Coraje tuvo Sócrates, el filósofo. Las autoridades atenienses lo apresaron por indigno, según ellos. Disque por corromper a los jóvenes. Tan sólo iba por las calles y por las plazas haciendo preguntas. Recibiendo respuestas y aprendiendo. Nada más. Pero eso no gustó a las autoridades. Le ofrecieron tres opciones: el exilio, callarse la boca o morir envenenado en la cárcel. Escogió la última opción. Nadie más como el conocía la vida de aquella sociedad. Por lo que no traicionaría a sus principios. Optó por conocer a la muerte. Por eso le dijo al carcelero que se apurara con la pócima de veneno. Se le hacía tarde para encontrarse con la muerte.
Coraje tuvo el Che Guevara. No estaba conforme con lo que había hecho dentro del proceso de la revolución cubana. Conocía a sus compañeros y sus intenciones. Quiso, pues, conocer otros pueblos, y otra gente que quisiera multiplicar la revolucón de Fidel Castro. Por eso escogió a Bolivia. Se internó en una zona montañosa recomendada por militantes del Partido Comunista y empezó la lucha liberadora. Pocos meses dura su sueño. Los rangers lo acosaron hasta acorralarlo en una zona de donde no tuvo escapatoria. Estaba herido, cansado y enfermo. Lo hicieron preso. Lo metieron en una casucha que servía de escuela para los hijos de los campesinos, y amarrado lo tiraron en la tierra. el Ché sabía lo que le esperaba. Después de una larga espera, vio a un sargento entrar con su fúsil presto. Era el final del médico-guerrillero. "Hey, tú, prepárate para disparar. Vas a matar a un hombre". Eso sucedió.
Dos hombres. Dos épocas. Un mismo destino. El coraje de ambos está sembrado en la historia. ¿Heny Falcón tendrá un poquito del coraje de estos dos hombres, a pesar de la distancia en tiempos? No soy adivino, pero este caballero tendrá que demostrar en los días que están por venir hasta dónde es capaz de llegar. Si puedo decir, como producto de mi observación, que lo noto con poca hombría política. Titubea, como lo hacen los indecisos. Trata de impresionar usando un lenguaje acartonado y de poca profundidad. Me da la impresión que estamos en presencia de un hombre que tildan de cobarde sus enemigos políticos. Sólo es una impresión. Uno nunca sabe.
Pero para muestra basta un bontón. Falcón luce acobardado ante las presiones de sus ex compañeros de la MUD. No les responde como un hombre con suficientes guáramos, "destinado" a gobernar este país. Tampoco se deslinda de las intenciones de sus panas, las cuales conoce muy bien. Igualmente tiembla ante de la presión del señor Arrastrado Almagro. Evita responder como lo pudiera hacer, en su lugar, un hombre que se aprecie a sí mismo y ame a su patria. Sus respuestas son sólo breves comentarios. Balbucea para no decir nada. En fin, este señor pareciera que no llega al final. No tiene el coraje de ser el mismo. Es uno más del cambote. Luce poco calificado para enfrentar a Nicolás Maduro Moros en la contienda presidencial que se avecina... ¡Se cansa uno!
Puerto Ordaz, 19 de marzo de 2018.
