Maduro: "bienvenida la lucha de Clases", dice en un acto con los campesinos (Encuentro campesino: "Juntos sembramos Más". 02/08/2018) No necesitamos reproducir el programa completo para mostrar lo falso del discurso. ¡Paz con lucha de clases! ¿Qué lógica soporta eso? ¿Cómo se resuelve esta paradoja? Maduro da fastidio.
Pero a pesar de tantas contradicciones y faltas, de tantos perdones y más engaños, a pesar del piquete anti motín que les dio la bienvenida, la marcha campesina llegó a Miraflores mansita; este es el país que tenemos ahora, todo parece una puesta en escena, la verdad se televisa y cambia, o se televisa y aflora: en el programa con los campesinos estos mostraron hasta dónde llega el aliento de sus protestas (y alguien dijo ¡La marcha admirable!, yo diría más bien ¡Increíble!).
Ayer Maduro reconoce que fracasó todos estos años en las políticas económicas (eso incluye a la producción agraria, al campo y las condiciones de trabajo de los campesino, si no me equivoco), pero como una disculpa de alguien que se le olvidó una dirección y tiene que retroceder, lo dice con drama por fuera y con gracia dentro, sin embargo no es capaz de renunciar. Fidel renunció, cuando el debacle de la producción de azúcar, pero el pueblo cubano, en la plaza de la revolución (no en un auditorio con sillitas de plástico), frente a cien mil cubanos, aclamaron por que se quedara. Maduro no lo hace, Maduro no renunciaría, ni siquiera en un cine lleno de gente conocida, temeroso de que todos se queden en silencio, o que alguien grite ¡Vete, farsante! Ante esa posibilidad, dirá desde el fondo de su corazón "Bueno, el miedo es libre".
A nadie de sus colegas políticos les importa mucho que se contradiga a cada rato, eso lo pone a uno a pensar: ¿será miedo, será que les parece natural que un líder de ese nivel se desmienta a cada rato, será que nunca abren los ojos a al sentido de lo que dice? ¿Qué le pasará por la mente ahora a Julio Escalona respecto a Maduro? Él podría ayudar a al buen juicio del presidente, siendo Maduro su pupilo.
El asunto es que mucha gente sí se da cuenta (pero muchas), más de lo que Jaua, que vive en eso de contradecirse cree, o que Aristóbulo o Diosdado, ¡La calle está llena de gente pendiente de los disparates y contradicciones de Maduro y sus asociados!, más allá de los opositores frontales de derecha.
El acto de los campesinos "recuperó" el esfuerzo que hicieron esos pocos marchantes al venirse desde tan lejos para denunciar el abandono de las políticas chavistas hacia el campo. Lo que debería ser una denuncia se convirtió en un acto de apoyo al gobierno. ¡Dónde está la lucha de clases! ¡Cuál es esa lucha de clases que tiene que pasar por el filtro del gobierno!, más aun sabiendo, por haberlo confesado, que el presidente Maduro ha fracasado en estos años, a pesar de las disculpas.
La disculpa del presidente sería un acto valiente si renunció, pero si no, es una desvergüenza, ¡cinismo!, es como un Jorge Sampaoli cualquiera, pero esperando que todo un país (no una federación de futbol) le recompense su sinceridad con más poder y más confianza.
Este acto cínico de decir públicamente que fracasó con sus planes económicos, más el recibimiento con equipos antimotines y miedo franco a lo que podría ocasionar la marcha desde el punto de vista comunicacional, embrolla a presidente en una imagen cada vez más negativa. Al gobierno se le nota el descontrol. Pensemos en esto, si por una marcha de cincuenta campesinos el gobierno se caga; si ahora muestran el miedo que le tienen a Rafael Ramírez, sin que el ex ministro haya pisado aun el país, imaginen qué pasará después del 20 de agosto cuando comienza a contar el tiempo para que las cosas se arreglen, según el plan de rectificación económica (de prosperidad económica, como lo llaman, con un maligno sentido del humor); ¡hasta dónde llegará la desesperación por convencernos de que estamos mal pero vamos bien! como decía el nefasto Teodoro Petkoff de su plan neoliberal con camuflaje de "nuevo modelo económico", igualito que el de Maduro.
Después del 20 le toca el turno a Jorge Rodríguez y su show, deberá conseguir una mujer barbuda y un hombre elefante, además de Shakira y Maluma, para distraernos de la desesperación y el desastre continuado del gobierno. Creerle a Maduro ahora es un acto de mucha compasión, pero sobre todo de estupidez, y ellos lo saben, necesitan aplicar terapia de shock, arrestar a un ministro en ejercicio, invadir Guyana, para distraernos de los problemas que se aproximan.
El caos se aproxima y también la solución. Y esta solución cada vez más tiene el rostro del fascismo, de una dictadura férrea. El desengaño se acerca pero las brigadas de choque están preparándose. Si el gobierno no rectifica su soberbia, si Diosdado sigue "sobrado" con el respaldo del "pueblo", a ellos los va sorprender también la solución a esta crisis de autoridad y de gobierno (o más bien de inteligencia básica, de realidad). Este país es habitado por mucho más gente que aquellos ilusos esperanzados en las promesas irreales de Maduro (el cual inclusive tiene el descaro de asombrarse en público por el costo de la vida), en Venezuela no trabajan cincuenta campesino, ni los mismos obreros de siempre que aparecen el televisión, Venezuela no es un acto de Maduro ni un acto de Maduro la representa. Todo lo que le falta a la televisión en cualquier momento estalla, todo lo que no se ve.
Ojalá cambiaran el discurso y dejaran de convencernos de que todo lo malo que pasa en el país se debe a la corrupción y no a la ineptitud y carencia de principios, políticos y morales. ¿Usted quiere conocer dónde nace la corrupción?, vea dentro de su corazón, no afuera. Corrija sus faltas, no se desmienta a cada rato, trabaje más y hable menos, no amenace si no va actuar, no actúe sin pensar. Por más que no se lo crean, la mentira se les nota. ¡Rectifiquen! El fascismo es malo para todos excepto para quienes lo practican.
