Diseñado para países y universos hipercargados de variables, el CARNET de la PATRIA luce como un instrumento[1] potenciado para definitivamente eliminar todo asomo de intermediarios en las consuetudinarias cadenas burocráticas que, en los casos como Venezuela, de hecho se han adueñado de toda la Administración Pública, y así el corrupto, el mal ciudadano, el antivalores, y el vivián y la viviana en general han hecho de las suyas como efectiva y proliferadamente lo hacen con el mayor éxito e impunidad.
Estamos pensando en su uso normal libre de abusos gubernamentales ya que, por lo general, todo instrumento de control burocrático también es susceptible se corrupción a los más altos niveles gubernamentales.
Por ejemplo, la Admiración Pública ha informado que desde hace un par de meses ya todos los ciudadanos con derecho a jubilación[2] automáticamente, si posee el Carnet de la Patria, desde su casa puede esperar vía celular la notificación de que ya está incorporado al sector de jubilados sin pasar por oficina alguna, salvo su ratificación o confirmación, vía Internet.
Obviamente, también permitiría-inevitablemente-un control de los rasgos más resaltantes de cada carnetizado: su afiliación política, por ejemplo.
De resultas: el Carnet podría servir para planificar necesidades y satisfacciones populares-y generales-y también-a cualquier gobierno de turno-para conocer amigos y enemigos, simpatizantes, afiliados a tal o cual partico político, a "patriotas, "antipatriotas" ... y también planificar en consecuencia.
La Roma Imperial se ocupó de excelentes vías de comunicación terrestres y de hacer periódicos censos con fines impositivos, pero dejó al arbitrio de sus colonias sus culturas y convicciones religiosas.
[1] En los centros de investigación que operan con universos su uso ha demostrado mejorar el conocimiento de grandes conglomerados de comportamiento errático con complejos de variables de alto dinamismo permanente. Por ejemplo, el acierto de los pronósticos atmosféricos de los últimos años ha mejorado notablemente.
[2] Digamos que diariamente muchas personas pasan a ser jubilados.
