Gane quien gane, siempre habrá tiempo de defender al socialismo de la barbarie

En escritos anteriores hemos señalado la necesidad de diferenciar el impulso socialista de Chávez, eso de poner por delante y encima de todo a la humanidad y a la vida que la hace posible y sostiene, de los intereses egoístas y lo que los hacen posible y sostienen, es decir al capitalismo. El común de los liberales opina que una sociedad próspera es una sociedad con una economía basada en la propiedad privada próspera, debido a que son los más ricos quienes pueden generar empleo y riquezas. Es una idea bastante prejuiciosa, además de abstracta y pulcra para el sentido común, pero cuando vemos cómo se realiza de forma concreta el mal olor nos pega. Lo que oculta este cuento de hadas es la pobreza, la explotación, los guetos, la delincuencia, y en general una sociedad delictiva y podrida.

Para que no sea maloliente en su estado soberano el capitalismo debe generar tanta riqueza como pobreza; por una lado están los países desarrollados sobrecargados de todo, desarrollo tecnológico, desarrollo social, oportunidades de empleos bien remunerados, ciudades ordenadas y limpias; para ello se generan otras tecnologías suplementarias, maquinarias, sistemas y sub sistemas solo para mantener felices a las personas, limpias y ordenadas las ciudades, porque ahí habrá un mercado para casi todo lo que inventes. Ese capitalismo robusto, maravilloso e ideal descansa, eso sí, en el resto del mundo. Ese "resto del mundo" es el otro lado, donde no se necesita facilitarle la vida a nadie.

Para que un "ciudadano medio" de una de estas ciudades "desarrolladas" tenga acceso a calefacción, o en Dubái, una ciudad para ricos, a aire acondicionado todo el día, mucha gente tiene que morir temprano, desnutrido, mucha gente debe pasar hambre y todo tipo de necesidades, mucha, pero muchísima gente. Este es el lado de mundo a donde nos encontramos nosotros los venezolanos y todas las sociedades similares, colonizadas por el capital. La posibilidad real de que nuestra sociedad disfrute de los niveles de vida de un ciudadano medio de Copenhague, Hamburgo, Londres, Nueva york, Paris etc. en el capitalismo es casi nula, porque esos países viven así a costa de nuestra explotación como nación, como sociedad, de nuestra miseria y ignorancia. La tecnología es la base de nuestro desarrollo pero es también la base del desarrollo de ellos, es así como "la nuestra", la colonizada, solo sirve para sus fines extraccionistas, para facilitarles la materia prima que ellos necesitan para vivir bien y pulcros y sostenerse así en el tiempo: tecnología para sacar oro, diamantes, petróleo, coltán, agua; para manufacturar sus productos, además de ideología para "extraer" mano de obra barata, desechable y dócil.

Así como en la sociedad capitalista existen ricos y pobres, propietarios y fuerza de trabajo esclavizada, en el mundo existen países ricos y países pobres; unos explotan a los otros, de forma material y de forma espiritual, unos colonizan a los otros. Aunque a muchos esto les parezca algo superado por la "globalización", el esquema no ha cambiado en nada, porque a la base de ésto están los mismos privilegios de siempre, las mismas motivaciones de lujos y codicia de siempre, se podría decir que las mismas familias ricas de siempre manipulando el mundo.

La única salvación para nuestros pueblos es una sociedad económicamente más racional y más humana: el socialismo, que busque su independencia del capitalismo; cambiar el modelo de desarrollo, de un modelo materialista a otro humanista y humano. Cambiar de una sociedad consumista a una sociedad que se arraigue en el trabajo creador y productivo, sin explotación del hombre y sin depredación de la naturaleza, donde se asienta la existencia de la vida humana. Además que garantice la paz sobre la igualdad y la justicia social, no en las diferencia y privilegios, como lo hacen algunos líderes colonizados.

No somos los únicos que hemos insistido en distanciar al socialismo que es un esfuerzo de cambio cultural, mental, espiritual, de las pretensiones de "desarrollo" materialista, las cuales ha tenido y sigue teniendo el gobierno de Maduro. Manuel Sutherland nos ha dado la razón en cuanto a cómo las pretensiones disparatadas de desarrollar una potencia industrial han llevado a nuestra sociedad y a nuestros esfuerzos de cambio social a la quiebra, material y espiritual, sobretodo espiritual; nos han postrado ante el hambre y las necesidades, a mendigar; a la resignación de tener que comer mierda porque eso es lo que hay, viendo cómo se enriquecen los mercachifles y banqueros frente a nuestros ojos. Dice el profesor:

"Más que una transformación socialista (o desarrollista), la economía venezolana vivió una masiva transferencia de renta hacia el capital importador y hacia una casta burocrático-militar que vive a costa de las arcas públicas mediante la sobrevaluación del bolívar y las importaciones fraudulentas para captar divisas a precios preferenciales"… Esto último es lo que conocemos como dólar today. Hasta ahora lo que dice Sutherland tiene sentido ¿Quiénes e benefician del dólar preferencia? Los que lo tienen. Sigue…" El proceso bolivariano ha sido más bien una variante del rentismo petrolero que ya se había registrado durante el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez (1974-1979). Antes que a las revoluciones socialistas clásicas, el proyecto bolivariano se parece a un nacional-populismo militarista (…) Venezuela constituye el mejor «argumento» para las derechas más retrógradas. En cualquier ámbito mediático, aprovechan la situación para asustar a sus compatriotas con preguntas como: "¿Quieren socialismo? ¡Vayan a Venezuela y miren la miseria!". "¿Anhelan un cambio? ¡Miren cómo otra revolución destruye un país próspero!". Sesudos analistas aseveran que las políticas socialistas arruinaron el país y que la solución es una reversión ultra liberal de la revolución."

Este ha sido el precio que hemos tenido que pagar por los disparates de querer industrializar al país bajo el modelo capitalista, con una visión capitalista del desarrollo, materialista, con los mismos estímulos espirituales egoístas mezquinos capitalistas y su misma moralidad pacata pequeño burguesa.

Las ideas que justifican este artículo de Sutherland son las mismas que denuncian la falsificación del socialismo pensado como un verdadero desarrollo humano y humanista (artículo publicado en la revista Nueva Sociedad No 274, marzo-abril de 2018, y con un link en Aporrea) Por eso hay que pensar y hablar ordenando las ideas, no podemos entrar en pánico por lo que está pasando, podemos recuperar lo perdido si hacemos "control de daños" político, ideológico, chavista, y nos olvidamos de los devaneos capitalistas.

La gente en la calle está muy confundida, algunos solo quieren votar y hasta allí llega su conciencia política, otros son indiferentes a lo que pueda pasar, enterrados hasta el cuello en las necesidades. Los mercados venden lo que quieren y al precio que les da la gana porque no hay opciones sino las de ellos, no hay calidad, no hay salubridad ni control de ningún tipo. El gobierno está paralizado en cero esperando el resultado de las elecciones. Y los chavistas, el chavismo aletargado, ¡Es tiempo de reaccionar, despertar y volver al plan de Chávez original para que no nos venza el sueño de los congelados. Hay que recuperar el entusiasmo por la revolución y vencer a los falsificadores del socialismo. Las calles son para los cambios no para buscar votos para oportunistas y traidores. ¡Viva Chávez!



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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