La otra misión del Banco Central de Venezuela

Admitamos toda la justificación legal esgrimida desde su fundación por todas las autoridades del Banco Central de Venezuela, las de la vieja y desprestigiada república IV como las de la presente.

Admitamos que son autónomos (un desaguisado jurídico que nadie termina de entender, porque una sociedad poblada de una burocracia pilla, corrupta hasta el tuétano, donde hasta algunos de sus miembros de la mediana y alta jerarquía eclesiástica han resultado non muy sancta que digamos, una sociedad así, decimos, no tiene una correspondencia clara con la posible gente gerencial honesta que pudiera dirigir semejante, apetitoso e importante institución), pero entonces hagamos algunas reflexiones.

De poco vale la superpoblada Miraflores y sus pasajeros inquilinos, de poco vale los mil diputados que nos demos, de poco, todas las leyes, las honorables magistraturas y fiscalías, si el CONTROL del *billete* está en sus largas manos. En este caso, decir autonomía huele a independencia, a Estado paralelo, y de suyo hasta el nombre deberíamos cambiárselo

Pero respetemos toda esa supuesta y hasta justificable autonomía, para preguntamos:

¿Por qué no usamos las Reservas Internacionales, ahora calificadas como EXCEDENTARIAS, para otorgarle préstamos al gobierno que así lo requiera, para que este minimice o prescinda de los entes usureros internacionales?

Porque lo consideramos como una inconsistencia y sigue sin cuadrarnos que el gobierno le saque *millarcitos* al BCV y en paralelo también endeude al país. Los gobiernos son pasajeros, nada es eterno, de manera que mientras más solvente y más equilibrada sea la Administración de los inquilinos de Miraflores, mejor para todos con inclusión de los propios familiares de la familia presidencial actual.

Si el BCV asume el papel de prestamista y suple las necesidades de Crédito Público, los intereses quedarían en casa, las moras, la elasticidad en las amortizaciones, toda la trama crediticia sería mejor manejada por diputados y contralores. Desde luego, su potencial de prestamista se vería reforzado cuando Pdvsa entere a este Banco todos los dólares que recibe por nuestras exportaciones, por cierto, un asunto que está ahora debatiéndose y forma parte fundamental del Programa de gobierno presentado por uno de los Aspirantes No oficialistas para la desigual contienda del próx. 3 dic.

El expediente de dilapidación, prevaricato, despilfarro y demás cuentas chuecas que caracteriza a los gobiernos de nuestra pobre Venezuela pasaría a ser máximamente controlado por el BCV, y este control presupuestario formaría parte intrínseca de las honrosas funciones y misiones de esta eminente institución.


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Manuel C. Martínez M.


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