Hasta donde sé y por lo que a mí concierne, en la ANC tengo un amigo. Es posible tenga más pero no lo sé. Hay por lo menos alguien más que, como mi amigo y yo, también fue del MIR, lo que quiere decir compañero de partido, pero no tuve relaciones cercanas y frecuentes con él por motivos de la clandestinidad, como sí con su hermano asesinado por uno de los cuerpos represivos del gobierno de Leoni. Recordándolo justo ahora, cuando estamos afectados como estamos, como también y más, por las circunstancias mismas, cuando quemaron vivos a jóvenes compatriotas, por lo ocurrido en El Junquito. Digo todo eso para que no quede dudas que me dirijo específicamente a mi amigo a quien guardo profundo respeto y hasta como solemne admiración. Frente a mí, quizás él no sabía esto, y menos lo imagina por su habitual sencillez y humildad, su pequeña figura luce como la de un gigante. Y quien le conozca y guarde en su intimidad recuerdos, frustraciones, temores, amor por el sueño en que hemos vivido desde jóvenes, como quien esto escribe, no tendría frente a él otra actitud distinta a la mía. Esto es la razón fundamental de este trabajo.
Pese a que hemos estado algunas veces en posiciones diferentes, dentro de la perspectiva de la izquierda, desde los años 1963 ó 64 aproximadamente, siempre he guardado respeto a su rectitud, firmeza, seguridad y constancia con los principios, esos que uno suele llamar con simplismo "revolucionarios", pero en este caso recoge sueños e ideas hasta sublimes para organizar la sociedad y hacerla equilibrada y justa. Ha dado pruebas mi amigo de respeto por sí mismo, lo que ha dicho defender a lo largo de su vida, incluyendo asuntos que están envueltos en eso que Britto García llama irónicamente, pero con certidumbre, "Ley Terminator".
Sabe el lector que Luis Britto García, bautizo a la recién aprobada "Ley de Inversiones Extranjeras", "Ley Terminator", por las cualidades destructivas de los intereses nacionales, soberanía e independencia que ella lleva en su seno.
Para no extendernos sobre el asunto, pongo los enlaces de los últimos artículos de Britto García, que tratan del asunto, siendo él la persona adecuada, por diferentes motivos, para que mi amigo y quienes sueñen como uno, se informe suficientemente al respecto. Aunque mi amigo sabe todo eso, por lo que le percibo desde lejos preocupado y hasta perturbado.
https://www.aporrea.org/tiburon/a258124.html
https://www.aporrea.org/tiburon/a257498.html
En uno de esos trabajos, Britto García, no sé con qué intención, quiso dejar claramente establecido que la ANC había aprobado esa Ley de manera unánime. Es decir, allí no hubo voto en contra y tampoco salvado. Además, como para confirmar eso, hasta este momento, martes 23 de enero a las cinco de la tarde, nadie que sea Constituyente ha dejado constancia estar en desacuerdo con esa norma. Lo que significa que mi admirado amigo votó a favor de esa Ley.
Es más, la oposición, hasta ahora, actúa como ni siquiera se hubiese enterado, porque si a algo se favorece con esa disposición son los intereses que financian y apoyan políticamente a ese sector. Es una Ley que pareciera haber sido elaborada en la Asamblea Nacional de Julio Borges y Ramos Allup y hecha al gusto del capital internacional. Según Britto y el sabe bien del asunto porque se viene ocupando desde mucho tiempo atrás de eso, "Consecuencia lógica de tales normativas es que no sólo la República Bolivariana de Venezuela, sino sus funcionarios y los bienes de éstos, pueden ser juzgados, sancionados, depuestos y encarcelados por jueces y tribunales foráneos, de acuerdo con leyes extranjeras".
Pero además agrega que, pese a nuestro retiro de la OEA, ALCA y otras instancias internacionales:
"No echemos al olvido que, a pesar de ese retiro, la irresponsable costumbre de someter Venezuela a jueces extranjeros determina que estén pendientes en el CIADI una veintena de juicios contra nuestro país por un monto equivalente al de nuestras reservas internacionales, y que bastaría una racha de sentencias adversas para herir de muerte al bolivarianismo".
Hoy vi un video de una muy joven venezolana, excelente cantante lírica, pese su corta edad, interpretando en una calle de Santiago de Chile el área de una ópera para optar por dádivas para subsistir. Es posible alguien piense que se trata de un montaje político. Pero conozco bien de hechos ciertos, porque me tocan cerca, de jóvenes hasta como la antes mencionada, excelentes promesas como bailarines clásicos, que han optado por irse huyéndoles al cerco que les venía tendiendo el hambre. Y pienso en el destino que aguarda a dos de mis tres nietas, excelentes estudiantes todas en la escuela formal, pero aquellas metidas de lleno en el baile clásico.
Esto de "Ley Terminator" y lo que he venido denunciando relativo a las concesiones del gobierno nacional a los chinos para que se lleven nuestra pesca, sobre todo la correspondiente a especies abundantes y que habían sido de bajo costo para el nacional pobre, me hace pensar y eso pregunto a mi amigo, en fin de cuentas no se parece esto mucho a haberse sometido a los dictados del FMI.
Pero no quiero ni siquiera opinar sobre quien ejerce la presidencia para que no nos desviemos del objetivo que me motivó escribir esto.
Querido y admirado amigo, una de las pocas referencias y cabos que pudieran unirme al gobierno, quiero me responda o explique, necesito entenderle, por favor:
¿Por qué usted voto por esa Ley? Aparte de lo que ella contiene, quien la adversa, no es nadie insignificante como quien esto escribe. Pero además es como un ícono de la izquierda a quien no se le puede calificar alegremente de desleal. La derecha a escondidas la aplaude. ¿Por qué? ¿Será que estoy definitivamente perdiendo la fe? ¿Si votó, como parece haberlo hecho, a menos estuviera ausente, y está dispuesto a defenderla, por qué no lo hace y expone sus motivos? Me interesa esto sobremanera. Si no votó por ella, exponga su opinión, vale mucho para nosotros, para no decir sólo para mí, y además sentimos profunda necesidad que lo haga.
Por ese respeto, admiración que tengo por usted, el valor que doy a sus opiniones, he optado por omitir su nombre, lo que podría atraerme más lectores, pero no es esto lo que prevalece en mí.
