La revolución bolivariana en Venezuela cada vez se afianza más al contar con la robusta espiritualidad de la mayoría de los habitantes de este país que la apoya y que lucha por lograr se consolide y por ello la verdadera unidad del pueblo, unidad que se está consiguiendo con tal fuerza y dignidad que no será posible engañar nuevamente al pueblo. Esa robustez de espíritu del pueblo es se debe al contagio que le ha transmitido el Presidente Nicolás Maduro, el pueblo observa todos los días la voluntad de trabajo y entrega que manifiesta Nicolás y por ello lo apuntala a pesar de miles de dificultades que sufrimos en la actualidad, y teniendo la absoluta confianza que de este atropello, llevado a la práctica con una furia inusitada aupadas por fuerzas políticas, económicas y financieras nacionales e internacionales. La actuación ejemplar del Primer Mandatario en quien se ve gran vitalidad y ganas de echar adelante al país, su fe de alcanzar un futuro mejor para Venezuela es admirable y por supuesto contagioso por el genuino amor que transmite a toda la población, este es un amor incesante y hace se perciba en él a una persona de alma pulcra, noble y generosa. Es hermosa la percepción que predomina en la conciencia de la mayoría del pueblo, producto del saber que Maduro nunca lo traicionará y que él está en una permanente búsqueda de mayor democracia, mayor justicia y mayor progreso para transmitirlas y entregarlas a todas las personas que viven en este país; sin exclusión de nadie.
La diferencia del actual gobierno con los de El Pacto de Punto Fijo es del cielo a la tierra, solo saque sus conclusiones tomando en cuenta del tremendo mensaje negativo que nos legara quien fue considerado por los adecos como el ciudadano de mayor dignidad que existirá en Venezuela en esos momentos, fue tan cierta la decadencia de aquel gobierno en particular, que cuando en una entrevista pública acostumbrada por doctor Gonzalo Barrios, en pleno esplendor del Pacto de Punto Fijo y los adecos con un Presidente de la República de su militancia, un periodista, entre otra cosas, pregunta por los actos de corrupción de los funcionarios públicos que se roban millones de bolívares en bienes y equipos, hasta los que se roban útiles de oficina. En su respuesta el doctor Barrio soltó, textualmente, la siguiente perla: "En Venezuela se roba porque no hay razón para no hacerlo"
La corrupción en la cual se desenvolvió el puntofijismo en realidad le daba plena razón al insigne adeco Dr. Barrios, la putrefacción en el ámbito administrativo del sistema puntofijista fue total, allí en los niveles de toma de decisiones no se encontraba un hueso sano, y el desprecio que se sentía en la dirigencia política por la dignidad del pueblo era pública y notoria, tanto, que fue con los congresistas de entonces que se negocia el legislar sobre las facultades atinente a lo que pronto sería llamado Colegio, y que seguiría con el nombre de la rama universitaria de que se tratara: Colegio de Abogados, Colegio de Médicos, Colegio de Periodistas, etc., etc., aboliéndose el nombre que antes tenía que era el de Asociación. Sería muy interesante investigar, curucuteando en forma documentada u oral, los acontecimientos de la época, el CUANTO HAY PA’ÈSO con la finalidad de hacer la mayor concesión posible en la transferencia a estas ONGs de poder para, por ejemplo, cobrar impuestos y no los enterara al Fisco Nacional, sino que su recaudación la dispusiera el Colegio a través de la directiva de turno a su real saber y entender.
