El madurismo no es un gobierno neoliberal. Es un gobierno que ha sometido al hambre y la miseria a la mayoría de la población. Desde que Maduro llegó al poder, sólo le bastó un lustro para destruir la economía, al punto que con una retórica "nacionalista" que invoca la "independencia y la soberanía", la única verdad es que pulverizó el bolívar como signo monetario, y con ello liquidó por completo el trabajo y el salario como principales fuentes de ingresos de los venezolanos, al condenarnos a vivir con una moneda en permanente devaluación, y en el medio de una terrible hiperinflación, que ya superó los cinco dígitos anuales, y amenaza con llegar a las seis cifras por año en pocos meses.
Que en la actualidad, el salario mínimo sea apenas de un millón de bolívares, (menos de un dólar en el mercado paralelo)¹, y el precio de un kilogramo de café sea de casi 10 millones de nuestra destruida moneda nacional², o sea, casi 10 salarios mínimos para adquirir un producto eminentemente nacional (es decir, se necesita casi un año de trabajo para comprar parte del desayuno del venezolano), pero cuyas materias fundamentales de siembra son en su mayoría importadas, no sólo revela que el país está a la deriva en materia económica, sino que el madurismo sólo tiene como único propósito terminar de empobrecernos a los venezolanos en la más absoluta miseria, a la cual hemos denominado la madurización, en analogía a la africanización que sufrieron países de ese continente durante el siglo XX, cuando estuvieron sumidos con el hambre y la postración económica.
Lo insólito es que los asesores del madurismo en materia económica están dados por gente extranjera que no han escrito absolutamente nada en su país, o "economistas" como una señora de nombre Pascualina Curcio, quien dice que palabras más, palabras menos, que la inflación es un invento del "imperio", pero que además es "inducida", para justificar el enorme torrente de dinero inorgánico que ha creado el madurismo para financiar el gasto público, y que en esencia es lo que nos ha llevado a este estado de inanición económica. Porque si la señora Curcio tuviera razón en sus planteamientos de que el dinero inorgánico no genera inflación, pues entonces, ¿Por qué no sugiere a Maduro que nos deposite a cada venezolano unos 20 mil millones de bolívares en nuestras cuentas y soluciona de inmediato el problema del hambre en Venezuela? Es más, de inmediato sería postulada y con seguridad ganaría el Nobel de la Economía ¿O será que el equivocado sería yo?
El madurismo que controla y asesora al gobierno, todos sin excepción son una letrina de incapaces, insensibles y bradifrénicos. Son gente cuya única finalidad está en tener viviendo con máxima comodidad a sus familiares por cuenta de las pocas divisas que entran al Estado. Y volvemos nuevamente a preguntarnos, si ellos nos dicen que Venezuela es el "mejor país del mundo", entonces ¿Por qué los hijos del ministro de la defensa estudian y viven en España, los de Jorge Rodríguez, el ministro de "comunicación" se pasean por México, o la hija del presidente fallecido Hugo Chávez, estudia en La Sorbona, nada menos que en Francia, y curiosamente en donde todos los gobiernos son de "derecha" y países capitalistas que además son practicantes del más rancio neoliberalismo?
¡Claro! Esperar que individuos "constituyentes" en su máxima senectud como Julio Escalona nos expliquen tales hechos, sería como preguntarle a Diosdado Cabello ¿por qué permitió que Maduro entregara con la mediación de Lacava al "terrorista latinoamericano" Joshua Holt sin su autorización como jefe de la policía política de El Helicoide?
Que un kilo de café tenga como valor en Venezuela casi el salario de un año, no sólo es una aberración humana y social. Es la más clara demostración que con Maduro en el poder la explosión social está cada vez más cerca. Si mañana el "salario mínimo" fuera de 5, 6, 7 o 10 millones de bolívares, el kilo de café llegará a 50, 60, 70 o 100 millones de esos mismos destruidos "bolívares". El problema de fondo es que mientras Maduro siga en el poder no habrá forma de revertir esta angustiante y empobrecedora situación, porque ha demostrado ser un individuo sin la mínima idea de gobernar un país como Venezuela, llevando incluso a la quiebra de la industria petrolera, la cual para 2019, al ritmo en que va en descenso su producción estará exportando en términos reales unos 300 mil barriles diarios. Verbigracia, sería la completa destrucción y quiebra no sólo de la estatal petrolera, sino la muerte de nuestro país en términos financieros.
Por ahora, el salario mínimo en Venezuela es de un millón de bolívares. Un kilo de café tiene por precio casi 10 millones de bolívares cuyo precio lo colocan las empresas expropiadas que ahora son "socialistas". El madurismo ha convertido a los venezolanos en los seres más pobres del planeta con ingresos inferiores de un dólar por mes. Cada vez se acerca con mayor intensidad una explosión social de características apocalípticas. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
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¹ https://lta.reuters.com/article/topNews/idLTAKBN1I11Y5-OUSLT