La muerte de Chávez produjo una "reacción" entre sus herederos. De alguna manera su conducta de seguir un camino socialista sin tomar atajos, o eludiendo en lo posible las alianzas con los capitalistas, produjo mucha presión en aquellos que creyeron sacar algún provecho personal desde sus posiciones de privilegio como ministros, gobernadores, alcaldes y diputados. De ahí que su muerte –al igual que la muerte de Robespierre en su momento- produjo una "reacción" contraria a los rigores políticos y éticos de la revolución socialista adelantada día a día por Chávez.
La comparación con la "reacción" a Robespierre y la revolución jacobina resulta antipática considerando la distancia histórica, moral y política de los dos personajes, sin embargo, en cuanto al producto "reaccionario" los dos casos parecen ser equivalentes. Maduro y su gobierno son "reaccionarios" respecto a la revolución Chavista, así como Barras y Tallien lo fueron frente a la revolución jacobina. Queremos dejar claro el sentido de la "reacción grosera" de brincar al otro lado de la acera política de estos "reformistas" "pequeñoburgueses" al verse librados de toda presión moral y política con la muerte de Chávez.
Ahora viven la etapa de entrega, pero hace tres años comenzaron el disfrute de la herencia "Ha llegado la hora de la herencia, la hora de los aventureros, de los ambiciosos, de los ansiosos de botín, de las almas equívocas, de los generales y los negociantes; la hora de los nuevos gremios"… diría Zweig, (en Fouché, el genio tenebroso). Igual, si no citamos al autor podríamos decir que fue escrito hoy. Por eso, podemos afirmar que la historia se repite, como farsa pero con una brizna de tragedia.
El otro caso de renegado reaccionario es el de Teodoro Petkoff y Tal Cual. Tal cual (No El Universal, no El Nacional) publica una noticia que titula "EEUU cree que Rafael Ramírez recibió sobornos de red de corrupción en Pdvsa"… "Ramírez,… fue ´nombrado´ como beneficiario de un soborno, aunque no fue acusado en una acusación contra otros cinco altos funcionarios que fueron parcialmente revelados.
En la acusación presentada el lunes, los fiscales en Houston alegan que dos de los individuos acusados dijeron a los empresarios que los pagos de sobornos que hicieron a cambio de pagos rápidos y los contratos con Pdvsa serían compartidos con un alto funcionario venezolano, identificado en la ley porción como "Oficial B."…
…Ese político venezolano no identificado es Ramírez, según dijo a la AP un funcionario de los EEUU. El funcionario acordó hablar sobre el caso solo bajo la condición del anonimato porque no estaban autorizados a discutir el asunto"...
En el caso de Estados Unidos, no es que ese gobierno iba apoyar a Ramírez por criticar duramente al gobierno de Maduro, sino todo lo contrario; Estados Unidos tiene las cosas claras, preferiría darle la razón a Maduro para acabar con Ramírez y así mata dos pájaros de un tiro.
La noticia es claramente una manipulación de la verdad. Un funcionario anónimo piensa que el "alto funcionario" que recibía los sobornos es Rafael Ramírez, sin embargo, según la misma noticia, no ha sido acusado en el caso de los "cinco funcionarios de la empresa imputados".
Así como a Teodoro Petkoff, a Estados Unidos le parece Ramírez infinitamente más peligroso para sus intereses que el mismo Maduro. A Teodoro, Maduro le produce urticaria de la envidia, pero por Ramírez siente odio, horror de que pueda gobernar el país. Algo parecido (pero sin tanto odio y más indiferencia) inspira Ramírez al imperio: una eventual aparición de Ramírez en Venezuela, una posible candidatura o actividad política de él reviviría la llama y el entusiasmo chavista apocado por Maduro a fuerza de renegar del socialismo y mentir; significaría para el imperio haber asesinado al líder de la revolución en vano; así sería, si se le diera continuidad al Plan de la Patria de Chávez por medio del ex ministro chavista.
Es claro que el "estilo" periodístico que predomina en Tal Cual es el resentimiento, a menos que todos los artículos los escriba Teodoro. No hay funcionario de Maduro y de Chávez que no haya sido objeto de críticas, sarcasmo, maldiciones, burlas en la empresa del viejo líder. El diario no soporta el hecho de que Maduro y sus compañeros de la UCV estén gobernando a Venezuela, en vez de Teodoro y sus caimanes ¿o tucanes? (perros, lagartos, da lo mismo, son animales, y no creen en nada), envidian a los que con mucho sentido oportunista heredaron a Chávez y hoy están ocupando el espacio que ha debido ocupar el viejo MAS de Teodoro. Los "muchachos" lo han hecho tan bien que hasta fundaron su propio MAS, llamado "Somos Venezuela" para hacer migrar la militancia del PSUV hacia él.
Pero estos ex guerrilleros renegados son mejores para resentirse de la revolución, denunciarla, delatar a sus líderes; cuentan con la inteligencia y el olfato para detectarlos, como en el caso de Ramírez –descontando el hecho de que Teodoro Petkoff siempre ha querido meterle mano a la empresa petrolera... No debería perder las esperanzas con Maduro, pero el resentimiento y la envidia lo ciegan, anuncian un nuevo y quizás último fracaso Petkoff-.