En Macondo, Aureliano Buendía, el mismo que le preguntó a su compadre Gerineldo Márquez, "¿compadre usted sabe por quién luchamos?", al recibir la respuesta, "pues por el partido liberal", a su vez comentó, "dichoso usted qué lo sabe".
El viejo coronel de más de cien batallas, en la tranquilidad de su pueblo, esperaba por la respuesta al consistente reclamo de su pensión y por lo que "El coronel no tiene quien le escriba", se dedicaba a elaborar pececitos de metal y meditar sobre su vida pasada y su dilatado esfuerzo, en apariencia y según sus cavilaciones, puesta de manifiesto con aquel comentario y los avatares del coronel que iba y venía a la oficina postal, todo había sido inútil. Se sintió estafado por quienes comandaron aquellas fuerzas en las cuales combatió incesante con su compadre Gerineldo, que terminaron pactando con el enemigo para repartirse el poder. A él y su compadre y otros tantos, les dejaron a la vera del camino.
Fernando Soto Rojas ha estado en la lucha "por la revolución" desde muchacho. Le conocí cuando éramos muy jóvenes estando en AD y luego fuimos a formar el MIR. Posiblemente no me recuerde, pues más estuve vinculado en los tiempos legales y clandestinos con Moisés Moleiro, pero si tuve amistad con su hermano Víctor. Luego, por distintas razones me fui a lo entonces llamábamos la producción y "a la derecha" donde siempre he estado, según estrechos criterios. Por esto y conocer su historia le profeso gran afecto y mucho respeto. Digo lo anterior para dejar constancia que mis opiniones de ahora son absolutamente ajenas a cualquier sentimiento mezquino o mejor resentimiento. Quiero advertir, en virtud sé de la existencia de malas lenguas, como en García Márquez, la frustración del Coronel, pudo no ser la no llegada de la pensión por sus servicios, sino de los objetivos de sus luchas.
Pero si debo decir, que sus palabras recientes según las cuales debemos unirnos para enfrentar cualquier intento violatorio de nuestra soberanía, me llevaron a pensar en aquel coronel de Macondo y hasta en Don Francisco Quijano. Y digo esto no por ese llamado, con el cual estoy perfectamente de acuerdo, tanto como cuando fui joven, sino por percibirlo alejado de la realidad de lo que aquí ha acontecido y acontece. Aunque en verdad eso no creo definitivamente, pues Fernando Soto es muy perspicaz y parece todavía lúcido. Lo veo un poco a lo Julio Escalona, sintiéndose demasiado comprometido con lo que han hecho quienes han gobernado, los que estuvieron y se fueron "a tiempo" con la cabuya en la pata y los que aún siguen. Quizás piense que "sus muchachos", en la intimidad, allá dentro de la conciencia, se mantienen "leales" a los viejos compromisos, como el mismo discurso de Diosdado, "pero sufren los efectos del saboteo de una 5ta. Columna". Uno no sabe a ciencia cierta quién sabotea a quién.
En una entrevista que le hizo recientemente el "Correo del Orinoco", no sé si fue eso todo o lo que el periodista o periódico recogió, según la conveniencia, dijo algo que pareciera no tener nada que ver con el mundo real, en donde se ve la figura de aquel hombre cabalgando a lo largo de La Mancha. La de quien sigue soñando con un mundo distinto a este y pareciera estar siendo construido, detrás del telón, por quienes gobiernan. En efecto, según la nota Soto Rojas expresó:
"Creo que hay que tomar medidas en torno a los precios, el pueblo está esperando decisiones allí pues y la Ley de los Precios Acordados, los acuerdos tienen que hacerse primero con la gente que produce que son los campesinos 15% calculando costos, los que transforman (que son) los trabajadores 10% y los que distribuidores 5%, aquí hay que voltear la pirámide". *
En verdad no entiendo nada. Parece un cuento de hadas o un sueño de Quijote. Hace referencia a una Ley de Precios Acordados que nadie conoce y lo que es más, nada tiene que ver con lo que sucede en el mercado. Y debe saberse que hay un mercado, pues estamos en una sociedad capitalista y no en una que soñamos. No es suficiente uno sueñe que está muerto. De modo que ese llamado "hay que tomar medidas", que parece no dirigido a nadie, no es convincente, más si no han resultado los enérgicos llamados de otros como Julio Escalona y Earle Herrera. Pero el asunto se vuelve más soñado cuando habla de un 15 por ciento, supongo de ganancia, para los campesinos, como si la economía agraria funcionaria así de simple, que la producción agraria la controlaran los campesinos. Un Diez por ciento dice, para quienes "la transforman" y en eso define a los trabajadores. Uno no sabe en este caso qué transforman, pues pareciera, según el texto referirse a los productos agrícolas, según la secuencia de participación en la ganancia. En este caso, les asigna ese porcentaje a los "trabajadores". Se salta por encima a empresarios que, son quienes en su mayoría de eso se encargan. Tomemos el caso simple del café. Unos campesinos por su propia iniciativa siembran café y los remiten a unos trabajadores que lo procesan y hasta empacan y al final hay unos distribuidores que recibirían el 5 por ciento de ganancia. Así de simple es la cosa. Eso al parecer es lo que dice la Ley. Pero en la vida real eso no acontece. Lo de Fernando Soto parece ser un sueño. Pareciera estar pensando en una nueva sociedad que uno no ve por ninguna parte. Aquí lo que hay es una red de filibusteros que se pasan las cosas unos a otros y en cada pase le suben el porcentaje que les da la gana y el gobierno "chao pescao". Y no van a cambiar en esto los muchachos porque uno exprese sus deseos.*
Pero otro sueño, mucho más sugerente y hasta asombroso, si uno le da crédito a la versión periodística:
"Señaló que es importante reordenar el ámbito territorial tal como lo planteó el comandante Hugo Chávez con la nueva geometría del poder. En ese sentido, planteó que no se puede seguir desarrollando la concentración de población en los cuatro ejes tradicionales (eje Maracaibo, el eje Caracas-Valencia-Maracay, el eje Puerto La Cruz y el eje Guayana) donde se concentra 90% de la población mientras que los recursos naturales están en el interior."
"Tenemos que reorientar el problema de las alcaldías, es un absurdo, No puede ser que hay estados con 26 alcaldías y hay un millón de habitantes todo eso tenemos que reordenarlo".
Fernando Soto y quien esto escribe, comenzamos a militar contra el rentismo y una distribución de la población distinta a la que nos impuso el capital internacional. Consignas hasta tan viejas que nacieron antes que nosotros. Primero, en nuestra historia moderna, fuimos una economía de puerto y luego una sujeta a aquella instancia contra la cual luchamos, por el petróleo y dejamos el campo y los sitios donde estaba la población abandonados. En "Oficina N° 1" de Miguel Otero, por tomar como referencia la narrativa y no lo escabroso y desagradable de la información técnica y las estadísticas, se habla del proceso. Luego nos llegó el capital que instaló empresas sobre todo de ensamblaje cercanas a los puertos y de productos que serían terminados aquí, donde acumularon a la población y se estableció un enroscamiento entre el capital que exporta materia prima y el importador que nos traía hecho de todo. Cerca abundante mano de obra barata. Pero pese el discurso de Chávez por revertir todo eso, para entre otras cosas asegurar la soberanía, la vanguardia dejó esa tarea como para otro día, por distintas razones. Habrá quien diga más adelante que una 5ta. Columna también tuvo la culpa.
La llamada "geometría del poder", una expresión como complicada que sirve para hablar de una nueva organización del mismo, más que con la voluntad de la gente, el querer de la vanguardia y la decisión de los políticos que se crean por encima de las fuerzas reales, depende de las estructuras y de la cultura de la gente. La nueva geometría del poder, tiene que ver con la acumulación de capital, la inversión, la fuerza de la clase en el caso de las sociedades capitalistas o de la redistribución de los recursos que haga el Estado en un momento dado para impulsar el crecimiento de las economías locales sobre la base de los trabajadores en una nueva organización de las relaciones. Eso justamente era lo que demandaba una política anti rentista, la distribución de la población impulsada por una nueva forma de invertir los recursos y fortalecer las economías locales y regionales. No es sobre la base de sueños o demandas estatales en base a reglamentos o leyes que eso podría lograrse sino en función de cambio estructural y de mentalidad. Es bueno, revisar lo que ahora, después de sesenta años de gobierno del Partido Comunista, se empieza a hacer en Cuba. Como que es bueno Estado, pero no tanto o en demasía. Lo que es una cosa que va más allá de lo que normalmente se piensa.
Para cumplir ese sueño, que pasaba por desbaratar esa concentración de población que menciona Soto Rojas y de capital en ciertos enclaves como Caracas y parte del centro de Venezuela y lograr que volviésemos al campo y las pequeñas poblaciones a agregarle riqueza a los productos primarios, soñamos con llegar al poder. Chávez llegó al gobierno y hoy 19 años después, estamos pronunciando el mismo discurso que suena como las ironías de Don Quijote de la Mancha. ¡Ultima hora! Ahorita mismo, miércoles 25 de julio a las 7.30 p.m., Maduro repite el diagnóstico y hace la misma oferta.
Creo que el mundo real, el más inmediato, es aquel sobre el cual llama la atención Hugo Cabezas, que "la hiperinflación es devastadora con relación a la inversión, a los salarios y al consumo, sus consecuencias en la desnutrición, en la caída de la recaudación tributaria y en el desplome de 60% del salario real"..
Por soñar y actuar "sin saber por quién y con quién", Gerineldo Márquez y Aureliano Buendía, al decir de éste, terminaron por no saber por quién y con quién lucharon.
· Esta noche del 26-07-18, Maduro anuncia unas medidas económicas que califica de trascendente, dentro de esa ampulosidad que caracteriza su discurso y dejó en el olvido la lista de los P-50. ¿¿¿???