Ayer que estaba oyendo a la diputada Gabriela Ramirez (clase media en positivo) en el programa de Ernesto Villegas. Hablaba de la importancia de las elecciones para acá y para allá, y allí lo dejaba. Me acordé de la estratificacion social que hacían en la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho allá por el año 74.
Según los planificadores teniamos tres clases medias. La baja, la media, y la alta. Tuttiri mundachi era clase media. Chicas con cuatro apellidos y dos guiones (Vegas-Machado Carbonell-Zuloaga), y que sudaban Chanel number three eran tan clase media como gente que de vaina tenía un apellido. El sistema era tan simple que daba risa, y eso que uno era apenas un candidato a bachiler, que apenas despertaba a la política después del Golpe de Estado en Chile.
Un muchacho que hubiese recibido educación pública en primaria y en secundaria, era clase media baja. Uno que hubiese recibido un segmento de su educación en el sector privado, se convertía en clase media-media. Y clase media alta viene por descarte. Igual estudiar en el San Ignacio de Loyola "codeándote" con los nietos de Caldera a precios solidarios, que en un Colegio de monjas descalzas y en bikini en un barrio populoso de San Félix. Asi de simplona era la Fundación.
Sin duda un programa ambicioso que le permitió a Venezuela tener un contingente grande de profesionales que hoy constituyen la diáspora reaccionaria que ataca a Venezuela desde el exterior, o la que llena dos cuadras de la Libertador en un mitin con porcino. Digo, por la chuleta.
No llevo estadísticas de cuantos clase media alta recibieron becas. Creo que las becas de postgrado recayeron en su totalidad en los "intelectuales" estos que firman contra el rrrrregimen dictatorial, esos edictos mal escritos. Y no es para menos, les toca defender sus intereses de clase. Me preocupa sin embargo que los proletarios - a todas luces-, se coman el cuento de que son clase media media, o media baja. Que se sientan orgullosos de ser algo mas que pueblo. Eso siginifica que aun no estan claros en que se quiere decir con revolución.
Decir que la revolución persigue que todo el mundo sea de clase media, como he oido por allí, es una aberración de la teoría y práctica revolucionaria. Y si aberrante es la teoría y el experimento, aberrante será el resultado. No queremos ser clase media. Somos clase trabajadora y queremos que todos los miembros de la clase trabajadora puedan vivir decentemente, con dignidad. Queremos ser obreros de la educación, obreros de la ciencia, de la literatura, de la salud, de la ingenieria y que los obreros artesanales tengan el derecho de vivir como nosotros, con casi todas sus necesidades "cubridas". Eso no está claro, para quienes se consideran clase media y luchan por seguir siendo clase media. Hace falta aclarar...
Espero a que amanezca, que algo queda...
