lo hace a diario y con la mayor viabilidad ya que en Economía burguesa el tiempo es oro



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Manuel C. Martínez


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