La venezolana Laura Evangelista Alvarado fue la Madre María de San José, ella se dedicó en vida y alma al servicio del cristianismo, sin tapujo de ninguna clase, ella fielmente siguió la doctrina enseñada y practicada por Jesucristo. Laura nace en la población de Choroní, Distrito Girardot, estado Aragua, el 25 de abril de 1875, (esta región conocida entonces como el estado Guzmán Blanco) hija del Coronel Clemente Alvarado y Margarita Cardozo. Desde pequeña se le nota su inclinación religiosa por ser poseedora de un espíritu bondadoso y solidario con las causas de los más necesitados. A los 5 años Laura es llevada a vivir a la ciudad de Maracay, capital del estado Aragua. Su fervor por las cosas cristianas era tan alto que a los 13 años, en el día de su primera comunión el 8 de Diciembre, día de la Inmaculada Concepción, hace el voto de virginidad y de consagración a Jesús, hijo del Padre Dios. De esa fecha en adelante vivirá santamente dedicada al Señor y a los pobres siguiendo en la práctica ese modo de vida; en pobreza y humilde sencillez. En 1892, a los 17 años de edad, le imponen el Santo Escapulario de la Virgen del Carmen. Luego en 1893, el sacerdote Justo Vicente López Aveledo funda la Sociedad de las Hijas de María, con el objetivo de ayudar a las niñas abandonadas y ancianos pobres. Laura pasa a formar parte de esa sociedad, renovando así sus primeros votos de virginidad perpetua; también un día 8 de Diciembre. Rige la congregación como superiora general hasta el año 1960, desde los 18 años en adelante; asesorada por su director espiritual el Presbítero López Acevedo. El sacerdote López Acevedo en 1893, había fundado el Hospital San José, el primero de Maracay, en beneficio de la clase desposeída y allí Laura comenzó su labor hospitalaria. En situaciones fuertes que le tocó vivir, como lo es la muerte de su padre, tuvo que demostrar su temple espiritual cuando poco tiempo antes de morir pide a Dios le conceda la oportunidad para que reciba la extrema unción y contraiga matrimonio con su madre. Don Clemente accede a estos sacramentos y Laura en respuesta a la gracia concedida promete guardar ayuno perpetuo, el cual dura 10 años, hasta que el Padre Vicente López Acevedo se lo dispensó.
Próxima a cumplir sus 24 años, Laura recibe del Padre López la dirección y administración del hospital. El Padre López por esos años funda también la Congregación Religiosa de las Agustinas Recoletas en Venezuela, entrando Laura a formar parte de ella y un tiempo después Laura Evangelista asume su dirección en el año de 1903 como Superiora de la comunidad; desde entonces se le llamó Madre María de San José. Muchas fueron las obras hechas por esta congregación en el país, dirigidas por la Madre María de San José: Orfelinatos, Asilos de Mendigos, Casas Maternas, Hospitales, Escuelas, Albergues, y otras más. Después de una fructífera vida de sacrificios, caridad y ferviente amor por Jesús Eucaristía, muere santamente la Madre María de San José en Maracay el 2 de abril de 1967; a los 92 años de edad a consecuencia de una trombosis. Sus exequias se efectuaron con emotivas honras fúnebres, luego de permanecer sus restos tres días en capilla ardiente. Hoy, 2018, sus restos reposan en la Capilla de las Hermanas Agustinas del Hogar "Inmaculada Concepción" de Maracay; donde transcurrió la mayor parte de su vida. El proceso de su Beatificación comenzó en 1978. En 1982, ocurre la curación de la hermana Teresa Silva inválida por penosa enfermedad a quien la Madre le había profetizado su curación años antes. Este milagro, obtenido de la misma Madre, fue aprobado por decreto papal de Juan Pablo II en 1993. En 1994, es trasladado su cuerpo incorrupto al sarcófago de cristal para la veneración de sus hijas espirituales y fieles. El día 7 de Mayo de 1995 se realizó la ceremonia de su Beatificación. Los venezolanos nos sentimos realmente orgullosos de nuestra primera Beata: María de San José. Desde 1967 numerosas personas visitan diariamente el sepulcro de nuestra Madre María, en actitud de súplicas o de acción de gracias por favores recibidos. Su fama de santidad trascendió las fronteras de la patria, lo que motivó la apertura del proceso de Beatificación por parte de las Hermanas con la asesoría del Padre Eugenio Ayape (Agustino Recoleto). Se comienza entonces con la investigación y recopilación de datos, documentos y testimonios y en la publicación de varias obras de carácter histórico, más un boletín trimestral informativo. Su pasión por servir a la patria y a sus pobres, la lleva a que ya habiendo sido reconocida como Sor María de San José, continué su larga labor de prestar auxilio a los enfermos en hospitales.
La Madre de San Jose, además de trabajar en diferentes hospitales del país también lo hizo en muchos humildes centros de salud en el país, Maracaibo, Caracas, Coro, Ciudad Bolívar, entre otros; incluyendo los nuevos hospitales que se abrían. Ese era su trabajo principal durante mucho tiempo, la Madre se dedicó a cuidar con desvelado amor hacia el prójimo. Desde el año 1982 el Padre Romualdo Rodrigo se constituye en el Postulador de la Causa de Beatificación y Canonización de nuestra Madre fundadora y eso tramites se inicia en Maracay el 9 de Octubre de 1983, en celebración Eucarística presidida en la Catedral por Monseñor Feliciano González, quien la declara Sierva de Dios. Dicho proceso Diocesano queda clausurado el 13 de julio de 1986, trasladando toda la documentación a Roma, donde es estudiada por Consultores, Teólogos, Cardenales y Obispos; con positivos resultados. El 7 de mayo del 1992, el Santo Padre promulga el decreto sobre la Heroicidad de las virtudes, por el cual nuestra Madre María recibe el título de Venerable para continuar con el estudio del Milagro de curación de la Hermana Teresa Silva, atribuido a la intercesión de nuestra fundadora. Este decreto es fue aprobado por unanimidad y presentado al el Papa Juan Pablo II, quien a su vez lo aprueba formalmente mediante el decreto del 23 de diciembre de 1993. Como requisito para la Beatificación se exhumaron los restos mortales de la Venerable María de San José, el 19 de enero de 1994, hallándose su cuerpo intacto. Nuestra María de San José es Beatificada por Su Santidad Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro, en Roma, el 7 de Mayo de 1995.