Serán los mismos dirigentes políticos estadounidenses responsables de la caída de su Imperio (VIII)

Estimado lector, por considerar absolutamente necesario referirme a los acontecimientos propiciados por los gringos en lo que va de siglo XXI, aquí citaré algunos acontecimientos durante los dos periodos de gobierno de un fiero halcón gringo, George W. Bush, 2001-2005 y 2005-2009; veamos. En un discurso ante ambas cámaras del Congreso estadounidense el 20 de septiembre de 2001, Bush agradeció a las naciones del mundo su apoyo tras los atentados del 11 de septiembre. Agradeció especialmente la actitud del primer ministro británico Tony Blair por su unidad de propósito con Estados Unidos, y dijo que Estados Unidos no tiene un amigo más verdadero que Gran Bretaña. George Bush en 2002 se refiere al eje del mal, Irak, Irán y Corea del Norte y comienza su guerra contra el terrorismo junto a una pequeña coalición internacional, invade AFGANISTÁN argumentando que el gobierno del país daba refugio a Osama Bin Laden y a militantes de su organización AL QAEDA. En 2003 invade IRAK tras reiteradas acusaciones de poseer armas de destrucción masiva, operación militar que Bush describió como parte de su guerra contra el terrorismo. Como después de un tiempo de invadir Irak no es encuentra ni una sola arma de destrucción masiva, la arrogancia y autoritarismo de George W. Bush no permite se siembren en alguna parte de Irak algunas armas de destrucción masiva, con la finalidad de justificar su ataque, no, Bush deja la gente piense que el ataque se efectuó porque a él le dio su real gana. George W. Bush inicia su segundo periodo en la presidencia de Estados Unidos, elogiando la Revolución de las Rosas en Georgia y la Revolución Naranja en Ucrania en 2004, describiéndolas como luchas a favor de la democracia. En marzo de 2006 visita la India y renueva las relaciones entre los dos países tras décadas de cierta tensión y distanciamiento. La visita se centró en acuerdos sobre energía nuclear y cooperación contra el terrorismo; las relaciones entre la India y Estados Unidos mejoraron notablemente durante el gobierno de Bush. A mitad de su segundo mandato, internamente en los Estados Unidos se le cuestiona a Bush que se había y estaba alejando de su agenda de promover la libertad y democracia en el mundo. Ciertamente que los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las torres gemelas de Nueva York y el Pentágono en Washington D.C. fueron un punto de alta indignación para el común de los estadounidenses, esa misma noche se dirige a la nación y promete una respuesta contundente a los ataques. Es necesario hacer ver al lector que algunos científicos gringos, al estudiar ciertos elementos encontrados en los escombros de las edificaciones dañadas, opinan que esos atentados pudieren haberse auto perpetrado, o sus ejecutores haber recibido ayuda para se perpetraran permitiendo que cómplices trabajadores de varias instituciones del Estado. Pero, volvamos a la narración de algunos hechos ocurridos en la época cuando se adelantaba nuestra independencia.

Al Libertador Simón Bolívar por lo menos seis pueblos latinoamericanos le reivindica directamente como uno de sus fundadores: Venezuela, Colombia, Panamá y Ecuador, Perú y Bolivia. Más aún, la decisiva Batalla de Ayacucho ganada en diciembre de 1824 en las montañas del Sur del Perú, por el joven venezolano Antonio José de Sucre de 29 años de edad, fue celebrada en las riveras del Río de la Plata como la culminación de la independencia de Argentina. Sin embargo, en todos los pueblos de Sur América, de una forma u otra, se buscó que el liderazgo político de nuestro líder, el venezolano Simón Bolívar, estuviera representado en todas las ex colonias españolas de América, precisamente, debido a que durante su activa carrera militar y primera autoridad en esos países, cubrió todas las fases de la lucha por la independencia, en verdad, Bolívar intervino en la solución de cualquier tipo de problema.

De allí que los discursos y decretos, y la correspondencia pública y privada escritos por Bolívar, provienen de su experiencia y el investigar acucioso sobre cualquier tema imaginable, a menudo puede encontrarse a Bolívar abarcando todos los lados de algún grave problema, argumentando datos técnicos propios del asunto en discusión. Algunas aparentes contradicciones en Bolívar, podrían deberse a la aplicación del mismo principio fundamental en dos situaciones bastante diferentes, Bolívar aprendió por experiencia y ejerció, en ocasiones, el derecho de toda persona inteligente a cambiar de opinión. Por consiguiente, difícilmente puede causar extrañeza que hoy se citen sus palabras en Caracas y La Habana, como también en Washington y Moscú. En lo que concierne específicamente a Estados Unidos, las opiniones de Bolívar se apoyan en observaciones directas y en el lugar: Simón Bolívar fue uno de los pocos latinoamericanos de su época que visitara los Estados Unidos.



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José M. Ameliach N.


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