El sistema implantado por el Pacto de Punto Fijo fue lo que arruinó a Venezuela

En torno a Los Doce Apóstoles del puntofijismo empiezan a pulular algunas figuras menores que luego se harán más visibles, las más notorias, Antonio Ledezma y Henry Ramos Allup, este último descendiente de libaneses de raigambre falangista. Estos 2 adecos desarrollan el innoble oficio de trepadores sociales, gracias a lo cual terminan casados con sendas señoritas de la sociedad. El primero con una Capriles, Mitzy, y el segundo con una de las gemelas de Franco D'Agostino: Diana. La boda de Henry y Diana se celebró en 1985 y a la misma asistieron, entre otros, el entonces presidente Jaime Lusinchi y su famosa secretaria, Blanca Ibáñez. Eran los tiempos de RECADI y el mejor refinanciamiento del mundo.

Dora, la gemela Diana, es la esposa del ex directivo de RCTV Eladio Lárez, el mismo de ¿Quién quiere ser millonario? es una abogada que trabajó directamente como consultora jurídica de las empresas de su papá pero también como parte del oscuro bufete de Pedro Tinoco. Buena parte de los negocios de las últimas dos décadas del siglo pasado de su padre, estuvieron concentrados en desarrollar inmobiliariamente lo que era un pulmón vegetal y zona protectora de la ciudad de Caracas. En cuanto a sus funciones dentro del bufete de Tinoco valga acotar que fue en la época en que siendo Tinoco, desde las sombras, el hombre fuerte del Latino y de la banca venezolana, terminó ocupando la presidencia del Banco Central de Venezuela en el segundo gobierno de su compadre Carlos Andrés Pérez, allí manipuló como nadie los títulos de deuda y las finanzas públicas, siendo el artífice de la quiebra del sistema financiero años después; en 1994. Valga resaltar que Diana D'Agostino es hermana de Francisco, quien a casi nadie le dice su nombre, pero Francisco D'Agostino es uno de los socios de Derwick, una empresa contratista a la que se acusa de estafar al Estado con contratos en el sector eléctrico, contratos que nunca se cumplieron, razón por la cual se le considera muy corresponsable de la crisis que atraviesa hoy el sector eléctrico en toda Venezuela.

Es notable que en las crónicas escuálidas sobre Derwick siempre se habla de sus apoderados como bolichicos. Sin embargo, suele no insistirse tanto en el hecho de que además del cuñado de Henry Ramos, entre sus apoderados también aparece un señorito de nombre Leopoldo Betancourt López, no solo descendiente de Rómulo Betancourt sino primo del otro Leopoldo, el terrorista, todo lo cual serviría para explicar algunas cosas. Francisco D'Agostino a su vez, está casado con María Victoria Vargas, hija del magnate Víctor Vargas, fundador del Banco BOD y del cual es su vicepresidente comercial. De paso, lo emparentan con la realeza española, ya que la otra hija de Víctor Vargas, María Margarita, está casada con Luis Alfonso de Borbón, pretendientes al trono español, pero también al francés en caso que se restaure la monarquía allí. Luis Alfonso de Borbón es de hecho conocido entre sus seguidores como rey Luis XX de Francia y Navarra. Pero mientras espera el trono se entretiene trabajando como encargado de los negocios de su suegro; para España y el resto de Europa.

Entre esta sociedad de cómplices ha desaparecido muchas de las riquezas de Venezuela, pero la gran parte de ellas fueron robadas por esos oligarcas fascistas criollos cuando la práctica de lo que se llamó EL PACTO DE NUEVA YORK (PACTO DE PUNTO FIJO) y cuando al fin ese régimen dictatorial cayó, ya la olla estaba raspada. Venezolano, tenga conciencia al votar, no le vaya a dar el voto a los oligarcas adecos, copeyanos y sus derivados, porque ellos de inmediato conseguirían los 60 mil millones de dólares en préstamo de los cuales han venido hablando, pero lo primero que harían con ese dinero sería aplicar el primer párrafo de su código de ética que tienen, retener, robar, para sus propios bolsillos de esa cantidad no menos del 80% (48 mil millones) y si acaso hacer llegar al pueblo los restantes 12 mil millones. Y así seguirían haciendo el segundo y tercer año, para el cuarto año, no habría préstamo sino que se tendría que pagar los anteriores y como no habría dinero para hacerlo, los oligarcas venderían parte o todo el territorio venezolano. Estimado paisano, aguante, esté seguro que de las penurias y amenazas que está sufriendo hoy Venezuela terminaremos por salir. ¡No perdamos nuestra independencia y la gloria de nuestro bravo pueblo. Venezuela! Firmeza y valentía, confíe que la Providencia está con sus verdaderos hijos.



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José M. Ameliach N.


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