La navidad, es un evento especial -niños y niñas lo esperan con ansiedad- por ser una época no solo de encuentro familiar sino de regocijo para nuestros pequeños y pequeñas de la casa, encontrarse con el niño hecho Dios. Es una celebración esencialmente cristiana, en la que el espíritu de la solidaridad resplandece como en ningún otro mes del año. Pero, así como nuestro pueblo se nutre de sus creencias cristianas en la solidaridad y la hermandad, hay otros que consustanciados en el espíritu del capitalismo salvaje, el llamado libre mercado, tan solo ven en la navidad, una época para obtener grandes ganancias a costa del sufrimiento de nuestro pueblo, que se vio restringido de poder acceder a los alimentos y bebidas propias de la época, así como de adquirir su estreno en ropas y calzados debido a los altísimos precios. Si bien, el camarada Presidente Nicolás Maduro, consustanciado como está de la fe cristina creó bonificaciones especiales para el pueblo, propició mayores días de descanso para los trabajadores y trabajadoras públicas y garantizó regalos para los niños y niñas del pueblo, por millones. También, intentó garantizar alimentos propios de la época como perniles y Clap navideño que permitieran al pueblo hacer sus hallacas, no es menos cierto que su propósito de buena fe, no fue bien recibido por quienes durante los últimos años no han escatimado esfuerzos para destruir nuestra cotidianidad, y más allá, nuestra convivencia ciudadana. Hablamos, no de otra cosa, sino de la burguesía "venezolana", tanto en su expresión política: la MUD, como su expresión gremial empresarial: Fedecámaras y Consecomercio. Por encima de ellos, moviéndoles los hilos a sus actuaciones: el gobierno de EEUU, la barbarie imperialista del norte. Cuánta actualidad, cobra la sentencia del Padre Libertador, Simón Bolívar: "Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad". (Carta del Libertador Simón Bolívar al Coronel Patricio Campbell, fechada en Guayaquil, 5 de agosto de 1829).
Pero, estas navidades en específico, han permitido desenmascarar a los actores principales, los protagonistas de un problema que esa burguesía, tiene ya cuatros años adjudicándoselo, su responsabilidad, al Gobierno Revolucionario, estamos hablando de la inflación. En el caso venezolano, totalmente inducida. Cuando hablemos de burguesía, lo haremos para resumir y no nombrar su expresión político-gremial: Fedecámaras-MUD, que vienen a ser lo mismo. Aduce, la burguesía, para responsabilizar al Gobierno Revolucionario de la inflación, elementos falaces como que sube producto de su modelo de regulación de precios y de control de cambio; además, su enorme "gasto público", ejecutado en las Misiones Sociales. Para la burguesía, ese "gasto" debe desaparecer, se ven reflejados en el gobiernillo de Mauricio Macri, bajo la tutela del FMI, quien en diciembre de este año propició la reducción de las pensiones de jubilación, además de elevar los requisitos para poder acceder a su beneficio, tales como la edad, elevada a 70 años, y los años de cotización elevados a 30 años. He allí, el modelo perfecto, según el paradigma que maneja la burguesía en su conjunto, no solo en Venezuela, sino a nivel mundial. Con el añadido, que una vez que el camarada Presidente Maduro comenzó a hablar de cambiar el modelo de capitalismo rentístico, sustentado en la entrega de divisas a la burguesía para que ésta sea la encargada de importar los bienes, alimentos y medicinas, necesarias para el funcionamiento de nuestra sociedad, pues la burguesía reorientó su arsenal mediático, en función de acusar al Gobierno Revolucionario de no concederles los dólares suficientes para producir e importar los alimentos, medicinas y demás bienes, necesarios para satisfacer al pueblo venezolano. Muy poco, está dada a producir y ahorrar divisas, esa burguesía insaciable y voraz, que le ha tocado al pueblo venezolano padecer. La investigadora social, Dra. Pascualina Curcio, concluye que el 70 por ciento de los ingresos petroleros recibidos por la República, han sido destinados a satisfacer esa voracidad empresarial por los dólares, que en una inmensa cuantía se fueron al exterior, no menos de 200 mil millones de dólares es la cifra estimada, del llamado por algunos como fuga de capitales, de venezolanos al exterior. Muchos de los cuales, se ufanan de aparecer en la lista Forbes, entre los grandes millonarios del planeta, mientras sus agentes políticos proclaman a los cuatro vientos, que el país vive una "crisis humanitaria".
Parte fundamental de la actual estrategia de desestabilización, empleada por la burguesía contra el pueblo venezolano, es la utilización de mascaradas que esconden su accionar. En ello, la mediática burguesa juega un rol esencial. En los inicios, fueron los bachaqueros a quienes se les responsabilizaba de propiciar la inflación, ya que compraban barato y revendían todo caro. Luego fue, una página web creada en EEUU, llamada dólar today, a quien responsabilizaron de los elevados precios. Siempre, a lo largo de toda esta guerra de desgaste y zozobra contra el pueblo, los medios de comunicación de la burguesía han estado ocultando a los verdaderos artífices de la inflación, y la caotización de la economía venezolana. Además de ocultarse en gremios: Fedecámaras, Consecomercio, Venancham, Cendes, Fedenagas, bloque de transportistas del oeste, entre otros. Se dan el tupé de endosar al dólar, la responsabilidad de sus diabluras contra el pueblo.
Pero, tenía que llegar diciembre, mes mágico y desenmascarador de esa perversa burguesía, que no tuvo piedad alguna con el pueblo. Incrementando precios casi que, a cada hora del día. Pudimos verles, su verdadero rostro a quien acusa a otros y otras de sus verdaderas malas intenciones. Su finalidad, no es solo molestar al pueblo, sustraerle sus ingresos, sino que, a diferencia de 2016, en que incrementaban los precios en función de propiciar situaciones desencadenantes que motivaran al pueblo al sacudón o destrucción de los comercios, como en efecto ocurrió en algunos poblados de nuestro territorio; éste 2017, el "sacudón" de precios, lleva consigo un objetivo político-electoral. Lenin, definió a la Política como la expresión más concentrada de la economía, incluso, en su expresión algebraica, definió que: la Política debe tener prioridad sobre la Economía. En su trabajo de investigación, titulado: "Desabastecimiento e Inflación en Venezuela", la Dra. Pascualina Curcio, llega a la siguiente conclusión: "Las causas del desabastecimiento y la inflación atienden a intereses políticos que buscan la desestabilización económica y social, más que a intereses de maximización de beneficios…" No es un objetivo económico, el buscado por los generadores de la inflación en Venezuela, sino esencialmente político: desestabilizar al Gobierno Revolucionario, procurar su derrocamiento violento y asumir las riendas del gobierno, tal cual hicieron el 11 de abril de 2002, por 48 horas, hasta que el pueblo los barrió. No han cesado, desde entonces, en procurar ese objetivo, manteniéndose en rebelión permanente contra el Estado de Derecho y de Justicia. Contra la Constitución Bolivariana, sus derechos y reivindicaciones a favor del pueblo.
En "La Mano Visible del Mercado", la Dra. Curcio, desnuda las debilidades de la economía venezolana. Señalando, que: "La concentración de la producción, de las importaciones y de la distribución de los bienes y servicios en pocas manos, es decir, la presencia de monopolios y oligopolios (especialmente en mercados de bienes de primera necesidad o requeridos en la producción y para el transporte), y la alta dependencia de las importaciones, son el Talón de Aquiles de la economía venezolana, colocándola en una situación de alta vulnerabilidad ante los métodos de Guerra Económica y las intenciones de desestabilización política, económica y social". No deja de señalarnos, un dato clave, que viene a ser: "La intervención del Estado en la economía, como regulador de los monopolios es otra de la debilidades que han hecho a la economía venezolana más vulnerable a las acciones de la Guerra Económica".
Si bien, la Constitución Bolivariana en su dispositivo 113, declara que en la República Bolivariana de Venezuela: "No se permitirán monopolios…"; la realidad dicta mucho de que ello se cumpla cabalmente. Y, muy poco han hecho los gobiernos revolucionarios o no, para reprimirlos en cumplimiento del mandato Constitucional: "el Estado adoptará las medidas que fueren necesarias para evitar los efectos nocivos y restrictivos del monopolio, del abuso de la posición de dominio y de las demandas concentradas, teniendo como finalidad la protección del público consumidor, de los productores y productoras y el aseguramiento de condiciones efectivas de competencia en la economía". La mejor evidencia, lo ocurrido este diciembre con los precios de todos los bienes de primera necesidad o no. Destacándose, como locomotora de empuje de todos los precios a nivel nacional, el monopolio que dirige Lorenzo Mendoza, que engloba no solo alimentos de primera necesidad, jugos y bebidas alcohólicas, sino que contempla también panaderías y cadenas de distribución que ha venido montando en asociación con supuestos "colectivos", en pequeños locales de la ciudad capital que expenden productos de primera necesidad, fundamentalmente, alimentos a precios internacionales o dolarizados.
Mendoza, al reducir la producción de sus productos, puede conseguir como efecto inmediato, un aumento sustancial del nivel de precios en los alimentos, y del conjunto de los precios de los demás bienes y productos de la sociedad venezolana. No solo, en los actuales momentos, por tratarse de la época navideña, que se utiliza como excusa para lanzar los precios al alza desmedida, como se ha hecho, sin piedad alguna contra el pueblo venezolano; sino que, como hemos señalado, esta alzada de precios tiene un fin político-electoral. Tras las derrotas, que la Revolución Bolivariana les ha infringido a la dirigencia política de la MUD; la burguesía, ha estimado que ha llegado la hora a que uno de los suyos, sea erigido como candidato presidencial. Tal cual, ocurrió con Macri en Argentina, Temer en Brasil, Piñera en Chile o con Trump en EEUU. Se la juegan, el todo por el todo, porque un empresario sea, quien guie el rumbo del país por los senderos del libre mercado. Bajo las directrices del FMI. Por eso, desafían sin piedad al pueblo, al Gobierno y demás instituciones del Estado Bolivariano. Mandan al carajo, al Estado Social de Derecho y de Justicia.
Mendoza, incluso, se da el tupé hasta de ir a la propia sede del Ministerio de Finanzas y conversar con sus aliados, previendo, no lo vayan a grabar por conversación telefónica y salir de nuevo públicamente, al desnudo tal cual es. Se esconde, para que el pueblo no se entere que "está en guerra", sino que, ya tiene un compromiso financiero adquirido con el FMI por el orden de los 30 mil millones de dólares. Tal cual, se lo manifestó en la conversación al mercenario financiero Ricardo Hausmann, su alto pana. Lorenzo, induce el shock a la población para luego erigirse como el "salvador", que siendo "empresario", es el "único" con la "capacidad" necesaria para sacar del caos a Venezuela. Es el mismo formato, aplicado por el imperialismo en Argentina, por intermedio del empresario Mauricio Macri, cuyo gobierno ha conducido a ese hermano país, de ajuste tras ajuste, sin que la inflación disminuya, ni mucho menos disminuya el desempleo. Tan solo, crece la eliminación de beneficio tras beneficio, la represión policial y las desapariciones de los luchadores sociales contra el libre mercado imperialista.
La entrada a la escena política de Lorenzo Mendoza, ha sido de lo más traumática. Apenas Henry Falcón, le dio la bienvenida; Henrique Capriles, arremetió con furia contra su osada pretensión de arrebatarle su derecho divino a ser candidato per secula seculorum. Mientras, tenemos un Ramos Allup callado y rabiando por dentro, su arrechera. Estimamos, que la candidatura del bachaco culón, alias Lorenzo Mendoza, lejos de unir a la MUD, ha traído más fricciones a lo interno. En contraposición, sí apreciamos, una unidad solida es, en las fuerzas gremiales empresariales: Fedecámaras, Consecomercio y demás mafias, que se están jugando a "Rosalinda", incrementando los precios y colocando sus negocios y empresas en riesgo, con la finalidad de que uno de los suyos, sea el candidato de la derecha nacional. Nunca antes, se vio tan clara la definición dada por Lenin de la Política como expresión concentrada de la economía. El país, Venezuela, es apreciada por la burguesía nacional e internacional como el negocio del siglo, y dentro del país, todas y todos nosotros. Mano de obra a seguir pulverizándoles sus salarios, en fin, a esclavizar. Eliminar sus derechos, y garantías sociales. En las sombras, el imperialismo de EEUU, pendiente de poder disponer libremente, tal cual hicieron en la cuarta república, de nuestras riquezas mineras y energéticas. No poca cosa, se juega el pueblo venezolano este 2018, con su mejor carta: Nicolás Maduro Moros, como única garantía, no solo de Revolución Bolivariana, sino de derechos y reivindicaciones. Logradas, solo posible, en Revolución!!
Caracas, 26-12-2017