Entramos en la recta final para las elecciones municipales del domingo 10 de diciembre de 2017, y es oportuno para reflexionar sobre la importancia de éste evento electoral para contribuir con el desarrollo y democratización del poder popular desde lo más local y cercano a la ciudadanía.
Hay que destacar que tenemos una ley orgánica del poder popular que en sus fines expresa que "tiene por objeto desarrollar y consolidar el Poder Popular, generando condiciones objetivas a través de los diversos medios de participación y organización, para que los ciudadanos y las ciudadanas ejerzan el pleno derecho a la soberanía, la democracia participativa, protagónica y corresponsable, así como a la constitución de formas de autogobierno comunitarias y comunales."
Por lo tanto, el triunfo de las candidaturas a las alcaldías respaldadas por el gran polo patriótico y todas las fuerzas progresistas y revolucionarias deben apuntar hacia la contribución y facilitación para seguir creando las mejores condiciones objetivas para la expansión de todas formas de autogobierno vecinales, comunitarias y comunales.
Considero que es muy importante que los alcaldes y alcaldesas que resulten electas, tengan entre sus fines cumplir con todas las funciones y competencias asignadas en la ley como jefes y jefas del poder ejecutivo en los 335 municipios del país, pero no deben perder el horizonte político de que todos los eventos electorales son pasos políticos estratégicos para convertirse en impulsores de una nueva arquitectura gubernamental local, en la que la soberanía, la democracia particpativa y protágonica, cada vez esté más cerca de sus habitantes.
Es muy valioso que las alcaldías esten en manos de personas comprometidas con la edificación de un nuevo modelo de sociedad, en la que no es suficiente que sean talentosas y honestas...ya que deben convertirse en coordinadores y promotores en la organización de tener cada día más y mejores consejos comunales y comunas, por una mejor calidad de vida y el buen vivir.