En estos días se está conmemorando los 59 años de la muerte de un personaje polémico que nació en Bejuma, Carabobo, Venezuela, en 1910 y murió en Valencia en 1969: El padre Simón Salvatierra. Salvatierra fue una persona fiel a los verdaderos principios y práctica del cristianismo, por ello fue contundente en sus palabras y acciones. Ordenado en Roma en 1937, Salvatierra fue párroco de los pueblos de Nirgua, Miranda, Bejuma, Guacara, y en la iglesia parroquial de La Pastora en Valencia, fue también Capellán de los Colegios San Antonio, Betania, Fe y Alegría. Aparte del sacerdocio su otra pasión fue lo militar y por ello hace lo posible por asimilarse en las Fuerzas Armadas, por lo que era corriente verle de uniforme militar. Salvatierra llegó a ser capellán de la guarniciones de Valencia y Maracay, con la jerarquía de Capitán asimilado desde los tiempos del gobierno del comandante Carlos Delgado Chalbaud. Fue también un consumado deportista y se le veía frecuentemente jugando pelota en las barriadas de Valencia. A raíz del sangriento golpe de estado de los adecos que derrocó al gobierno constitucional del Presidente Isaías Medina Angarita, junto a unos pocos oficiales de las FF. AA., Rómulo Betancourt; a quien el padre Salvatierra desde el púlpito y desde la calle protagonizó una crítica frontal de oposición al gobierno golpista.
Más tarde, cuando el gobierno de Betancourt con evidentes influencias marxistas, inició una serie de ataques a la educación privada y religiosa, especialmente con el famoso "Decreto tres-dos-uno" Salvatierra lo enfrenta y participa activamente en las multitudinarias manifestaciones de padres, estudiantes y religiosos en contra del mismo, manifestaciones que al fin llevaron a la suspensión del decreto y posterior renuncia del Ministro de Educación. Cuando el gobierno de la Junta Militar de Gobierno en 1949 creó el Instituto Nacional del Deporte, IND, Salvatierra fue designado como comisionado del deporte en Carabobo y luego presidente del IND Carabobo, también fue fundador de la Asociación Deportiva de Carabobo, ADC. Se cuenta que frecuentemente repartía su sueldo de sacerdote en las barriadas más pobres de la ciudad. Salvatierra tuvo importante participación en la promoción de la construcción del estadio de Valencia, conocido como "Estadio Cuatricentenario", al cual luego le cambiaron el nombre por José Bernardo Pérez, sede actual del Magallanes BBC. Salvatierra tenía fácil acceso a los altos funcionarios del gobierno, donde gozaba de muchas simpatías logradas como capellán de los militares, incluso llegó a ser confesor de doña Flor Chalbaud de Pérez Jiménez. Salvatierra reconocido anti adeco y con motivo de la llegada al gobierno de Rómulo Betancourt en 1959 fue destituido sin ningún tipo de procedimiento ni derecho a la defensa de su cargo de capellán militar, por ser desafecto al gobierno; lo que le causó gran indignación.
Salvatierra siempre vinculado a las FAN, se alía a un grupo de conspiradores anti adecos y participa activamente el 20 de febrero de 1961 en una audaz operación comando que ejecutó sin hacer un solo tiro, en la toma del Palacio Blanco, la Academia Militar y Radio Rumbos, como parte de un frustrado golpe de estado contra Rómulo Betancourt, aquel, comandado por el Cnel. Edito Ramírez, intentona que fue conocida como "El Madrugonazo", que fracasa a las pocas horas por no activarse los otros comprometidos. Salvatierra fue apresado por funcionarios de la DIGEPOL en su modesta residencia en la esquina Flor de Mayo en la Calle Comercio con Andrés Bello de Valencia, en la misma casa donde nació el célebre General Antonio Paredes; asesinado por órdenes de Cipriano Castro. Inmediatamente Salvatierra es llevado a la DIGEPOL de Caracas donde sufrió torturas y vejámenes, para pasar luego preso a la Cárcel Modelo, donde estuvo detenido por unos dos años, hasta ser indultado por el nuevo gobierno de Raúl Leoni. Luego, en 1968 presenta su candidatura al Senado de la república por el estado Carabobo con la tarjeta del partido perezjimenista Cruzada Cívica Nacionalista, CCN, ganando abrumadoramente la senaduría por su estado. Al cobrar su primera quincena, al igual que lo había hecho antes, la repartió entre los más necesitados de las barriadas valencianas. Su salud se había resentido por los años de cautiverio y las torturas recibidas y murió a los 58 años de edad en Valencia el 25 de mayo de 1969. Por ser Senador activo de la República le correspondieron legalmente honores fúnebres militares de General de Brigada.