Vivimos rodeados de cementerios de cadáveres políticos que se volvieron polvo cósmico, una esas metáforas afiladas que Hugo Chávez nos legó. Luis Britto García propone un sicoanálisis para cadáveres políticos, para que asuman su muerte y no joroben más.
¿Cómo convertirse en zombi político? Fácil. En este planeta de hegemonía financiera, es decir, todo el poder para los bancos, basta cuadrarse con el hegemón bancario en politiquería pícara y arrastrada y listo, eso garantiza el repudio de la creciente población lúcida, que en Venezuela es mayoría. Zuas polvo extraterrestre en cosa de meses, semanas, horas, porque la gente perspicaz prende de a toque, especialmente si hay salto de talanquera. Su tiempo de gracia es cada vez más abreviado y capta la volada en un tris y cuando viene a ver el cadáver politiquero naufraga en un tremedal ignominioso, en un zurriburri de perfidias, plazos traicioneros, chapoteando en un pantano maloliente en que termina dándose asco al verse en el espejito-espejito, contemplando cómo se le pasó la vida y cómo se le vino la muerte tan callando. En su amargor repudia a quienes permanecieron leales como si le hubieran ofendido. Es ese momento patético en que la honestidad insulta. No he vivido ese momento, pero atisbándolo de lejos infiero que debe ser bien triste, a juzgar por la mueca aterradora de chiquilicuatre que se le pone.
Más triste aún, para sus nuevos valores, es cuando ya nadie responde sus llamadas, se le evita, se le cambian de acera, no se le invita más y pasa su primera Navidad en la soledad profunda, porque hasta su familia elude su presencia, a lo sumo con cuatro hipócritas que cobran y por eso mismo no acompañan a nadie, que le terminan esquilmando lo poco que le quedó del botín. Si salía por televisión ya no sale, si escribía por la prensa ya nadie lee sus palabras inútiles. Hay un día en que la gente ni le ignora, Cantinflas dixit. Es menos que zombi, porque me han asegurado que los zombis se ven. Al menos en las películas. Siempre pensé que los lugares embrujados de fantasmas no existían, pero vi la Asamblea Nacional en desacato y tuve que rectificar.
Y es peor que cósmico, perdona pero el retruécano se cae solo, porque se vuelve polvo cómico.