Hace millones de años, existió un supercontinente llamado Pangea que agrupaba la mayor parte de las tierras emergidas del planeta, este supercontinente se formó por el movimiento de las placas tectónicas, que hace unos 300 millones de años unió todos los continentes anteriores en uno solo; posteriormente, hace unos 200 millones de años comenzó a fracturarse y disgregarse hasta alcanzar la situación actual de los continentes; en un proceso que aún continúa. El nombre Pangea viene del prefijo griego "pan" que significa todo y de la palabra en griego "gea" suelo o tierra y de este modo quedaría una palabra cuyo significado es "toda la tierra" En el supercontinente los animales terrestres habrían podido emigrar libremente de un extremo a otro. Se estima que Pangea se formó a finales del período cuando los continentes, que antes estaban separados, se unieron formando un solo supercontinente rodeado por un único mar; Panthalassa. Pangea habría comenzado a fragmentarse entre finales del Triásico y comienzos del Jurásico (hace aproximadamente 200 millones de años), producto de los cambios y movimientos de las placas tectónicas. El proceso de fragmentación de este supercontinente condujo primero a dos continentes, Gondwana al oeste y Laurasia al norte, separados por un mar; y dicho proceso geológico de desplazamiento de las masas continentales se mantiene en marcha al día de hoy. Pero regresemos a lo que determinó cientos de personalidades de superior y variado conocimiento, y que es, que Venezuela es el lugar donde existió el Edén y ello sigamos con el suscrito manifiesto.
44) En cuanto a autos de lujo, yates, y demás cosas u objetos ostentosos creemos firmemente que podemos producirlos, por lo cual se llama a las empresas a que regresen y aperturen las ensambladoras y fabricar sus nuevos modelos de vehículos en Venezuela; y desde aquí para el mundo.
45) En cuanto al sistema religioso, Jesucristo vino para todos, y nunca se encerró en 4 paredes, así que la verdadera libertad de culto es aquella en la que cada venezolano podrá alabar el nombre del Dios Creador en cualquier forma que así lo considere, teniendo en cuenta que estamos en el Edén y como tal debemos vivir en permanente relación con Dios; y no con las paredes de una institución.
46) Se invita a todo sacerdote, reverendo, obispo y apóstol a quedarse y querer a Venezuela, pues hay muchas ovejas y pocos buenos pastores. Venezuela está pasando por esta circunstancial situación, porque andamos como ovejas sin pastor, pero hoy decimos: Venezuela, tu pastor está aquí, ha resucitado para darte vida y dártela en abundancia. Y todo aquel que tenga el llamado de Dios para dirigir las ovejas será sostenido económicamente por el Estado, y será un sueldo honroso y codiciable.
47) Y se derribaran toda las prisiones, en su lugar aislaremos a quienes hayan cometido faltas según sus niveles al delinquir para que sean rehabilitados por sacerdotes, ya que solo la Iglesia restaura al caído y libera al preso, la prisión es mental, quien comete un delito, incluso antes de cometerlo, ya en su mente se siente que está preso.
48) En nombre de todos los venezolanos y también los extranjeros que viven aquí, pedimos perdón categóricamente desde lo más profundo de nuestro ser al Dios Eterno, y te lleno de bendiciones, y a través de ti sea Venezuela sea bendecida.
49) Fariseos budistas, islamistas y cristianos, propios o extraños, que llegaron por el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, por los 7 Aeropuertos tendrán que desocupar a Venezuela en las próximas horas, a menos que renuncien a sus prácticas y prédicas oscuras y blasfemas, y asuman la cultura verdaderamente cristiana del pueblo venezolano. Por todas estas razones, hoy anunciamos al mundo que El Edén perdido de Dios, apareció y su nombre es Venezuela, afirmación sujeta a toda investigación de científicos, geólogos, estudiosos y religiosos de todas las culturas. Así como en El Edén, Dios separó la luz de las tinieblas, próximamente Dios separará las tinieblas de toda Venezuela; porque esta nación será habitada solo por los HIJOS DE DIOS.
José M. Ameliach N. Junio de 2018
