Los burócratas de la Conferencia Episcopal, callan, como cómplices que pudieran ser de los terroristas. Como paquidermos duermen, sin perder una uña de sueño, cuando han estado a punto de cometerse el peor magnicidio de la historia política venezolana. Señores obispos, allí, en la tarima presidencial de la Avenida Bolívar había niños, niñas, mujeres, y soldados de la Venezuela actual. De la Venezuela buena y bonita. Allí habían invitados especiales, además del Alto Mando Militar, así como altas autoridades y personalidades del gobierno nacional. Pero ustedes callan. Eso les rebala.
El Papa Francisco debe estar arrecho, por la medida pequeña, con ustedes. Dios, desde las alturas, debe estar pensando en que ustedes son igualmente terroristas, pues, quien no desaprueba, públicamente, actos de esta naturaleza es porque son cómplices. Porque acompañan a los asesinos en sus actos barbáricos. De haberse consumado el asesinato del presidente Maduro, se hubiese desatado un huracán de pasión y de amor por este país, por parte del chavismo revolucionario. Tal vez, algunos de ustedes, pudieran haber sido arrastrados por ese huracán.
¿Qué hubiera pasado si los asesinos logran su cometido, y, por esas, cosas "raras" de la política, se monta en Miraflores un representante de la oligarquía criolla, apoyado por el gobierno criminal de Donald Trump? Elemental, mi querido Watson… Todos, toditos los obispos de la Conferencia Episcopal, se hubiesen arrodillados ante el sátrapa, para alabarlos y ponerse a la orden del nuevo estado de cosas. ¿Es o no es verdad? ¿Miento? ¿Estoy elucubrando? ¿Tengo mi mente bajo más de 40 grados de fiebre, delirando, como un animal arrastrado, y atormento por la crecida intempestiva de un río? ¡Carajo! que desparpajo lo de estos curas… ¡Se cansa uno!
AGREGADO:
Me voy de frases: "Una persona que piensa en construir muros, cualquier muro, y no en construir puestos, no es un cristiano". (Papa Francisco). Otra: "Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor". (Demond Tuto).