La impunidad económica nos está llevando a la ingobernabilidad económica

Si el gobierno de Maduro, junto a la unión cívico-militar (pueblo organizado y fuerzas armadas), no resuelve el problema de la hiperinflación inducida que genera insatisfacción social y desestabilización económica, podría darse el escenario de la implosión social en cualquier momento, incluso, con inimaginables consecuencias. Valga decir, si el Estado no actúa con la mano dura y firme prometida por Maduro para enfrentar y detener a los actores empresariales y mafias dentro y fuera del Gobierno, en la llamada "guerra económica", cualquier cosa mala podría ocurrir de manera imprevista.

La impunidad económica está llevando a la sociedad política a la ingobernabilidad, a la sociedad económica a la anarquía, a la sociedad civil a la pobreza, a la población juvenil a la desesperanza, y en términos generales, a una parte de la población al abandono del territorio nacional para ser explotado como esclavos en otras latitudes. Ese caos inducido en la economía se manifiesta en la anarquía de los precios, que ya rayan a los precios de una guerra convencional. No obstante, los yanquis, sin disparar un tiro, sin colocar un marine y sin movilizar ni un buque o avión militar en nuestro territorio, están generando secuelas peor que en una devastación de guerra.

Si bien hemos escuchado a nuestro Presidente haciendo un llamado a la defensa nacional ante los insistentes ataques imperiales, bloqueo financiero y posicionamiento estratégico de la OTAN en nuestras fronteras, a la cual nos sumamos, también insistimos en ser más proactivos que reactivos ante la avanzada y eficiencia con que nuestros enemigos internos siguen impunemente actuando. Siguen avanzando en su objetivo de crear empobrecimiento colectivo por medio de la hiperinflación inducida con la finalidad de desmoralizar al pueblo y restarles seguidores a ese llamado a la "defensa nacional". La guerra económica contra el pueblo es inminente e inhumano.

Eleazar Díaz Rangel bien lo diagnostica en su artículo "Llamado a la defensa nacional":

Washington no desmaya en su política de amenazas, intimidación y agresión a Venezuela, desde promover mecanismos para aislar al país y desestabilizar al gobierno; de cercarlo económicamente para hacer sufrir al pueblo, provocar sus reacciones, incluidos saqueos y explosiones sociales; esfuerzos que hasta ahora han resultado fallidos. Igualmente aspirarán a hacer flaquear cuadros del chavismo y tratar de penetrar la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. (2018: jun, 10)

¿QUÉ MÁS NOS FALTA PARA ACTUAR?

Entonces, ¿Vamos a esperar que la situación empeore a lo interno del país para poder actuar? ¿O es que acaso gran parte de los poderes públicos no son aliados del Gobierno? Recordemos que la mayoría de las gobernaciones, alcaldías, concejales, legisladores regionales, constituyentes son del ala revolucionaria.

¿Vamos esperar qué la dinámica del caos económico inducido desde el exterior (dólar paralelo) y ejecutado a lo interior (gremios y mafias empresariales opositoras) nos lleven a la muerte como sociedad? Lo que está ocurriendo no se sabe cuándo terminará, pero lo que si se ve es que aún no se dan claras luces hacia el camino de la estabilidad.

¿No es más fácil juzgar a los que han infringido daño a la población con hechos que rayan crímenes de lesa humanidad? ¿No es más fácil abrir un juicio público-constituyente a los empresarios y gremios que han inducido la inflación? Insisto, hay que detener a los ladrones, detener a las juntas directivas de las franquicias transnacionales o de los gremios empresariales opositores que son declarados enemigos abiertos de la revolución y han inducido los precios al ritmo del dólar paralelo creados por ellos mismos.

¿Es que acaso hay temores a actuar en el escenario de la guerra que tanto denunciamos y vociferamos para unificar las fuerzas chavistas con fines electorales? Pues, déjenme decirles, que actuando o no, igualito seguirán inventando y acusándonos de dictadores, tiranos, antidemocráticos, de violadores de los derechos humanos, de que somos los responsables de ocasionar la hiperinflación y de los problemas que aquejan a nuestra población. En este juego dinámico ellos ya han venido jugando y bien duro contra el pueblo, ahora le toca a la revolución actuar y con mayor contundencia.



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Andrés Giussepe

Doctor en Gerencia, Especialista en Política y Comercio Petrolero Internacional y Economista de la Universidad Central de Venezuela. Secretario Nacional del Movimiento Profesionales de Venezuela.

 agiussepe@gmail.com

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