En éste momento estamos viviendo en una campaña electoral muy corta en el tiempo, ya que en pocos días, es decir el 10 de diciembre de 2017, tendremos elecciones municipales, para elegir a 335 alcaldes y alcaldezas, en todo el territorio nacional.
Una de las características esenciales de toda campaña electoral es el elemento conocido como ofertas electorales, la cual consiste en las llamadas "promesas electorales" de las candidatas y candidatos, por intermedio de un "programa de gobierno", y se expresa en la narrativa de ésta manera: " si votas por mi yo haré tal cosa", "te prometo que si gano, voy a darte tal cosa", "dame tu apoyo para gobernar para ti", etc...
Considero que los procesos electorales y ganar las elecciones no debe ser un fin en si mismo, sólo debería constituir un apalancador estratégico para obtener el poder para trabajar en procura de la triada bolivariana: la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política.
Es probable que mis reflexiones políticos-electorales se manejen entre utopías y quimeras, pero el epicentro fundamental de ganar las elecciones, es para contribuir en la construcción del socialismo y facilitar el camino para que el poder popular sea cada vez más el poder político real.
El chavismo quiere ganar las 335 alcaldías para evitar darle espacios a la derecha que solo quieren esos espacios municipales para atacar al Estado y tener zonas libres para el guarimberismo, y por lo tanto, la gran oferta electoral, está enmarcada en tener zonas de paz, tolerancia y prosporidad social.
Ahora la reflexión clave es ¿para que ganar las elecciones, si no construimos soluciones?, hay que recordar que estamos pasando por momentos muy dificiles, sobre todo en el campo económico y la inseguridad personal...y las personas quieren que se les resuelvan los problemas que tanta angustia está causando en la colectividad nacional, por lo tanto, considero que "el ganar elecciones" debería estar acompañado de muchisima disposición de resolver los problemas cotidianos a ésa ciudaddanía de a pie, con talento, honestidad, capacidad y como decía el comandante eterno: "gobernar obedeciendo".