La democracia con energía del puntofijismo

El terrorismo de Estado, base política del puntofijismo, se desborda en el segundo gobierno del adeco Carlos Andrés Pérez, CAP, quien pocos días después de tomar posesión de la Presidencia de la República lo aplica sin la menor compasión y mata a más de 3000 venezolanos en solo 3 días; esa acción criminal se llamó El Caracazo.

Pero un mes antes del Caracazo, el Dr. Lusinchi muy ufano por entregarle a otro adeco, que nuevamente asumiría la primera magistratura, saboreaba las mieles del éxito de una popularidad sin precedentes al ser despedido con una ovación de pie de todos los presentes en la opulente y obscena toma de posesión de CAP. Muy efímera fue el regocijo del Dr. Lusinchi y aquella popularidad del expresidente se transformaría en el peor de los castigos para una figura pública: El repudio y el olvido del pueblo venezolano, por lo que tuvo que irse del país y residenciarse en Miami con su barragana y termina sus días como un mortal cualquiera y al lado de su célebre secretaría privada, quien ya había acuñado esta cínica frase "Un hombre de Estado es el que se pasa la mitad de su vida autorizando leyes, y la otra mitad ayudando a sus amigos a no cumplirlas". Al llegar CAP al gobierno la elección de las autoridades regionales ya estaba contemplada en la Constitución de 1961, sin embargo, no se habían realizado más que elecciones para los Concejos Municipales en 1979 y 1984, los gobernadores y alcaldes eran designados directamente por el Ejecutivo Nacional. En 1984 el gobierno del entonces presidente de la República Jaime Lusinchi decreta la creación de la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado COPRE en donde se estipulaba hacer efectivo el ordenamiento jurídico de aquella Constitución que para el momento no era aplicado. La COPRE fue dirigida por el Dr. Ramón J. Velásquez desde su instalación en 1985. Para 1987 la comisión presidencial arroja como resultado el impulso de una política para la descentralización territorial en Venezuela, pero el gobierno de Lusinchi rechazó el documento junto a los dirigentes de su partido Acción Democrática, AD, éstos decidieron retardar en el Congreso los mecanismos de elección para los Estados y Municipios, en 1989 asume la presidencia Carlos Andrés Pérez también de AD oponiéndose en un principio a la elección de esas autoridades pero debido a conflictos sociales como el Caracazo termino aceptando y se aprobaron las respectivas leyes en el Congreso. El 03 diciembre de 1989 se realizan por primera vez en Venezuela elecciones para elegir a los gobernadores y alcaldes de las regiones para el período 1990-1993, éstos cumplirían sus funciones por períodos de tres años con posibilidad de reelección inmediata una sola vez. Los cambios sociales ocurridos luego del Caracazo el 27 de febrero de 1989 dejaron también significativos cambios políticos pese a que se mantenía el bipartidismo encabezado por AD y COPEI se lograron triunfos sorpresivos en los Estados Aragua y Bolívar. Al igual que los recientes procesos electorales de entonces la abstención iba en aumento, para esa elección llegó al 64,9%.

A pesar de haber sido acusado de corrupción en su primer gobierno, lo cual se tradujo en el sonado caso del "Sierra Nevada", un buque frigorífico comprado con inmenso sobreprecio durante su primer gobierno, el ex-presidente adeco se lanzó a la campaña política de 1988, y su contra parte copeyano Eduardo Fernández, EL TIGRE del partido social-cristiano COPEI; el cual jamás fue social y menos cristiano. CAP confió en que podría volver a gobernar y regresar a Venezuela a aquella bonanza petrolera en la que se caracterizó su primer período, pero como esa inmensa fortuna en dólares que había entrado a las arcas venezolana ya la oligarquía venezolana se la habían robado, se le ocurrió aplicar un paquete de medidas neoliberales. El programa económico de ajustes o "Paquete Económico" contemplaba medidas de aplicación inmediata y otras de aplicación gradual pero en plazos relativamente cortos, un plan de austeridad consistente en la liberación de las importaciones, eliminación de los controles de precios, privatización de las empresas no estratégicas en manos del estado: VIASA, CANTV, SIDERÚRGICA. Aumento del precio de la gasolina, congelación de salarios, reducción del tamaño del Estado así sobre todo el gasto social.



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José M. Ameliach N.


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