Hemos sido gobernados por la estupidez, y no nos referimos sólo al gobierno, hablamos de todos los responsables del fenómeno político, al gobierno, a la oposición, a los revolucionarios y a los reaccionarios. No puede llamarse inteligente esta capa social que nos dirigió los últimos cinco años. Habría que dar la razón a Einstein cuando dijo: Sólo hay dos cosas infinitas en el mundo; la estupidez humana y el universo. Y no estoy muy seguro acerca de lo último.
¿Cómo se las arreglaron para perpetrar este desastre? Chávez nunca imaginó que su entorno poseyera esta capacidad apocalíptica, esta ignorancia en asuntos de Estado. Para poner unos pocos ejemplos: ¿a quién carajo se le ocurre defenestrar casi cien gerentes de una industria petrolera, hacer un show con eso y después sorprenderse de que la industria colapsó?, ¿cómo imaginaban cubrir esas cien vacantes que requieren especializada capacitación? Fue una estupidez, pero si esa industria es la que alimenta a la nación ya eso no tiene nombre, y si todo fue para tumbar a un gerente que le hacía sombra al aprendiz, eso fue el colmo.
¿A quién se le ocurre perseguir la crítica, dejando así al gobierno incapacitado para evaluar su desempeño, obligado a buscar culpables de sus yerros, a no corregir sino justificar?
¿A quién se le ocurre convocar una constituyente para salir de compromisos tácticos, como ese de aniquilar a la Fiscal y luego nombrar al genio que tiene el raro mérito de haber sido el único que ha quebrado a una industria petrolera en el mundo? Ni en la guerra quebraron las petroleras y este fiscal en menos de un año volvió añicos a PDVSA.
Paremos aquí la rápida ojeada de la calidad del gobierno. De la oposición ni hablemos, eso no es problema para tratarlo nosotros, allá ellos con sus estupideces, sus zancadillas, sus traiciones. Limitémonos a decir que ellos son la otra parte necesaria para el circo que engaña a la masa. A nosotros nos importa el legado revolucionario de Chávez.
Después del 20 todo indica que la estupidez seguirá gobernando, las elecciones fueron un torneo que no pronostica otra cosa. Puede ser que surja una salida militar al desastre pero eso será otro tema, otro manual.
¿Qué hacer después del 20, cuáles son las tareas de los revolucionarios chavistas?
Lo primero es hacer un diagnóstico de la dirigencia chavista. Es asombroso cómo después del asesinato de Chávez el grueso de la dirigencia chavista abandonó al Socialismo, se volcó con desvergüenza al capitalismo, se olvidó del Plan de la Patria, de la lucha contra "la lógica del capital". Y esa dejadez, ese giro, ese golpe de timón al revés se hizo en medio del silencio de todos los dirigentes. Hoy podemos decir, con angustia, con tristeza, que no hay dirigentes que sean referencia del Chavismo revolucionario, que asuman su legado y desde allí avancen.
He allí una de las principales tareas de hoy: construir una referencia revolucionaria, una vanguardia visible, creíble.
Y de esta primera tarea se desprende la otra: la batalla ideológica, la batalla de ideas. Exponer las ideas del Socialismo, del Chavismo sin cálculos, sin matices, tal como lo dejó el Comandante. Dar la pelea de frente contra el reformismo, combatir las deformaciones, exponer con claridad la fuerza del Socialismo como única salida para este país y para la Humanidad. Es decir, dar continuidad a la lucha donde la dejó Chávez.
El 20, pase lo que pase, los revolucionarios chavistas tienen sus tareas definidas, lo demás se deduce de allí.
