Cuando un agente del gobierno norteamericano llega a la Ciudad de Angostura, entonces capital de la III República de Venezuela, para reclamar al gobierno revolucionario independentista la devolución de las goletas Tigre y Libertad incautadas por los patriotas venezolanos, al ambas burlar las medidas restrictivas de navegación por el Río Orinoco, y encontrar en su interior armas y municiones que contrabandeaban a favorecer de las tropas españolas; colonizadoras del país. Por tal circunstancia el Libertador Simón Bolívar envía una carta al yanqui, explicándole los pormenores del incidente motivo de la incautación de los barcos. A continuación el texto de la misiva enviada por Simón Bolívar al agente gringo.
Angostura, 6 de agosto de 1818.
Al señor B. Irvine. Agente de los Estados Unidos de la América del Norte.
Señor Agente:
Tengo el honor de responder a la nota de V.S. de 25 de julio próximo pasado relativo a las indemnizaciones pedidas por las condenas hechas de las goletas americanas Tigre y Libertad; apresadas por las fuerzas marítimas de Venezuela. Para proceder con más orden y claridad se expondrán, primero los hechos distintamente según constan de los procesos seguidos y de los diarios de los buques; y después se aplicarán los principios del derecho. Empezaré por la goleta Tigre, en que parecen aquéllos más dudosos y complicados.
La Tigre salió del Orinoco a cumplir una contrata celebrada entre el gobernador español de esta Provincia, Coronel Fitz Geral, y Mr. Lamson, en que se obligaba éste a retornar en armas y municiones el cargamento de tabaco que le dio aquél. En efecto el 17 de marzo de 1817 (y no el 12 como alega el defensor) salió de Salem con el cargamento que había ofrecido, y entró en este puerto por el mes de abril, saliendo después del Orinoco por el mes de julio, siendo apresada el día 4 con un cargamento, que era en parte el producto de las negociaciones anteriores y en parte del último cargamento que introdujo. Tanto el capitán Tucker como el defensor Lamson alegan que ignoraban el bloqueo y sitio; pero el primero se contradice cuando asegura en su declaración que, estando en este puerto vio salir un convoy español contra las fuerzas que tenían los patriotas en el río cerca de San Miguel y el segundo, cuando en su representación confiesa que se hallaba en esta plaza, donde no podía ignorar que había un ejército frente de ella y de las fortalezas de la Baja Guayana. Además, el diario del buque contiene noticias de haber sido apresados por los patriotas algunos buques dentro del río, como en efecto se tomaron por nuestras fuerzas sutiles un bergantín, una goleta y un guairo mercantes; y después todo el apostadero enemigo situado en la Isla de Fajardo.
Pero aun cuando no les constase ésto, es sabido que el decreto de bloqueo, expedido en 6 de enero de 1817, fue publicado en la Gaceta de Norfolk el 6 de marzo de aquel año y consiguientemente es de presumir que lo publicasen otros papeles de los Estados Unidos. Habiendo sido esta publicación en aquella fecha, y no habiendo salido la Tigre sino el 17 del mismo mes; en sumo grado probable que no ignoraba el bloqueo. Los hechos con respecto a la Libertad no permiten ningún género de discusión. Ella salió de Martinica en el mes de junio con municiones de boca para esta plaza, y estando ya dentro del río se encontró con los buques nuestros que lo bloqueaban y por el comandante de éstos, supo que no debía seguir; se le mandó regresar y se le auxilió con un práctico. Después de una conducta tan liberal por nuestra parte, la Libertad fue encontrada de nuevo remontando el río en contravención del bloqueo ya notificado, pruebas que constan de la declaración de su capitán Guillermo Hill y de las deposiciones del señor Almirante y comandante Díaz.