Desde hace varias décadas propusimos a uno de los Concejos aragüeños de entonces que dejara de seguir haciendo ricos a unos cuantos que no resolverán otra cosa que su propios apetitos lucrativos y que, mientras más sucia estén las calles y los depósitos de esa mercancía, es algo así como que su demanda crezca y crezca y con ellos el precio de su recolección.
En concreto, propusimos resolver, más bien, el problema de los numerosos cerros erosionados que sólo esperan un poco de esa basura para renovar sus capas vegetales.
El procedimiento o tratamiento de tal mercancía pasaría por los actuales prestablecidos o improvisados depósitos. Desde allí serían recogidos al vuelo por helicópteros que directamente la irían regando sobre dichos erosionados cerros.
Será cuestión de una solución fisiocrática, de unos meses para que con toda seguridad esa basura dará sus frutos por la biogradación del caso que inevitablemente sobrevendría con ayuda de aquellos no biodegradables que les servirán suficiente y eficazmente para retener todo ese polvillo atmosférico que conocemos.
El resto de los detalles vendrá por sí sólo con la práctica correspondiente. Por supuesto, la recolección de basura-mercancía potencialmente dañina correría por otros caminos.
23/12/2017 07:32:45 a.m.