Ya la Comisión de la ANC a cuyo frente se halla la profesora Gladys Requena asumió un paquete de revisiones lingüísticas tendentes a adecuar el lenguaje sexista machista imperante hasta nuestros días a la nueva concepción política, sociológica y humanística que está recibiendo la mujer en estos tiempos.
Quiero aportar un poco a esa necesaria reforma; este es el caso:
Si usted se pasea por la cadena de entradas o voces de los diccionarios inspirados precisamente en los patrones del DRAE (Diccionario de la Real Academia Española), hallará que todas aquellas referidas a sustantivos y adjetivos, participios, al citar sus correspondientes géneros a los masculinos les han asignado una prioridad inocultablemente patriarcal que cruza todo el diccionario, a pesar de que su ordenamiento es rigurosamente alfabético de la A hasta la Z, y obvia y lógicamente correcta, precedería a correcto, aunque predecesor precedería a predecesora.
Así, en el DRAE la entrada Bueno precede a Buena. El academia se limita, inclusive, a no expresar literalmente el género femenino ya que literalmente escribe: Bueno, na; soldador, ra; agricultor, ra; escritor, ra; científico, ca; médico, ca; defensor, ra; etc. Por supuesto Reina precedería a Rey lo cual defenestraría la insigne y suprema figura real.
A la Real Academia hemos elevado esta observación varias veces en unos 15 años, sin respuesta alguna de parte de esa realísima institución regentada por un académico, ca (sic), o literato, ta (sic), o gramático, ca (sic); voces así.