Pueblo levanta la cara y no tires la toalla

I

Hay tiempos buenos y tiempos malos. Siempre ha sido así. O casi siempre. Para los tiempos buenos tenemos una cara alegre. En ella se refleja el regocijo. En los tiempos malos tenemos una cara seria y enlutada. Cara de malos amigos. Los venezolanos y venezolanas vivimos ahora mismo tiempos difíciles. Tiempos muy malos. Pero está prohibido tirar la toalla. No podemos dejarle el cuadrilátero a los traidores. A los vende Patria. Es una cuestión de dignidad, de amor y apego a nuestra tierra. Tierra del Libertador Simón Bolívar. Tierra de Francisco de Miranda. Tierra de Simón Rodríguez y de Zamora. Tierra de Hugo Chávez. Tierra de Argimiro Gabaldón, Jorge Rodríguez, Alberto Lovera, Fabricio Ojeda, Nicolás Hurtado, Manuel Ponte Rodríguez, y tantos hombres y mujeres que lo dieron todo por luchar por un mundo mejor. Por una Venezuela libre de los esténtores de los imperios. En decadencia, pero imperios al fin. ¿Qué harían ellos (nuestros héroes) en la situación que vivimos nosotros en la actualidad? ¿Cuál sería la actitud de estos hombres? No puede haber duda alguna al respecto. Entregarían lo mejor de ellos. Sus mejores fuerzas. Sus energías, pensamientos y la vida misma, en el combate contra los traidores y los apátridas. Entregarían sus vidas, si fuera necesario (como muchos de ellos lo hicieron). Pusieran, en fin, sus fibras templadas al servicio de la Patria. A la defensa de la soberanía y la independencia.

II

Vivimos tiempos malos. Tiempos de traidores. Pero vivimos, a la par, tiempos de hombres arrechos y mujeres arrechas. Plenos de conciencia. Plenos de amor por la Patria. Lloraremos si hay que llorar. Reiremos si hay que reír. Nos moriremos si tenemos que morir. Celebraremos si hay que celebrar, pero no tiraremos la toalla. ¿Hay más traidores que patriotas? Jamás. Somos hombres y mujeres restados con la revolución. Somos mayoría. Lo hemos demostrado y lo demostraremos muy pronto. ¿Hay crisis? Nadie lo niega. ¿Hay desabastecimiento? Si lo hay. ¿Escasean los medicamentos? Eso es cierto. ¿Los precios nos están ahorcando? Tremenda verdad. ¿Existe injerencia del imperio en nuestros asuntos? Pregúntele al racista señor Trump. Así como a la lambida y genuflexa Unión Europea. Precisamente, gracias a las ganas y deseos de Trump, de la Unión Europea y a los traidores internos, estamos como estamos. Padeciendo la más crueles y perversos ataques a nuestra economía. Jamás en la historia política mundial, se conoce un gobierno democrático furiosamente atacado como el que preside Nicolás Maduro. Quién, dicho sea de paso, ha cometido algunos errores, pero se mantiene fiel al legado de Hugo Chávez. Se mantiene firme, a la cabeza del pueblo que cree en él. No podemos dudar, en ningún momento, acerca del liderazgo de Maduro. Y debemos aferrarnos a él y acompañarlo en esta lucha contra el imperio y sus lacayos. Maduro no está solo. Tiene pueblo de sobra.

III

Apelemos a la imaginación. Exhorto al lector que me lee a que cierre sus ojos un momento y piense en un cruento escenario en nuestro país si se cumplieran los deseos de traidores, como Ricardo Hausmann, Orlando Urdaneta, María Corina Machado, entre otros desquiciados y entreguistas. Haber, ¿Qué vería? Los marines haciendo de las suyas con nuestras mujeres, sin castigo alguno, tal como lo han hecho en Colombia. Y un monigote en Miraflores ordenando una persecución feroz contra los chavistas. Vería el estadio universitario copado de chavistas de todos los tamaños y todos los colores. Vería pelotones de fusilamiento., ajusticiado a los líderes de la revolución. Vería fenecer las misiones y todo lo que oliera a chavismo. Adiós a los beneficios sociales. ¿Usted cree que estoy exagerando? ¿Usted cree que me volví loco? ¿Usted cree que se me salió el chavismo sin control? Crea lo que usted quiera. Pero la historia está a su alcance. Investigue y verá. Por eso pido al pueblo levantar la cara y no tirar la toalla… ¡Cansado y enfermo, pero firme como un roble!

Agregado:

Hoy es 23 de enero. Sería bueno recordar lo que paso en esa fecha. El pueblo y las Fuerzas Armadas echaron del poder al dictador Marcos Pérez Jiménez, pero una camarilla se apoderó del poder y traicionó los anhelos del pueblo venezolano. No permitamos que haya otra traición como esa. Preservemos esta revolución, con todos sus defectos y, por sobre todas las cosas, defendamos lo único que tenemos los pobres de siempre. El amor por nuestro pueblo nos llama a la trinchera de la dignidad.



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Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

 teofilo_santaella@yahoo.com

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