Muchas empresas dedicadas al levantamiento de estadísticas son eso: empresas comerciales y como tales suelen satisfacer los deseos de sus clientes. Si bien técnicamente son muy objetivas, el sólo hecho de la divulgación pública de sus resultados funge de contaminante de los mismos. Votar por el posible ganador es ya una ganancia, así piensan muchos electores de esas estadísticas.
No hay duda de la objetividad y confiabilidad que los modernos algoritmos estadísticos permiten alcanzar altos grados de acuracidad y acierto en su aproximación estimada de la realidad investigada.
Eso está bien, pero, resulta que la divulgación pública de los resultados, desafortunadamente suele contaminar los resultados previstos. Datos divulgados en poder de los encuestados difícilmente dejarán de torcer el criterio del mismo respeto de sus respuestas anteriores.
La Estadística nace y debe su popularidad a las investigaciones del Micromundo donde los las "muestras" son verdaderos "universos". Los resultados los conocen sólo los propios investigadores y cuando se divulgan desde ese momento son propiedad privada, y mal podrían contaminarlos quienes nos sean investigadores que practiquen métodos semejantes a fin de perfeccionarlos o corroborarlos.
El uso de estadísticas con fines comerciales o lucrativos con muestras del macromundo suelen ser imitaciones que aun dando resultados sinceros y confiables, quienes se enteren de sus resultados muy posiblemente cambiarán sus respuestas para el momento de los nuevas levantamientos o consultas a las que sean sometidos.